Macron quiere ser el "pacificador" que lidere un alto el fuego justo para Ucrania

Ucrania necesita un "pacificador", un líder que sea capaz de liderar una "buena paz" para el país en lugar del mal acuerdo que están cocinando en secreto Washington y Moscú. Y ese papel quiere jugarlo Emmanuel Macron.

El presidente de Francia ha vuelto a hacer gala este fin de semana de su instinto de estadista para rematar un balón que ha estado botando de campo a campo en la Cumbre de Seguridad de Munich, pero al que nadie se atrevía a hacer frente: Europa tiene que ponerse manos a la obra para defender los intereses de Ucrania en un proceso de paz.

Después del agresivo discurso del vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, contra la vieja Europa, que tanto ha enfadado a las cancillerías del viejo continente, y sobre todo después de conocerse que los responsables de Exteriores de Estados Unidos y Rusia ya han hablado por teléfono para ir fijando los acuerdos del tratado de paz, el presidente francés decidió invitar oficialmente a los líderes europeos a una reunión urgente en París para hablar sobre la paz en Ucrania.

Oficialmente, en el orden del día está debatir los planes de Donald Trump para Ucrania, pero el objetivo real es intentar frenar una estrategia al más puro estilo Trump que pretende puentear no solo a Ucrania, sino también a Europa, y negociar los términos del acuerdo directamente con Vladimir Putin, para quien ya ha pedido incluso su reingreso en el G-8.

De momento, ya han confirmado que tienen previsto asistir a esta cumbre urgente el canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro británico, Keir Starmer. El ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, también confirmó la asistencia del primer ministro polaco, Donald Tusk, a través de una publicación en X, si bien la eliminó posteriormente, según Europa Press. El Elíseo espera que se confirme la presencia de más líderes.

Pese a que la hoja de ruta del presidente estadounidense estaba anunciada de antemano, lo cierto es que la velocidad de crucero impuesta por la Casa Blanca ha pillado desprevenida a la Unión Europea, que ahora se apresta a al menos salvaguardar su autonomía en el terreno que le queda por decidir, la adhesión de Ucrania a la UE, una vez que la incorporación a la OTAN se aleja.

Este mismo sábado, la comisaria europea de Ampliación, Marta Kos, reconoció que está trabajando "a toda maquina" con su equipo en el proceso de adhesión de Ucrania, ya que su pertenencia a la Unión Europea es la "mejor" garantía de seguridad para el país y Europa. "Mi equipo y yo estamos trabajando a toda máquina en el proceso de adhesión de Ucrania", manifestó Kos en sus redes sociales.

Este domingo, el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, puso el dedo en la llaga al recordar a los líderes europeos que necesitan un ejército común, una vieja aspiración que nunca ha conseguido salir adelante, como sí lo hicieron las uniones económica y política. El mandatario ucraniano recordó a sus homólogos que solo bajo un paraguas común que englobe a todo el continente serían capaces de hacer frente a una agresión como la que Rusia ha cometido sobre su país.

La estrategia de Macron tiene también una lectura en clave interna, toda vez que el país lleva meses sumido en la inestabilidad política, con gobiernos débiles, continuos cambios de primer ministro y mociones de censura prácticamente un mes sí y otra también. Ucrania puede ser un buen punto de distacción para devolver cierta grandeza a Francia.