Aparecen objetos privados de Paquirri en un vertedero de Cádiz: "Está denunciado"

La familia Rivera lleva 41 años con el corazón en un puño, a la espera de que se cumplan las últimas voluntades de Francisco Rivera ‘Paquirri’. Isabel Pantoja lo impidió, al negarse a entregar los objetos de su marido a sus hijos mayores, que querían poseer capotes, trajes de luces y demás objetos taurinos de su padre. No pudieron y el escándalo ha estado dando tumbos cuatro décadas. Pero el alijo encontrado en un vertedero de Barbate, en Cádiz, nada tiene que ver con este lote que custodiaba la tonadillera.

Se han hallado en un vertedero gaditano un material exclusivo sobre el diestro. Entre los objetos destacan fotografías con sus correspondientes marcos. También carteles de sus grandes corridas, objetos personales como un sombrero, entre otras muchas cosas. Ya han sido recuperadas de la basura y se trata de determinar de dónde venían y cómo han terminado siendo tiradas como si de un desperdicio más se tratase. Antonio Canales Rivera, presente en el paltó de ‘TardeAR’, ha querido ofrecer todos los detalles.

Los objetos de Paquirri que han terminado en la basura

Ha sido el colaborador del programa de Telecinco quien ha ampliado la información. Al parecer, estos objetos que han aparecido tirados en un vertedero de Barbate estaban en casa de su tío Riverita, el hermano de ‘Paquirri’: “Todo estaba en la casa de mi tío Riverita, en la que viven estos dos individuos”, denuncia el diestro acusando a los okupas de la vivienda familiar. Esos que viven en la residencia que si tío dejó tras su muerte en herencia a su hijo Jacobo y su sobrino José Antonio. Pero desde que perdió la vida en 2021 la casa está okupada.

Habría que poner todas las cartas sobre la mesa y subrayar que Riverita dejó entrar a estos dos hombres en su casa de 600.000 euros. Con ellos estuvo conviviendo y ellos le ayudaron durante su enfermedad, haciéndole la vida más sencilla y menos solitaria. Al morir, se negaron a abandonar la que había sido su casa durante los últimos años, convirtiéndose en okupas. Es más, ellos denunciaron que la familia les había tratado de muy malas formas para propiciar que abandonen el lugar: “Estamos en unas condiciones lamentables, en una casa en el patio, porque la familia ha cerrado el chalé. Los vecinos son los que nos traen agua y comida”, decían tiempo atrás.