
Salud
Astenia primaveral: cuándo se empezará a sentir y cómo me va a afectar
Descubre por qué el cambio de estación trae consigo una sensación de fatiga y cansancio y cómo combatirla

Cada año, con la llegada de la primavera, muchas personas experimentan una sensación de cansancio, apatía e incluso cambios en el estado de ánimo. Este fenómeno, conocido como astenia primaveral, no es una enfermedad en sí misma, sino un trastorno temporal asociado a la adaptación del organismo a las nuevas condiciones ambientales.
Las horas de luz aumentan, las temperaturas se suavizan y el ritmo de vida se acelera. Sin embargo, para algunos, este proceso de ajuste supone una auténtica batalla contra la fatiga y la falta de energía.
¿Cuándo empezará a sentirse la astenia primaveral?
El inicio de la primavera marca el comienzo de esta sensación de decaimiento, aunque no afecta a todos por igual ni en el mismo momento. Generalmente, los síntomas aparecen entre finales de marzo y principios de abril, coincidiendo con el equinoccio de primavera y el cambio de horario, factores que pueden alterar los ritmos biológicos.
Este proceso de adaptación puede durar desde unos días hasta dos semanas, dependiendo de cada persona. Quienes ya han experimentado la astenia en años anteriores tienen más probabilidades de volver a sentirla.
¿Cómo me va a afectar?
Los síntomas más frecuentes de la astenia primaveral incluyen:
- Sensación de cansancio y debilidad sin razón aparente.
- Falta de concentración y disminución del rendimiento.
- Alteraciones en el sueño, insomnio o somnolencia excesiva.
- Cambios de humor, irritabilidad y apatía.
- Dolor de cabeza o sensación de malestar general.
Aunque no todas las personas presentan el mismo grado de afectación, es importante reconocer estos signos para gestionar mejor su impacto en la rutina diaria.

¿Cómo combatir la astenia primaveral?
A pesar de ser un trastorno pasajero, existen estrategias para reducir sus efectos y mejorar el bienestar general:
1. Ajustar los horarios de sueño
Mantener una rutina de descanso adecuada es clave para que el cuerpo se adapte mejor a los cambios. Intentar acostarse y levantarse a la misma hora ayuda a regular el reloj biológico.
2. Alimentación equilibrada
Consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales, como frutas, verduras y frutos secos, proporciona la energía necesaria para afrontar el día con vitalidad.
3. Hidratación constante
Beber suficiente agua es esencial para evitar la sensación de fatiga. Muchas veces, la falta de líquidos puede incrementar el cansancio y la somnolencia.
4. Ejercicio moderado
Realizar actividad física de forma regular, aunque sea ligera, contribuye a mejorar el estado de ánimo y la sensación de energía.
5. Exposición a la luz solar
Aprovechar las horas de sol ayuda a regular los ritmos circadianos y favorece la producción de serotonina, la hormona del bienestar.
6. Reducir el estrés
Practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga puede ser de gran ayuda para sobrellevar mejor los cambios.
Ajusta tu rutina
La astenia primaveral es un fenómeno temporal que afecta a muchas personas con la llegada del buen tiempo. Si bien sus síntomas pueden ser molestos, adoptar hábitos saludables y permitir que el cuerpo se adapte de forma natural son las claves para superar este periodo sin grandes dificultades.
Con paciencia y ciertos ajustes en la rutina, es posible recibir la primavera con energía renovada y sin que el cansancio se interponga en el camino.
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