
Seguridad alimentaria
Soy tecnóloga de alimentos y nunca debes lavar estas tres comidas: "Se dispersan los microorganismos"
En muchas casas españolas se echa agua a muchos alimentos al creerse que es bueno para la salud, pero en algunos es perjudicial

Para bien o para mal, España es un país de costumbres, especialmente en los más mayores. Se tiende a ir de vacaciones a la misma playa, frecuentar los mismos bares, comprar la comida en el mismo lugar e incluso replicar el menú semanalmente. Todo lo mencionado no es una norma y mucha gente actúa de manera totalmente opuesta, pero si es algo que se repite en un sector de la población. También es algo que se hereda, muchas madres siguen las recetas de las abuelas y muchos padres cocinan así porque su padre se lo decía.
Seguir estas técnicas puede ser algo positivo ya que nos puede dar recetas únicas, pero también puede promover algunas rutinas poco saludables. Una de esas prácticas tan repetidas en las casas españolas es lavar los alimentos. Tradicionalmente se ha pensado que bañarlos en agua es lo ideal para expulsar la suciedad y acabar con las posibles bacterias que puedan tener estos alimentos. Sin embargo, esto no es bueno en todos los alimentos. Alba Ramírez, tecnóloga de los alimentos y dietista-nutricionista, da las razones de por qué hay tres que no hay meterlos bajo el grifo: "Nunca los debes lavar".
Nunca debes lavar estos tres alimentos
El primer alimento que nunca se debe lavar es el "famoso" pollo. "¿Cuántos vídeos hay navegando por internet en los que antes de cocinar el pollo, muchas personas lo lavan?, se pregunta esta experta antes de explicar por qué no se debe hacer. "Es una práctica súper desaconsejada. Cuando el agua toca el alimento, dispersa los microorganismos por toda nuestra cocina", revela. Este primer consejo no se reduce solo al pollo: "En general, no debemos lavar la carne cruda".
También da un último consejo sobre el pollo: "Es recomendable comprarla siempre en establecimientos que nos garanticen sus buenas prácticas de manipulación". "Si hay microorganismos no deseados, durante la cocción o durante el tratamiento térmico se destruirán", confirma.

Esto provoca mojar los huevos
En segundo lugar aparecen los huevos. "Podríamos pensar que lavar los huevos, sabiendo de donde vienen, podría ser una buena práctica", comenta, aludiendo al lugar por donde salen de las gallinas. Sin embargo, Alba explica que esto no es así: "La piel del huevo, a pesar de ser dura, se comporta como nuestra piel, es una piel porosa". Que la piel sea porosa conlleva lo siguiente: "Se dilata y se expande conforme hay cambio de temperatura y de humedad".
Esta tecnóloga explica que le ocurre al poner los huevos en contacto con el agua: "Esos poros pueden abrirse y las bacterias, que sabemos que están situadas en su cáscara, entrarán al interior, con lo que ello conlleva". La nutricionista lanza un tip: "Si el huevo está sucio, pásale una servilleta seca".
El sorprendente alimento que no se debe lavar
"Puede que este último te sorprenda", avisa antes de revelar el alimento. Este es la ensalada preparada. "No se debe lavar salvo que lo indique expresamente en su etiqueta", explica. El motivo es el siguiente: "No es necesario porque lo que vas a conseguir es reducir su tiempo de vida útil". El paquete en el que viene tiene unas condiciones diferentes y adecuadas: "La ensalada viene envasada en atmósfera protectora y su durabilidad y su vida útil está preparada para que se conserve el mayor tiempo posible en refrigeración".
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