Alemania

Ucrania y la inmigración marcan el debate más decisivo en Alemania

Tenso duelo televisado entre los cuatro principales candidatos a la cancillería alemana. La extrema derecha pide deportar a los sin papeles

From left, Olaf Scholz of the German Social Democratic party, Robert Habeck of the Green party, Friedrich Merz of the German Christian Democratic Union and Alice Weidel of the Alternative for Germany (AFD) party, take part in a tv discussion in Berlin, Germany, Sunday, Feb. 16, 2025 of the German top candidates for the German federal election on Feb. 23, 2025. (Kay Nietfeld/DPA via AP, Pool)
Germany ElectionASSOCIATED PRESSAgencia AP

Era la primera vez en la historia de la democracia alemana que los candidatos a canciller debatían en un duelo a cuatro. La solución adoptada por la cadena privada RTL evitó invitar únicamente al actual canciller y al líder de la oposición cristianodemócrata.

El problema: desde 2021, cuando Olaf Scholz ganó las elecciones y el entonces candidato de la Unión, Armin Laschet, quedó en segundo lugar, la situación ha cambiado. El SPD ha caído en las encuestas hasta convertirse en la tercera fuerza en intención de voto, mientras que Alternativa para Alemania ha ascendido hasta el segundo puesto.

Como era de esperar, los temas más candentes de la noche en el debate celebrado en directo el domingo a las ocho y cuarto fueron la economía, la inmigración y la guerra de Ucrania. En el debate participaron el todavía canciller en funciones, el socialdemócrata Olaf Scholz; el candidato cristianodemócrata Friedrich Merz; el candidato del partido verde Bündnis 90/Die Grünen, Robert Habeck; y la líder del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania, Alice Weidel.

El canciller se mostró satisfecho de haber reducido en cientos de miles el número de refugiados que llegaron al país, así como de haber reforzado los controles en la frontera. “Casi un tercio de nuestra población tiene una historia de migración y trabaja muy duro por el país”, decía el todavía canciller.

Por el contrario, el candidato de la CDU, Friedrich Merz, afirmó que el Zustrom hält an (“el flujo continúa”) y señaló que Alemania es uno de los pocos países que siguen acogiendo refugiados de Afganistán. Además, aseguró que “es posible negociar con los talibanes si se habla con ellos” y criticó que el Ministerio de Exteriores, liderado por Los Verdes, envíe millones de euros en ayuda al desarrollo a los talibanes “sin hablar con ellos”.

El candidato verde, Habeck, recordó que los talibanes “son un régimen terrorista” y que las personas a quienes se les concede asilo son aquellas que trabajaron para el ejército alemán en el país durante la guerra. Mientras que la candidata de la AfD pidió “fronteras seguras” y “la deportación de inmigrantes ilegales y de personas que hayan cometido delitos”.

A continuación, el candidato de la Unión reiteró que su partido, aunque en algunos temas, como la inmigración, pueda coincidir en estos momentos con la extrema derecha, no cooperará con ella ni formará una coalición. Y le reprimió a Weidel haber dicho en una entrevista este domingo que quiere a Björn Höcke como MInistro, la figura más a la derecha del partido, contra la cual un juez aseguró que se le puede denominar como fascista.

También criticó que el vicepresidente estadounidense pidiera a la CDU que forme una coalición con la AfD. Por su parte, Scholz recordó que la historia del nacionalsocialismo llevó a que no se trabaje en conjunto con partidos de extrema derecha y que esa postura debe mantenerse en el país.

En cuanto a la situación económica con recesión y crisis en el país, la candidata de la extrema derecha pidió de nuevo una vuelta a la energía nuclear así como ignorar las cuestiones relacionadas con el cambio climático y que las empresas alemanas produzcan motores diésel. El Ministro de Economía reconoció que se trata de una crisis estructural y que la responsabilidad es de Putin y de la coyuntura internacional para las exportaciones.

La reforma del freno de la deuda también fue objeto de debate, ya que son varios cientos de millones de euros los que faltan para financiar el estado tal como está estructurado en estos momentos. El candidato verde y el canciller abogan por subir los impuestos a las rentas más altas y mostraron así uno de los temas con los que más discutirán en una posible coalición con la Unión. La AfD no quiere reformar el freno de la deuda, pero también pide aliviar a familias y trabajadores, al igual que a las rentas mas altas en los impuestos. Lo que quieren recortar son las ayudas a extranjeros, quitar el impuesto medioambiental y cancelar la ayuda al desarrollo.

Al respecto de la visita del vicepresidente estadounidense en la Conferencia de Seguridad de Múnich este fin de semana, los candidatos debatieron sobre la propuesta de paz para Ucrania planteada por Trump. La candidata Weidel defendió la actuación americana, algo que no sorprendió, después de que Elon Musk haya apoyado su candidatura y Vence haya pedido acabar con el cortafuegos contra la extrema derecha.

Los otros tres candidatos se mostraron molestos por la intromisión estadounidense, cada uno con sus matices. Merz le echó en cara a Weidel el no hablar de que Rusia ha provocado una guerra que “no solo es contra Ucrania, sino contra todo el orden de seguridad europeo de posguerra”. A Scholz le echó en cara estar en contra de la reintroducción del servicio militar obligatorio que el Ministro de Defensa Boris Pistorius quería imponer progresivamente.

A diferencia de las últimas elecciones, los candidatos no tenían un contador de tiempo mientras hablaban, y el debate se celebró sin público. Esto se decidió después de que, días antes, en otro debate surgiera una polémica sobre la composición del público invitado, que estaba formado exclusivamente por estudiantes, representando así a un segmento muy concreto de la sociedad. No obstante, los candidatos pudieron enviar un mensaje final sin interrupciones a sus posibles electores.

Los efectos del debate serán importantes, ya que un sector de la población sigue indeciso a una semana de las elecciones. Según el instituto Forsa, el 8 % de los votantes considera que este tipo de programas son fundamentales para decidir su voto. Desde hace semanas, las encuestas dan la victoria a la coalición cristianodemócrata, la unión de los partidos CDU y CSU, con alrededor del 30 % de los votos. No obstante, la formación de una coalición sería complicada, ya que se niegan a pactar con la extrema derecha.

En segundo lugar se sitúa el partido ultraderechista AfD, con un 21 % hasta el domingo, mientras que en tercer lugar está el partido del canciller Scholz, con tan solo el 15 %. Le sigue de cerca el partido verde, con un 13 % de los votos. El partido liberal, que comenzó gobernando con Scholz, no lograría entrar en el Bundestag al no alcanzar el 5 % necesario. Por otro lado, la izquierda de Die Linke repunta con un 6 % en las encuestas, y el nuevo partido de la exdirigente de Die Linke, Sahra Wagenknecht, conseguiría entrar con un ajustado 5 %.