Bárbara Rey vence a Ana Rosa Quintana: debe indemnizarla

Bárbara Rey puede respirar tranquila, pues en los despachos ha solucionado lo que sería una ardua batalla en los tribunales. Finalmente, ha llegado a un acuerdo con Mediaset para evitar poner sus asuntos ante un juez y tensar sus relaciones más aún, ahora que han hecho las paces y les deparan jugosas colaboraciones en sus platós. Además, la vedette ha hecho lo propio con las productoras con las que trabaja la cadena y sobre las que también fijó sus acciones legales, como con Unicorn Contet –propiedad de Ana Rosa Quintana-, Mandarina Producciones y Cuarzo Producciones. Atrás quedó la consideración de la protagonista de que la emisión de cierto contenido en sus programas había dañado su imagen pública y su salud mental, precisamente coincidiendo con la vendetta protagonizada por su hijo, Ángel Cristo, nueva estrella de la casa. Ahora todos vuelven a ser amigos, todos vuelven a lucrarse de su mutua relación.

La actriz que en su día vivió una intensa relación con el Rey Juan Carlos pedía, una vez más, dinero para sentirse indemnizada. Sintió que sus derechos al honor y la intimidad estaban siendo vulnerados por los programas en los que se trataba lo puesto sobre la mesa por su hijo. Así, decidió demandar a diestro y siniestro, tratando de poner freno a más publicaciones, a la vez que su hijo y ella misma alimentaban de contenido los medios con sus reproches públicos. Pero si todo era cuestión de dinero, ya se ha llegado a un acuerdo económico con el que ambas partes están conformes. Especialmente por eludir un entuerto judicial que retrasaría en el tiempo la consumación de sus propios intereses. Así, no solo se pone fin al proceso judicial antes de planteárselo a un juez, sino también le abre las puertas al entendimiento para futuribles colaboraciones televisivas, como así ya se materializó con una entrevista grabada durante más de 20 horas y otra en directo.

Bárbara Rey, como dijese cuando consiguió que el Rey Juan Carlos cediese a sus chantajes, también pide ahora trabajo. Está abierta a ofertas de la cadena, lo que ya se ha ido dibujando con su contundente respuesta a su hijo, quien de nuevo le toma el relevo en ‘De viernes’. Al final, todos ganan. Incluso la audiencia con el espectáculo ofrecido y asegurado para próximas entregas. La vedette esperaba haber conseguido más en el acuerdo, pues había fijado una cuantía superior a la que finalmente se propuso para el apretón de manos. Sin embargo, supone también un pellizco para la cadena y sus productoras, quienes tienen que indemnizar a la protagonista por haber traspasado según qué límites. Lo importante es que han evitado un juicio que hubiese desgastado a ambas partes, que les habría condenado a situar posiciones enemigas, cuando ahora como cooperadores necesarios pueden sacar mayor rendimiento a sus diferencias a golpe de exclusiva.