Llega el cambio de hora este sábado: esta es la hora exacta en la que debes cambiar tu reloj

España ajustará nuevamente sus relojes el próximo sábado 30 de marzo para dar la bienvenida al horario de verano. Como es habitual, el cambio se realizará durante la madrugada del sábado al domingo: a las 2.00 horas de la mañana, el reloj deberá adelantarse una hora para marcar las 3.00.

Este ajuste se lleva a cabo en todos los países de la Unión Europea el último fin de semana de marzo, siguiendo una normativa establecida con el objetivo de aprovechar mejor las horas de luz natural durante los meses de primavera y verano.

El cambio horario no es una práctica nueva. Se implementó por primera vez durante la Primera Guerra Mundial, cuando varios países decidieron modificar sus relojes para reducir el consumo de energía. La idea era aprovechar mejor la luz del día y disminuir el uso de iluminación artificial.

En España, este sistema se aplica de manera oficial desde 1974 tras la crisis del petróleo, cuando muchos países adoptaron esta medida para ahorrar energía. Desde entonces, se ha mantenido el ajuste horario en primavera y en otoño, a pesar de las críticas y los debates sobre su efectividad.

¿Ahorra energía el cambio de hora?

Uno de los principales argumentos a favor del cambio horario ha sido el ahorro energético. Sin embargo, su impacto ha disminuido en las últimas décadas. Aunque en el pasado se lograban reducciones significativas en el consumo de electricidad, hoy en día el efecto es menor debido a nuevos hábitos de consumo y al uso de tecnologías más eficientes.

Estudios recientes han señalado que el ahorro en la factura de la luz es mínimo y que el cambio de hora podría no ser tan beneficioso como se pensaba originalmente. Además, los sectores económicos no siempre se ven favorecidos: mientras que la hostelería y el turismo pueden beneficiarse de jornadas más largas de luz, otros sectores, como el agrícola, pueden verse perjudicados.

Efectos en la salud y recomendaciones

El ajuste de la hora no solo tiene un impacto en la rutina diaria, sino también en la salud. Nuestro organismo sigue un ritmo biológico basado en la luz y la oscuridad, por lo que un cambio repentino puede generar efectos como:

• Alteraciones en el sueño, con dificultades para dormir o mayor somnolencia durante el día.

• Fatiga y falta de concentración, especialmente en los primeros días tras el cambio.

• Irritabilidad y cambios de humor, debido al desajuste del reloj interno.

Para minimizar estos efectos, los expertos recomiendan:

• Ajustar progresivamente los horarios de sueño y comidas unos días antes del cambio.

• Exponerse a la luz natural durante el día para favorecer la regulación del reloj biológico.

• Evitar el consumo de cafeína y pantallas antes de dormir para facilitar la conciliación del sueño.

• Realizar actividad física moderada, pero evitando el ejercicio intenso justo antes de acostarse.