Movilidad

Unificación de pagos en los cargadores, fundamental para el desarrollo del coche eléctrico

Podría replicarse el sistema portugués de interoperabilidad que triunfa, pero con mejoras para incrementar su eficacia y transparencia

Unificación de pagos en los cargadores, fundamental para el desarrollo del coche eléctrico
Unificación de pagos en los cargadores, fundamental para el desarrollo del coche eléctricoLR

Uno de los problemas más importantes para el desarrollo de la movilidad eléctrica en nuestro país es el de las dificultades para poder pagar la recarga de los coches eléctricos. Hay diferentes cargadores de distintas empresas que se deben pagar con aplicaciones de cada operador, ya que los postes de recarga, en su mayoría, tampoco admiten, al menos por el momento, el pago con tarjetas de crédito.

Este es un problema que lo tiene resuelto nuestro país vecino Portugal que tiene una política de promoción del coche eléctrico mucho más inteligente que la que se ha aplicado en España por el Gobierno Sánchez. La consecuencia de ello es que las ventas de automóviles eléctricos triplican a las españolas en proporción a las matriculaciones. Por ello, los portugueses se encuentran entre los países de cabeza en Europa en relación a la electrificación, mientras que España viaja en el furgón de cola.

Estacionamiento y zona de recarga de coches eléctricos. Manguera y conector de cargadores. © Jesús G. Feria.
Estacionamiento y zona de recarga de coches eléctricos. Manguera y conector de cargadores. © Jesús G. Feria.© Jesús G. FeriaLa Razón

Además de otras medidas fiscales, Portugal ha establecido un sistema público de pago universal en la red de puntos de recarga. Una iniciativa que ha ayudado significativamente a fomentar la electrificación de los vehículos y a facilitar el salto hacia la movilidad eléctrica. Esto ha sido posible gracias a la mayor visibilidad de la red de recarga y la facilidad de uso para los usuarios finales, lo que supone un mejor servicio.

Sin embargo, según los expertos, el sistema presenta dos grandes inconvenientes. Por un lado, está la competitividad en precios ya que los usuarios pagan tarifas más altas, lo que puede ser perjudicial. Además, las tarifas no siempre son transparentes hasta la llegada de la factura eléctrica a final de mes. Por otra parte, este sistema no fomenta la inversión por parte de los operadores de puntos de carga (CPO), ya que parte de los beneficios de la operativa se destinan a las comercializadoras en lugar de a los operadores, que son quienes asumen el riesgo de la inversión en la infraestructura de recarga. Tampoco permiten que los CPO tengan la libertad de brindar un servicio superior al que propone el sistema, si así lo desean y pueden hacerlo, a su propio riesgo y voluntad. Por todo ello, el sistema tiene aspectos positivos, pero no es perfecto.

Liderazgo

En contraste con Portugal, donde hubo un liderazgo más claro por parte de las administraciones públicas para estructurar el sector, en España no existe un plan con la ambición del sistema portugués (Mobi.E). Lo que sí hay es una base de datos nacional de puntos de recarga, que dista mucho de las funcionalidades de las que dispone Mobi.E, en el que el usuario es capaz de cargar directamente a través de su plataforma en cualquier cargador. Pero esta no parece ser utilizada ampliamente por los usuarios finales, quienes prefieren plataformas privadas como Electromaps o Chargemap.

El enfoque en España ha sido dejar que el mercado opere libremente, permitiendo que los CPO gestionen sus servicios de forma autónoma, respetando las normativas europeas y nacionales. Aunque esto aporta flexibilidad al sector privado e incentiva la apuesta por la movilidad sostenible, también se ha caracterizado por una falta de liderazgo efectivo que alinee a la industria y a los operadores para mejorar el servicio al usuario final, lo que ha perjudicado a todo el sector. Esto contrasta con Portugal, donde hubo un liderazgo más claro por parte de las administraciones públicas para estructurar el sector.

Según los especialistas, un sistema similar al portugués podría tener beneficios si logra simplificar la experiencia del usuario. La interoperabilidad y la visibilidad de todas las redes de recarga en una o varias plataformas accesibles sería muy positiva. Esto permitiría al usuario encontrar, pagar y cargar de forma sencilla en cualquier punto de recarga. Sin embargo, no es imprescindible replicar el sistema portugués al pie de la letra. Mantener un mercado libre y competitivo es esencial para fomentar servicios de calidad y accesibles. Existen modelos en Europa, como en los países del norte, donde plataformas privadas logran agrupar puntos de recarga de manera efectiva, facilitando la penetración del vehículo eléctrico en la sociedad. Esos elementos, como la visibilidad y la facilidad de uso, son los aspectos clave que habría que priorizar.

David Vallespín, coCEO de la empresa Eranovum, es uno de los expertos en este campo y, en su opinión, para avanzar hacia un sistema más eficiente en España sería crucial fomentar acuerdos de interoperabilidad, y lograr que los grandes operadores trabajen juntos para facilitar la integración de sus redes en plataformas comunes. Promover el uso de plataformas agregadoras que reúnan los puntos de recarga de distintos operadores. Mejorar la información disponible para los usuarios sobre cómo recargar, dónde están las infraestructuras y cómo convertirse en usuarios de vehículos eléctricos. Cree que la desinformación sigue siendo un obstáculo importante para la adopción de esta tecnología. «No es la falta de un sistema como el portugués lo que limita el despliegue de la movilidad eléctrica, sino la escasez de información veraz y eficaz y apoyo al usuario», indica. A este respecto, Eranovum opera con un sistema diversificado y accesible para facilitar la experiencia de recarga a los usuarios. Para ello tiene una plataforma propia ya que la empresa dispone de una aplicación en la nube que permite acceder a los cargadores y realizar pagos directamente a través de su propia app. Incorpora además lectores de tarjetas de crédito en cargadores de alta potencia, facilitando la activación de recargas con una tarjeta bancaria estándar. Por otra parte, se trabaja con grandes plataformas de interoperabilidad en España y Europa, como Electromaps y Chargemap, para que los usuarios puedan localizar y usar sus puntos de recarga a través de sus plataformas preferidas. Y ofrecen tarjetas dedicadas para sus cargadores, pero también permiten el uso de tarjetas de terceros, como las de otras plataformas interoperables. «Continuaremos ampliando acuerdos de interoperabilidad con plataformas relevantes para maximizar la accesibilidad de nuestros servicios cualquier tarjeta o plataforma relevante del mercado, finaliza David Vallespín.