Diversión en el Atlántico

El bautismo de la princesa Leonor en alta mar: fiesta de disfraces, juegos de roles y un tributo

La hija de los Reyes deberá cortarse un mechón para entregárselo al dios de los mares como pago. Se trata de un fiestón a bordo de Elcano

La princesa Leonor en el Juan Sebastián de Elcano
La princesa Leonor en el Juan Sebastián de Elcano Gtres

La princesa Leonor se encuentra ahora mismo en mitad del Atlántico. Después de completar su travesía desde Cádiz a las Islas Canarias, realizando varias paradas y siendo recibida entre vítores y aplausos –además de un pasodoble que no dudó en bailar-, la hija de los Reyes Felipe VI y Letizia tiene intención de hacer próxima parada en Brasil el 14 de febrero. Este será uno de los ocho países en los que tienen pensado hacer escala en los próximos cinco meses que dure su formación como guardiamarina. Pero antes, a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, tendrá que vivir un momento especialmente importante en su carrera militar: el bautismo en alta mar. Una tradición que están esperando con especial ilusión, pues además de ser un momento clave para todo guardiamarina, también incluye un fiestón que acapara desde ya todas las atenciones.

La Princesa Leonor subiendo a uno de los mástiles del Juan Sebastián de Elcano
La Princesa Leonor subiendo a uno de los mástiles del Juan Sebastián de ElcanoCasa Real

La princesa Leonor, al igual que sus compañeros a bordo del buque escuela de Juan Sebastián Elcano, están deseosos de cruzar el ecuador. Esto marcará un hito en su formación castrense y también en su aprendizaje en la Armada. Es duro, pues pasará casi un mes sin pisar tierra firme y realizando tareas que le dotarán de los conocimientos necesarios para surcar los mares, antes de alistarse en el Ejército del Aire para completar su formación en los tres ejércitos. Así, en junio regresará a casa tomando un vuelo desde Nueva York, mientras sus compañeros regresar a España en el buque que se ha convertido en su hogar todos estos meses.

Son muy pocos los detalles que han trascendido sobre cómo está siendo la vida de la princesa Leonor en tan prestigiosa embarcación, en la que se formaron también su padre y su abuelo. Paso a paso, está repitiendo su experiencia, lo que no está exento de momentos de esparcimiento y diversión, pues no todo iba a ser trabajar y estudiar. Es aquí donde se espera con especial ilusión el bautismo de los guardiamarinas en prácticas, que serán bendecidos por el dios Neptuno en una ceremonia de lo más curiosa. Y es que esta celebración requiere que uno de los tripulantes se disfrace de esta deidad, tridente en mano, para ocupar su trono y ver desfilar a los guardiamarinas. Otros tantos se disfrazan de igual manera para hacer las veces de sus sirvientes. Aquí, todos deben responder a sus demandas y hacer lo que les dice, lo que supone un peculiar y divertido intercambio de roles, donde todos los trabajadores a bordo cambian su puesto por otro compañero y durante unas horas ocupan su posición y labor, tal y como ha desvelado Paloma Barrientos en ‘Vanitatis’.

La Princesa Leonor con sus compañeros
La Princesa Leonor con sus compañerosCasa Real

Al tratarse de un bautismo, el dios Neptuno va pasando revista uno a uno a los novatos, entre los que se encuentra la princesa Leonor. Así, para incluirles en su curiosa performance y acogerles como uno más de pleno derecho, les bañan con un aceite con colorante, con lo que también terminan, en cierta manera, disfrazados. También, como pago en formato de tributo al dios de los mares, deben cortarse un mechón de pelo, que se lo entregarán como pago de su bautismo. Como se trata de una festividad, esa que marca que han cruzado el Ecuador, también degustarán manjares especiales que no están en el menú habitual. Una vez finalizado, todo vuelve a la normalidad, Neptuno se quita su disfraz y todos ocupan de nuevos sus puestos, tras una jornada especialmente divertida que les ayudará a estrechar lazos y relajar el ambiente tras tantos días de travesía en alta mar.