Terrorismo

Los planes del Gobierno para desralicadizar yihadistas han fracasado

Los reclusos salen de la cárcel peor que han entrado, denuncia Acaip

Imagen de la cárcel de Picassent
Imagen de la cárcel de Picassentlarazon

Los planes de desradicalización de presos yihadistas a cargo del Gobierno han sido un fracaso. Vamos con retraso respecto a otros países. Así lo han señalado representantes del sindicato de funcionario de prisiones Acaip, mayoritario en el sector, en un encuentro con medios informativos. Y no sólo subyace este problema, sino que el adoctrinamiento terrorista, que se puso de manifiesto en distintas operaciones de la Guardia Civil y de la Policía, continúa. “Salen de prisión peor que han entrado”, subrayan.

Reconocen que es un asunto difícil de abordar, pero los funcionarios se enfrentan a la falta de información por parte de la administración que sobre cada detenido yihadista que ingresa en prisión se debería facilitar para poder hacer un seguimiento del mismo. En este sentido, se quejan de la dependencia del Ministerio del Interior, que de forma constante les niega información, y consideran que Instituciones Penitenciarias debería estar dentro del organigrama Justicia, como en la mayoría de los países de la Unión Europea. Hungría es la única nación que mantiene el mismo modelo que España.

Por el contrario, cuando se pide por parte de la Guardia Civil, Policía Nacional o CNI facilidades para obtener información sobre estos reclusos terroristas se les facilita. En este caso “el cariño fluye en una sola dirección y no de forma recíproca, como debería ser”, enfatiza un portavoz del sindicato.

Sobre el adoctrinamiento –destacados cabecillas fueron detenidos en su día al haber tejido redes en las que participaban decenas de reclusos--continúa de una forma larvada. Siempre hay un yihadista que destaca sobre los demás y es el que se ocupa de llevar la voz cantante. De hecho, al no entrar en las cárceles imanes (al haberse detectado que algunos iban más allá de su labor pastoral) son estos individuos los que dirigen las oraciones lo que les confiere una mayor autoridad. Bien sea por miedo o por otras razones, son respetados por los demás.

Ese adoctrinamiento tiene sus consecuencias cuando los yihadistas cumplen condena y salen a la calle y se han producido conocidos casos de reincidencia, como el de Mustafá Maya Amaya, que ha destacado por la labor de captación de “moujahidines” para enviarlos a zonas de combate.

Asimismo, informaron de que, durante el año 2024, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han realizado 81 detenciones por yihadismo, tres más que el año pasado. En total se han llevado a cabo un total de 33 operaciones. “Sin embargo, esta cifra de detenciones no implica necesariamente el ingreso en prisión de los implicados en este tipo de actividades. En el ámbito penitenciario, esto se ha traducido en 33 nuevos en nuestro sistema (cuatro menos que el año pasado), el 40% de los detenidos”.

La cifra es aproximada, los datos obtenidos por Acaip no son completos ya que no existen estadísticas oficiales a este respecto. El sindicato ha podido determinar, con datos obtenidos de fuentes abiertas, la nacionalidad de 23 de los individuos encarcelados. La mayoría son marroquíes y españoles, muchos de ellos de origen magrebí que vivían en Ceuta y Melilla.

Los encarcelados son de siete nacionalidades , entre ellos un argelino, una ciudadana mexicana, un hispano-jordano, un libanés y un pakistaní.

Con los datos disponibles, los marroquíes representan el 39,13% de los nuevos ingresos y los españoles el 34,78% (muchos de origen magrebí). Los hispano-marroquíes representan el 8,69%, y el resto de nacionalidades supone un 22% del total de los nuevos ingresos en prisión, siempre según los datos que ha podido recabar Acaip. La media de edad de los individuos que han ingresado en prisión a lo largo de 2024 es de 37,6 años, cuando el año pasado era de 35 años.

La horquilla de edad está entre los 18 años de los más jóvenes a los 60 años del de mayor edad. Por lo que respecta a las tipologías delictivas de los presos preventivos por yihadismo ingresados en el año 2024, destacan las conductas relacionadas con el enaltecimiento del terrorismo, el adoctrinamiento, la autorradicalización y la financiación. También hubo un caso de amenazas y daños. Solo el 6,06% de los individuos se consideraron como integrantes de organización terrorista, el 18,18% de los individuos fueron ingresados en prisión por colaboración con organización terrorista. El 63,63% participaban en actividades de adoctrinamiento, autoadoctrinamiento, captación o enaltecimiento del terrorismo. Destaca la presencia de dos casos de reincidencia Ilias M y Hamed Abderraman Ahmed, ambos ceutíes.