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Cómo gestionar la vuelta al trabajo presencial en la empresa

La pandemia implantó de manera definitiva el teletrabajo en la mayoría de las empresas, como solución para poder continuar con la actividad en un periodo de confinamiento, en el que no era posible trasladarse, y sin riesgo de contagios

Cómo gestionar la vuelta al trabajo presencial en la empresa
Cómo gestionar la vuelta al trabajo presencial en la empresaPexels

Pero, con el paso del tiempo, poco a poco se va recuperando el trabajo presencial, lo que sin duda, está siendo todo un reto tanto para las empresas, como para los propios empleados, que ya se habían a trabajar en remoto desde sus hogares.

En este contexto, dado que las dinámicas han cambiado en estos años, el proceso de adaptación al trabajo presencial está siendo una preocupación para las empresas, especialmente, en aspectos relacionados con la productividad, el bienestar de los empleados o la eficacia de los nuevos métodos de trabajo.

Conscientes de esta situación, en este post, vamos a dar algunas claves sobre cómo gestionar la vuelta al trabajo presencial en la empresa, con el objetivo de que esta transición pueda llevarse a cabo con éxito.

Principales problemas del fin del teletrabajo

La vuelta al trabajo presencial no siempre es un proceso sencillo, especialmente después de tantos años, cuando los empleados se han acomodado a trabajar desde casa y, al mismo tiempo, las instalaciones de las empresas han estado deshabitadas y, en muchos casos, no están lo suficientemente equipadas.

A continuación, mostramos algunos de los principales desafíos que las empresas pueden encontrarse con la vuelta al trabajo presencial:

Resistencia al cambio

Tras varios años de trabajo en remoto, muchos empleados se han acostumbrado a la flexibilidad y comodidad de trabajar desde casa, que evita tener que desplazarse hasta la oficina o permite despertarse unos minutos más tarde, entre otras muchas ventajas.

Al contrario, con el trabajo presencial, pasan a trabajar en un entorno mucho más controlado, con horarios fijos y una mayor interacción social, siendo este uno de los principales inconvenientes de la vuelta a la oficina.

Adaptación al espacio físico

Volver a la oficina implica tener que volver a un espacio de trabajo menos personal, con menos comodidad, y, en algunos casos, que se tiene que compartir con otros trabajadores.

Sin duda, esto puede afectar negativamente la productividad, sobre todo durante las primeras semanas, especialmente si el espacio de trabajo no se ha adaptado a las nuevas necesidades de los trabajadores.

Conciliación de la vida personal y laboral

Sin duda, una de las mayores ventajas del teletrabajo, es que ha permitido a muchos empleados gestionar su tiempo de con una mayor flexibilidad, favoreciendo la conciliación de la vida personal y laboral.

En este sentido, la vuelta al trabajo presencial implica una pérdida de esa flexibilidad, lo que puede afectar significativamente al bienestar, la productividad y la satisfacción general de los empleados.

Claves para mantener a tu plantilla feliz con la vuelta al trabajo presencial

Al volver a la oficina, es importante que las empresas cuenten con estrategias destinadas a fomentar el bienestar y la motivación de los trabajadores, con el objetivo de garantizar que la vuelta al trabajo presencial se lleve a cabo de manera exitosa y que los trabajadores puedan adaptarse a esa vuelta en las mejores condiciones.

Estas son algunas claves para facilitar esa transición del trabajo remoto al trabajo presencial:

Mejorar las condiciones de trabajo en la oficina

Está demostrado que el entorno de trabajo tiene un impacto directo tanto en la productividad como en el bienestar de los empleados, de ahí la importancia de realizar cambios en el espacio de trabajo destinados a hacer del lugar de trabajo más agradable, como optimizar la distribución de las zonas comunes o incluir plantas y elementos decorativos.

Por ejemplo, que cada trabajador disponga de una silla ergonómica puede mejorar significativamente la comodidad a lo largo de la jornada laboral, evitando la aparición de molestias en la espalda o dolores musculares, y favoreciendo el aumento de la concentración y productividad.

Promover la flexibilidad horaria

Aunque la jornada laboral presencial implica estar en la oficina en persona, una forma de aliviar el impacto de la vuelta a la oficina puede ser ofrecer cierto grado de flexibilidad horaria, que permita a cada trabajador tener una mayor sensación de libertad.

Siempre dentro de unos márgenes razonables, se ha demostrado que permitir que los empleados lleguen un poco más tarde o se vayan antes, puede ayudarles a adaptar sus rutinas a su vida diaria y a reducir el estrés.

Espacios de descanso adecuados

Otro aspecto que puede resultar muy favorecedor para aumentar el bienestar general es crear espacios de descanso donde los empleados puedan relajarse y desconectar durante unos minutos de sus obligaciones laborales.

Estos espacios también pueden utilizarse para fomentar la socialización entre los diferentes trabajadores de la empresa, lo que ayudará a fortalecer el sentido de comunidad y mejorar las relaciones laborales.

Programas de bienestar físico y mental

Si quieres ir un paso más allá, también puedes implantar programas que favorezcan el bienestar mental y físico. Porque promover la salud de los empleados no solo pasa por mejorar las condiciones físicas del espacio de trabajo.

Con diferentes opciones disponibles, puedes crear programas que incluyan desde actividades deportivas, hasta sesiones de meditación o terapia psicológica, que ayuden a que tus trabajadores se sientan más cómodos y motivados, lo que se traducirá en una mayor productividad y satisfacción.

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