José Manuel Miñones, nuevo ministro de Sanidad y fiel escudero de Sánchez

Una remodelación conservadora y con perfiles más políticos que técnicos, de total confianza del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El nombramiento de José Manuel Miñones Conde, hasta ahora delegado del Gobierno en Galicia, como nuevo ministro de Sanidad responde fielmente a este perfil político y continuista que buscaba el jefe del Ejecutivo para rellenar un hueco, el de Carolina Darias, que deja la cartera sanitaria para luchar por la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria. Pero sin duda, lo que le ha hecho llegar hasta el ministerio ha sido su apoyo fiel y sin fisuras a Pedro Sánchez, sobre todo durante el pulso interno que éste mantuvo con el PSOE. Un respaldo que el jefe del Ejecutivo ha sabido agradecer, dándole también proyección para las elecciones gallegas de 2024.

Nacido en Santiago de Compostela en 1972, Miñones Conde se licenció en Farmacia en la Universidad de esta misma ciudad, donde obtuvo el doctorado en la misma especialidad con Premio extraordinario. En su currículum figura también su faceta como investigador del programa autonómico “Parga Pondal” de 2005 a 2011, así como su labor de profesor contratado en el Departamento de Química y Física con docencia en la Facultad de Farmacia de la USC.

Su experiencia en política local ha sido clave para su elección como ministro. El que fuera presidente de la Fegamp lo atrajo para la causa municipal y lo incluyó en las listas en las elecciones del 2007. Pese a que ese año no entró en el Gobierno, dos años después conseguía su objetivo y se convertía en concejal de Educación, en el Ayuntamiento de Ames (La Coruña). Tras cuatro años en la oposición, en 2015 consiguió liderar y articular un gobierno bastante precario en el que su partido solo tenía cuatro concejales de 21. No obstante, contó con el apoyo del BNG y la izquierda alternativa.

Cuatro años después, su labor al frente del consistorio convencía a los ciudadanos y en 2019 conseguía renovar la Alcaldía, pero duplicando el número de concejales. Alejado de las polémicas y centrado en sus labores como gestor, en marzo de 2021 es nombrado delegado del Gobierno en Galicia por Real Decreto. Asimismo, el nuevo ministro de Sanidad también formó parte de la Comisión de Movilidad y Accesibilidad de la Federación Española de Municipios (FEMP). En la actualidad, es miembro de la Ejecutiva del PSdeG-PSOE.

En su declaración institucional para anunciar la remodelación de Gobierno, Sánchez ha alabado tanto la experiencia como las cualidades de los dos nuevos ministros, José Manuel Miñones Conde (Sanidad) y Héctor Gómez Hernández (Industria): "Conocen muy bien los ámbitos donde ahora desempeñarán sus tareas. Son dos excelentes servidores públicos con una trayectoria intachable y un compromiso inquebrantable en la defensa del interés general".

La herencia que deja Darias

El nuevo ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, hereda una serie de asuntos pendientes que su antecesora Carolina Darias no ha logrado finalizar. La principal y más acuciante es la grave crisis que atraviesa la Atención Primaria en toda España. Pese a que las competencias de Sanidad están transferidas a las comunidades autónomas, son muchos los que han reclamado un Pacto de Estado por la Sanidad.

También queda pendiente el llamado Comité de Evaluación del SNS, del que nada se sabe desde hace un año. En el olvido parece haberse quedado también la regulación del uso medicinal del cannabis, después de que el Congreso de los Diputados rechazase su aprobación para uso recreativo. Y en el cajón también han quedado guardados el nuevo Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo y la ley de prevención del consumo de alcohol en menores.

Por último, pero no por ello menos importante, hay que hablar de la "Ley Darias". El choque entre PSOE y Unidas Podemos por la Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud (SNS), es cada vez más visible. Si bien la norma ya fue tomada en consideración en la Cámara Baja, los de Ione Belarra amenazaron con dejarla caer si no producen cambios en la "privatización sanitaria".