Entrevista

Sandra Aza: «Con dinero se puede servir o ser vil»

En su recién estrenada novela «Libelo de Sangre» recorre la geografía de la condición humana

La escritora Sandra Aza
La escritora Sandra AzaJavier OcañaLa Razón

Sandra Aza acaba de publicar «Libelo de Sangre», una novela de caballería del siglo XXI que presenta una trama de intriga que recorre la geografía de la condición humana. Desde el honor y la amistad hasta la vileza y la cobardía. La Fe en Dios que enciende corazones pero que también prende hogueras. Una gran crónica de la claroscura España de los Austrias, donde también se dan cita la fuerza del amor y el amor a la fuerza.

Cuando he ido a preparar la entrevista solo tenía claro la última pregunta. ¿Está escribiendo ya la continuación de «Libelo de Sangre»?

Vaya, quieres la primicia a la primera pregunta (risas). Pues sí, estoy en ello. Aunque al lector tengo que decirle que esta novela tiene final, aunque, bueno, digamos que susceptible de continuación.

El libro es de lectura ‘hiperadictiva’, ¡hasta me ha salido un orzuelo! 800 páginas en tres días, no podía parar de leerla.

(Silencio pausado que rompe en risa con entrevistador infartado porque cree que no tenía gracia la pregunta). Ahora me siento un poco responsable (apurada). Pero si te ha gustado, bien está entonces.

Estamos ante una novela de caballería del siglo XXI con temáticas de hace cuatrocientos años pero con las que convivimos hoy.

Presento el abanico de la realidad de un ser humano, capaz de lo mejor y lo peor. El honor, la verdad, el coraje, la supervivencia, la lucha. La amistad y el amor. Y la lucha del mal contra el bien. Antagónicos como la vileza, la cobardía. La condición humana de hace 400 años que no varía mucho a la de hoy día.

Hablas de la Justicia y quienes la administran. A veces parece que puede alcanzarla cuando tienes llena «la bolsa de la esperanza», y a quien menos tiene, desespera.

Para utilizar bien el dinero primero hay que tenerlo. Con esa «bolsa de esperanza» puedes servir o ser vil. Para malas cosas se convierte en vil metal. Si empleas bien el dinero puedes comprar esperanza o tiempo. Por el poderoso «Caballero Don Dinero» no pasan los años.

Además, tratas temas actuales como la inmigración, la religión y el fanatismo, la desigualdad, la violencia machista, agresiones sexuales en grupo o la desinformación. ¿Una mirada al pasado o trae al presente temas que siempre estuvieron ahí?

Conjugan los tres tiempos verbales: estuvo, están y estarán. Lo que pasa que, en ese tiempo de oro, las sombras de la desigualdad eran más pronunciadas que hoy. Kilométricas. Había unos pocos ricos y la mayoría era indigentes de verdad. No tenían nada absolutamente, incluso hoy quienes están en la calle tienen un móvil.

Narras con crudeza la violencia machista. ¿Te explicas las «manadas»?

No me entra en la cabeza, ni antes ni ahora. Todavía hay quien no se entera que la fuerza está en el amor y no «el amor a la fuerza». Hace cuatrocientos años la mujer estaba absolutamente indefensa. Te robaban y te mataban, no sin antes violarte. Hoy día hay ejemplos como lo que hicieron los rusos a los alemanes o la famosa «manada de los sanfermines».

También haces referencia a los mentideros. Me viene a la cabeza…

Las redes sociales. Son hoy los mentideros, que vienen de mentira. Hoy el cotilleo es global y antes estaba concentrados en determinadas plazas. Pero la mecánica es la misma, se siembra un rumor, se engorda y explota. El «he oído que» puede ser muy peligroso.

Una cosilla, ¿nos puede la picaresca?

Forma parte de la cultura. El español es chispeante, curioso e inteligentísimo. Divertido, irónico y reclusivo. Los pícaros tenían que ser vivos para vivir, pero con un código de honor. Truhaneaban para poder comer.

¿Somo tan cainitas como nos dicen?

No es algo exclusivamente español. El ser humano es capaz de lo mejor y lo peor. Lo que sí tenemos es una gran habilidad en atacarnos a nosotros mismos, no necesitamos enemigos. Podemos ser, indistintamente, un Caín y un Abel.