Entrevista

Boi Ruiz: «La sostenibilidad de nuestro sistema sanitario es precaria»

El exconsejero de Sanidad de Cataluña reclama reformas estructurales para dar respuesta a todo lo que viene encima

Boi Ruiz, exconsejero de Sanidad de Cataluña
Boi Ruiz, exconsejero de Sanidad de CataluñaMIQUEL GONZALEZSHOOTING

Una de las lacras de nuestro sistema sanitario sobre las que ponen el foco abundantes informes y estudios de diferentes autores y grupos de interés es que se encuentra infrafinanciado. Pero, además, tenemos un marco regulatorio muy administrativo, asentado en el modelo de la Seguridad Social de antaño, el cuál tenía unas finalidades y una demanda muy diferentes a las que existen en estos momentos. Lamentablemente, nuestro modelo asistencial se encuentra orientado además a una medicina reactiva a la enfermedad y no proactiva. Según Boi Ruiz, «con estos hándicaps, nos encontramos con que la sostenibilidad de nuestro Sistema Nacional de Salud es precaria».

¿En qué se basa esta precariedad?

Se basa en un endeudamiento crónico y constante. Porque no llegas con los recursos, acudes al endeudamiento. Pero aún acudiendo al endeudamiento, el sistema debe sostenerse a través de una contención del gasto, especialmente en el de recursos humanos y farmacia, que son las partidas con más peso. Y como no hay suficiente con un endeudamiento, con una contención del gasto en recursos humanos, farmacia y en otros aspectos, no queda más remedio que el racionamiento, que son las listas de espera.

¿Han mejorado estos parámetros en los últimos años?

Al contrario. Todos estos parámetros se han recrudecido, es decir, el sistema es insolvente en términos de capacidad de adaptación para dar respuesta a todo lo que le viene encima desde el punto de vista de los cambios epidemiológicos, demográficos y tecnológicos. Eso requiere de modelos organizativos que la regulación limita. Cuando hablamos de atención integral, nos quedamos en modelos y sistemas que son prácticamente pruebas piloto, no hay marco de generalización. Ni las comunidades autónomas ni el Sistema Nacional de Salud son capaces de hacer las oportunas desregulaciones para instaurar un sistema que requeriría mucha más autonomía de gestión. Y una de grandes lecciones que nos ha dejado la pandemia es que la autonomía de gestión necesaria en el momento de la pandemia se ha demostrado como un éxito.

¿Cómo propondría usted mejorar esta situación?

Yo partiría del «vísteme despacio que tengo prisa». Es decir, no hagamos acción-reacción, pues si no va enmarcada en un marco regulatorio, nos va a dar una solución de choque, transitoria que no va a garantizar a medio o largo plazo una optimización del sistema. Necesitamos soluciones que tengan trascendencia estructural. Yo me atrevería a recomendar comenzar por definir una atención primaria entendida como un primer nivel de resolución de los problemas de salud y, posteriormente, determinar cuánto cuesta: cómo asignaremos los recursos y con qué fuente de financiación. Pero también será necesario, como afirma Sedisa, poner al frente a personas que estén capacitadas para ejercer una autonomía de gestión, y adaptar la organización y los recursos que se destinan a las necesidades de la población, no solo a gestionar procesos ni a gestionar actividades.