Isabel Preysler se refugia en Marbella, en la mansión de un banquero millonario

Isabel Preysler ha decidido echar cerrojo a su vida este verano, el primero sin la compañía de Mario Vargas Llosa. Su ruptura ha supuesto una cierta retirada de la socialité de la vida pública, o al menos eso es lo que se había entendido, pero desde ‘Informalia’ han dado otra clave que podría explicar por qué ya no se deja ver tanto en público. Tal y como informan desde el citado medio, la madre de Tamara Falcó –entre otros- estaría disfrutando de unas discretísimas vacaciones en Marbella, encerrada en una lujosa mansión dejándose cuidar en uno de los momentos más inciertos de su vida sentimental. Y no está sola.

El final de su relación con el Nobel ha supuesto un revés para Isabel Preysler, pero no tan grande como el recibido al ver cómo Mario Vargas Llosa regresaba al lado de su exmujer Patricia. El escritor se ha refugiado en la madre de sus hijos para comenzar a reconstruir su vida sin la filipina, pero parece que esa cercanía ha descolocado un tanto a la protagonista. Así ha debido suceder cuando ha visto en los medios de comunicación que su expareja pasaba unos días de relax y desconexión en la clínica Buchinger de Marbella junto a la que fuese su esposa. El mismo plan que el verano pasado hicieron juntos.

Ahora, tal y como han adelantado desde ‘Informalia’ en exclusiva, Isabel Preysler también ha decidido emplazar su recuperación anímica tras la ruptura en la Costa del Sol. Eso sí, ella tampoco está sola. Según este medio, de forma “clandestina” se ha instalado en la exclusiva residencia del banquero José María Amusátegui y su mujer Amalia, dos buenos amigos a los que ya frecuentaba cuando estaba casada con Miguel Boyer. Con ellos se siente como en familia y puede encontrar momentos de paz cuando necesita recomponerse, pero también instantes de diversión con sus amigos para olvidar lo vivido y crear nuevos recuerdos.