
Sanidad
Las autonomías se suman a médicos y sindicatos en el rechazo al Estatuto
A Mónica García la vía de la imposición le ha vuelto a salir cara. Nadie acepta sus aportaciones al texto, ni por la forma ni por el fondo

La de ayer fue la tercera jornada de una semana «horribilis» para la ministra y anestesista Mónica García. Siete días en los que va a tener que enfrentarse al rechazo en bloque de los «suyos», con la mañana de hoy como la más dura.
A las 12:00, en la puerta de su Ministerio, cientos de médicos y facultativos de más de una treintena de organizaciones –entre sindicatos, colegios de médicos y asociaciones de profesionales de todos los puntos de España– se concentrarán para mostrar su rechazo «en bloque» al borrador del Estatuto marco propuesto por Sanidad, que consideran «lesivo, regresivo e intervencionista», y que afirman que empeora aún más sus condiciones laborales.
Ningún responsable de Sanidad, desde hace décadas, había logrado «cabrear» tanto a la profesión médica. Nunca el colectivo se había mostrado tan unido contra una decisión.
Ayer por la mañana le tocó el turno de soportar el «chaparrón» de críticas de las comunidades autónomas en la reunión de la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Interterritorial del SNS. Un encuentro que solicitaron las propias autonomías al ser testigos de la reacción en cadena de la comunidad médica a un texto que sus propios técnicos no veían desde hacía más de dos años.
La ministra llegó a la reunión visiblemente consternada. Tanto, que no posó con los consejeros para la clásica foto de familia.
Esta vez no pudo usar la excusa del bloqueo de decisiones por parte de «las comunidades del PP» porque las críticas llegaron también desde regiones gobernadas por el PSOE, como Castilla La Mancha. El consejero de Sanidad, Jesús Fernández, la acusó de «trabajar al margen de las autonomías» y de proponer medidas con cargo a sus presupuestos. «Por lo que no paso es por un invitas tú y yo pago», señaló.
Reforma sí, pero no así
Pese a que las autonomías están de acuerdo en que es necesaria una reforma del Estatuto Marco –el actual en vigor es de 2003–, no comparten ni la forma ni el fondo de cómo la han planteado. «Estamos de acuerdo en el que el EM requiere una reforma, pero precisamente por eso merece un buen trabajo por parte de técnicos, sociedades científicas, autonomías... y no solo de algunos sindicatos con los que se ha reunido Sanidad», destacó la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute.
El consejero de Sanidad de Castilla y León, Alejandro Vázquez, en nombre de todas las comunidades del PP, manifestó: «Estamos hartos de la deslealtad institucional que ha impuesto esta ministra en el poco más de un año que lleva en el cargo».
Así, advirtió de que no van a «tolerar ningún tipo de imposición» y que están «frontalmente en contra del desprecio que tiene el Ministerio a las comunidades autónomas».
Por su parte, el consejero valenciano de Sanidad, Marciano Gómez, destacó que su departamento «hará frente», junto al resto de comunidades autónomas, a la «imposición» del Estatuto Marco, ya que está en «desacuerdo» en cómo se ha planteado, «de manera unilateral y sin memoria económica». «Además, supone pérdida de competencias para las administraciones autonómicas en temas tan importantes como son la gestión de hospitales y plantillas», denunció.
Recordemos que, pese a que García ha tratado de echar balones fuera acusando a los sindicatos de filtrar el borrador cuando aún está «en construcción», fue ella misma la que anunció algunas medidas contenidas en el texto, como la exigencia de exclusividad a los jefes de servicio de los hospitales del SNS o la reducción de la jornada de guardia de 24 a 17 horas, el pasado 15 de enero en una rueda de prensa que había convocado para hablar de la evolución de los virus respiratorios estacionales.
Al finalizar la reunión de la Comisión de Recursos Humanos, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, compareció ante los medios iniciando su discurso con el argumento de que «se da la paradoja de que, si hubiéramos retomado las reuniones con la mesa del ámbito sin haber trabajado el texto, se nos hubiera recriminado; pero también se nos recrimina haberlo trabajado».
Burla a los consejeros
Dicho esto, prosiguió «agradeciendo» irónicamente a Fátima Matute acusarlos de «sindicalizar el Estatuto Marco». «Si es así, es que lo estamos haciendo bien».
Por otro lado, las autonomías se han quejado de que muchas de las medidas propuestas por Sanidad – como el pago de un complemento de dedicación exclusiva a la Sanidad pública para jefes de servicio y especialistas en sus primeros 5 años de trabajo– requieren de financiación autonómica, cuyo coste no está contemplado en el borrador.
Padilla tenía preparada una respuesta para estas críticas, y dijo estar «sorprendido de que haya que explicarles a los consejeros cuál es el procedimiento en este tipo de normas». «Primero se negocian los elementos estructurales que las componen y luego llega el análisis presupuestario. Me gustaría que me enseñaran una sola norma propuesta entre 2011 y 2018 que incorporara memoria económica en esta fase de negociación», añadió.
Preguntado sobre si se continúa o no con el calendario de reuniones fijado con la mesa del ámbito (13 de febrero, 20 de febrero y 3 de abril), después del anuncio, unas horas antes, por parte de los sindicatos con representación y legitimidad en la negociación de aplazarlas hasta no tener una reunión con Mónica García, Padilla se mostró muy seguro de que las fechas continuarían como hasta ahora.
A su juicio, lo que han pedido los sindicatos es que Sanidad no se reúna de manera unilateral con organizaciones sindicales que no pertenecen a la mesa del ámbito.
Y es que García mantuvo encuentros bilaterales la semana pasada con otros sindicatos médicos para tratar de conseguir apoyos y crear escisiones en el seno de la profesión.
Sin embargo, horas más tarde, el Ministerio rectificó y comunicó que la reunión de mañana de la mesa del ámbito se suspendía «por causas ajenas». Esas causas ajenas no son otras que los argumentos legítimos de FSES, CCOO, UGT Servicios Públicos, CSIF y CIG Saude, que consideran que «la actitud del Ministerio de Sanidad, junto con la exposición mediática creada y mantenida en el tiempo, ha desvirtuado la negociación colectiva reglamentaria del Estatuto Marco».
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