
País Vasco
Otegi reta al PNV con su propia policía municipal en los bastiones abertzales
Bildu dice que la medida buscan fomentar la "cercanía y el diálogo" evitando la "represión" de los agentes autonómicos

Arnaldo Otegi ha dado un paso más en su estrategia de consolidar el poder de EH Bildu en el País Vasco al impulsar la creación de una policía municipal en varios de sus bastiones abertzales. Los ayuntamientos gobernados por la coalición independentista en localidades como Zumaia, Getaria y Azpeitia han lanzado una polémica convocatoria para la selección de agentes sin pasar por la Academia de Policía de Arkaute, lo que supone un desafío directo al modelo de seguridad defendido por el PNV y el Gobierno Vasco al que pretenden poco a poco ir fagocitando.
La medida, impulsada bajo el argumento de establecer un modelo de seguridad “de proximidad y comunitario”, se ha encontrado con críticas tanto desde el Ejecutivo autonómico como desde la oposición, al considerar que se trata de una maniobra para evitar los controles institucionales y dotarse de una estructura policial afín a EH Bildu. El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, ya ha advertido que cualquier proceso de selección de agentes debe ajustarse a la Ley de Policía Vasca de 2019, que establece la obligatoriedad de formación en la Academia de Arkaute.
Cubrir las plazas de policía municipal en estas localidades gobernadas por Bildu suele ser complejo ya que la necesidad de ajustarse a los estándares del Gobierno Vasco y la academia policial habían complicado la incorporación de nuevos agentes en estos municipios, pero no solo eso sino que, como ha podido saber LA RAZÓN, casi nadie quiere ser policía en estos bastiones. Sin embargo, la nueva convocatoria, organizada directamente desde los ayuntamientos y sin supervisión del Ejecutivo autonómico, facilita un proceso más opaco en el que la selección de personal podría realizarse de manera discrecional, sin los filtros habituales. De este modo, se allana el camino para elegir agentes con una afinidad política con EH Bildu y así evitar la intervención de las instituciones autonómicas.
La estrategia de Otegi de conformar su propia estructura policial local en los municipios donde gobierna su formación no solo supone un pulso al PNV, sino que también abre un debate sobre el control y la regulación de las fuerzas de seguridad en el País Vasco. El Ejecutivo de Urkullu tendrá que decidir si tolera este movimiento o si actúa para impedir que la coalición abertzale avance en su intención de consolidar un modelo policial paralelo en sus feudos políticos.
El líder de EH Bildu, ha manifestado en diversas ocasiones la necesidad de debatir y reformar el modelo policial en el País Vasco. En abril de 2024, durante un acto político destacó la importancia de abordar "un debate sereno" sobre el actual modelo policial, enfatizando la necesidad de políticas que respondan a las preocupaciones de la ciudadanía vasca. Además, en el duodécimo aniversario de la muerte de Iñigo Cabacas en abril de 2024, EH Bildu abogó por un "giro de 180 grados" en el modelo de seguridad y por la transformación de la Ertzaintza, considerando esta reforma como el mejor homenaje al joven fallecido.
En el proceso de selección se valorará especialmente el conocimiento del euskera. Los alcaldes abertzales que han lanzando la oferta pública de empleo -Zumaia, Gentaria y Azpeitia- recuerdan que hace año y medio otros tres municipios dieron el mismo paso: Ondarroa, Lekeitio y Markina -Xemein. Justifican la propuesta como una búsqueda de "estabilidad" en las plantillas policiales porque advierten de que los elegidos por los procesos de Arkaute -academia- en muchas ocasiones renuncian de forma inmediata a la plaza para desplazarse a otros pueblos. En total se ofertarán cinco plazas de agente municipal: tres en Zumaia, una para Getaria y otra para Azpeitia y está previsto que se incrementen más. Los alcaldes abertzales encubren sus verdaderas intenciones asegurando que buscan fomentar "la cercanía y el diálogo con los ciudadanos" y ven el euskera como "fundamental" para la "gestión de conflictos".
Hace casi un año ya dejaron ver su verdadero propósito: La policía debe tener como fin "garantizar los derechos humanos con la seguridad" y "ejecutar los derechos con seguridad". Entonces volvieron a acusar a la Ertzaintza de "violencia policial" en Tolosa, Vitoria, San Mamés, Anoeta y Astigarraga "pero la respuesta del departamento de seguridad ha sido distorsionar los hechos mostrando a las víctimas como culpables y proteger a los responsables".
Sin embargo hay discrepancia en las bases de Sortu y Bildu debido al papel histórico de las fuerzas policiales en el País Vasco. En particular, el uso de armas por parte de estos cuerpos genera debate dentro del movimiento abertzale, donde una parte significativa de la militancia sigue recelando de la institucionalización de estructuras coercitivas, considerando que podrían replicar dinámicas represivas del pasado. Sin embargo, el pragmatismo político de EH Bildu ha llevado a la dirección a defender una policía local funcional dentro del marco legal. De hecho, desde EH Bildu, el parlamentario Pello Otxandiano, que con ello no pretenden "traspasar ningún marco legal" y que lo que buscan es contribuir al debate y que dentro de esa legalidad hay "margen" para que los consistorios asuman su responsabilidad. Comienza así un paso más de los intentos de Otegi de copar las instituciones con afines del entorno proetarra, también en el ámbito policial.
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