El desayuno con jamón Cinco Jotas del Rey Felipe VI en Baqueira: tenemos las primeras fotos de su escapada de fin de semana

El Rey Felipe VI aprovechó un respiro en su agenda oficial para entregarse a uno de sus mayores placeres: el esquí. Con la discreción que le caracteriza en su tiempo libre, el monarca puso rumbo el pasado viernes a Baqueira Beret, la joya del Valle de Arán y su refugio invernal predilecto. Allí, en un entorno de cumbres nevadas y exclusividad, ha compartido un fin de semana entre amigos, deslizándose por las pistas y, sobre todo, degustando la gastronomía local.

Pese a su discreción habitual, su escapada ha dejado una pista en forma de una fotografía que ha trascendido a la esfera pública. La instantánea, capturada en el sofisticado Moët Winter Lounge, lo muestra disfrutando de un desayuno de lujo donde el jamón Cinco Jotas, cortado con maestría por José Navarro, ha sido el protagonista. "Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento es la clave de la vida", escribía el experto jamonero en sus redes sociales junto a la imagen del encuentro. En ella, el Rey aparece ataviado con su equipo de esquí, botas incluidas.

El Moët Winter Lounge se ha posicionado como un rincón donde el lujo y la montaña se dan la mano, un escenario ideal para momentos como este. Su promesa de “hedonismo en estado puro” se materializa en copas de Moët & Chandon, platos selectos y una terraza bañada por el sol con vistas a la nieve impoluta. Un enclave que, sin duda, casa con los gustos de don Felipe VI.

Pero la jornada real no terminó ahí. Tras un día de esquí, el monarca se dejó ver en otra de las direcciones imprescindibles de Baqueira: el restaurante Tanau Sabor Gastrobar, tal y como pudo confirmar LA RAZÓN. Un rincón gastronómico donde los aromas de caldos humeantes y cortes de carne exquisitamente preparados brindan el abrigo perfecto tras la intensidad de la nieve. Para la ocasión, Felipe VI apostó por la comodidad sin renunciar al estilo: vaqueros, camisa de franela a cuadros y un chaleco acolchado en un sobrio verde oscuro. Un look relajado pero impecable, ideal para una velada entre amigos donde, sin cámaras ni protocolo, el Rey se permite el lujo de ser, simplemente, Felipe.

Con esta escapada, el monarca demuestra una vez más que Baqueira sigue siendo su particular santuario invernal, un lugar donde el esquí, la buena gastronomía y la mejor compañía confluyen en un fin de semana de auténtico disfrute. Y aunque su presencia haya sido más discreta que en otras ocasiones, su estela sigue brillando entre las montañas del Valle de Arán.