
Alimentación
15 alimentos que debes evitar guardar en el congelador
Algunos productos pierden su textura, sabor o propiedades al ser congelados, y al descongelarse pueden volverse blandos, acuosos o incluso incomestibles

El congelador es una herramienta clave para conservar los alimentos y evitar desperdicios, pero no todo se mantiene bien a temperaturas bajo cero. Algunos productos pierden su textura, sabor o propiedades al ser congelados, y al descongelarse pueden volverse blandos, acuosos o incluso incomestibles.
No todo se puede conservar en el congelador sin consecuencias. Para evitar sorpresas desagradables en la cocina, es importante conocer qué alimentos no deben congelarse y cómo almacenarlos correctamente para preservar su frescura y calidad. Con estas recomendaciones, podrás optimizar la conservación de tus alimentos y evitar desperdicios innecesarios.
1. Leche y productos derivados de ella
Los productos lácteos como la leche, la nata o crema no soportan bien la congelación porque tienden a separarse. Al descongelarlos, su textura se vuelve grumosa y acuosa, lo que los hace poco apetecibles y difíciles de recuperar. De igual manera que las tartas, que si las descongelas tienden a agrietarse alterando su sabor y aroma.
2. Verduras de hoja verde
La lechuga, la espinaca y la col rizada contienen mucha agua, lo que hace que, al descongelarse, su estructura celular se rompa y queden completamente marchitas y blandas. No son adecuadas para ensaladas frescas, aunque sí pueden usarse en batidos o sopas si se congelan con ese propósito.
3. Pasta cocida
La pasta y el arroz pierden su consistencia al congelarse, ya que absorbe humedad y al descongelarse se vuelve pegajosa y gomosa. Para evitar este problema, si necesitas congelarla, lo mejor es cocinarla al dente y añadir un poco de aceite antes de almacenarla. Aun así, lo más recomendable es congelar la salsa por separado y preparar la pasta al momento consumiendo siempre recién cocinado.
4. Patatas crudas
Las patatas crudas contienen mucho almidón y agua, lo que provoca que, tras descongelarse, su textura sea arenosa y blanda. La fécula de la patata puede deshacerse cuando se congela. En cambio, las patatas cocidas sí pueden congelarse sin problema, por lo que, si necesitas almacenarlas, es mejor cocinarlas antes.
5. Huevos crudos
El líquido del interior del huevo se expande al congelarse, lo que puede hacer que la cáscara se agriete, dejando el huevo inutilizable. Para congelarlos correctamente, hay que batirlos antes y guardarlos en un recipiente hermético; o bien, separar la clara de la yema.

6. Alimentos fritos
Las croquetas, empanados y otros alimentos fritos pierden su textura crujiente cuando se congelan. Al descongelarse, la humedad hace que se vuelvan blandos y aceitosos, perdiendo ese toque crujiente tan característico. Para conservarlos mejor, es preferible guardarlos en el frigorífico y recalentarlos en el horno o en una freidora de aire.
7. Quesos blandos
Pasa algo parecido que con la leche. El queso crema, el ricotta o el queso de cabra no reaccionan bien a la congelación, ya que se separan y adquieren una textura granulada. Sin embargo, los quesos curados y semicurados, como el parmesano o el cheddar, pueden congelarse sin problema y conservar su calidad.
8. Ensaladas con mayonesa
Las ensaladas preparadas con mayonesa, como la ensalada de pollo o de huevo, no deben congelarse porque la mayonesa se separa con el frío. Al descongelarla queda una masa sólida sin apenas gusto ni textura. Esto hace que los ingredientes queden cubiertos de un líquido aceitoso.
9. Hierbas frescas
Las hierbas como el perejil, el cilantro o la albahaca se marchitan y pierden su sabor al ser congeladas. Una mejor opción para conservarlas es picarlas y mezclarlas con aceite de oliva en una bandeja de cubitos de hielo. De esta manera, se pueden añadir fácilmente a sopas y guisos sin perder su esencia.
10. Pepinos
Los pepinos están compuestos principalmente de agua, lo que hace que, al descongelarse, se vuelvan blandos y pierdan su textura crujiente. En lugar de congelarlos, es mejor mantenerlos en el frigorífico y consumirlos frescos.

11. Yogur
El yogur, al igual que otros productos lácteos, se separa al congelarse, lo que da como resultado una textura granulosa y menos agradable al paladar. Si bien sigue siendo seguro para el consumo, muchas personas lo encuentran poco apetecible.
12. Aguacates enteros
Los aguacates enteros tienden a volverse marrones y blandos al descongelarse debido a la oxidación. Para conservarlos mejor, se recomienda cortarlos en cubos, rociarlos con jugo de limón y guardarlos en un recipiente hermético antes de congelarlos.
13. Tomates frescos
Los tomates crudos pierden su firmeza cuando se congelan y, al descongelarse, se vuelven acuosos y blandos. Aunque esto los hace poco adecuados para ensaladas, sí pueden congelarse si se van a usar en salsas o guisos. Para mejorar su sabor, se pueden asar antes de congelarlos.

14. Granos de café
Congelar granos de café puede alterar su sabor, ya que absorben la humedad y los olores del congelador. Esto puede afectar la calidad del café preparado con ellos. Para mantener su frescura, lo mejor es almacenarlos en un recipiente hermético en un lugar fresco y oscuro.
15. Frutas con alto contenido de agua
Frutas como la sandía, las naranjas y otras con gran cantidad de agua se vuelven blandas y pierden su textura al ser congeladas. Solo conviene almacenarlas en el congelador si se van a utilizar en batidos o bebidas licuadas, donde su cambio de textura no sea un problema.
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