Anabel Pantoja y David Rodríguez se enfrentan a su San Valentín más complicado

Miles de enamorados alrededor del mundo celebran este 14 de febrero el Día de San Valentín, una jornada en la que las muestras de afecto se multiplican y las parejas buscan escapar de la rutina con planes especiales. Desde una cena a la luz de las velas hasta una escapada improvisada, el amor se viste de fiesta, aprovechando además la cercanía del fin de semana.

Sin embargo, para Anabel Pantoja y David Rodríguez, este no será un San Valentín como los demás. La pareja atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida, marcado por la investigación abierta a raíz de las graves lesiones que llevaron a su hija pequeña a permanecer hospitalizada durante más de dos semanas. Desde su entorno más cercano insisten en que ambos están tranquilos, seguros de que no tienen nada que ocultar y convencidos de que la Justicia acabará dándoles la razón. Pero la presión mediática ha convertido su día a día en un desafío, haciendo que cada salida de casa se sienta como una exposición al juicio público.

Lo que más angustia a la pareja es la presencia incesante de cámaras apostadas en la puerta de su hogar, impidiéndoles retomar la normalidad. Hace apenas unos días, Anabel Pantoja no pudo contener su frustración y se dirigió con malas formas a los reporteros que montan guardia en su domicilio. Un gesto inusual en ella, siempre respetuosa con el trabajo de la prensa, pero que evidencia el desgaste emocional que enfrenta.

Por eso, este San Valentín lo celebrarán en la intimidad, alejados de los focos y resguardados en la calidez de su hogar. Quizás con una cena especial tras disfrutar de uno de sus momentos favoritos del día: el baño de Alma, seguido de ese instante mágico en el que la acunan hasta verla dormida. Con la niña descansando, podrán permitirse un respiro, ya sea con una cena en la terraza de la casa de Anabel en Canarias —uno de sus rincones predilectos— o con un plan más sencillo, entre mantas y películas en el sofá. Porque, para la influencer, la felicidad no se mide en grandes lujos, sino en los pequeños placeres cotidianos.

Pese a los rumores de distanciamiento, lo cierto es que Pantoja y Rodríguez pasarán juntos este atípico San Valentín. El fisioterapeuta regresó a Canarias este miércoles desde Córdoba, donde había atendido compromisos laborales, y todo apunta a que permanecerá junto a su pareja y su hija durante el fin de semana.

Y, como es costumbre, no pasará mucho tiempo antes de que los seguidores de Anabel puedan asomarse a su intimidad a través de las redes. Fiel a su estilo, la influencer no duda en compartir con su comunidad tanto los momentos más felices como los más difíciles de su vida.