
Familia
Estos dos factores fundamentales pueden predecir el divorcio, según un psicólogo
Un estudio explica dos posibles condiciones en los matrimonios que hacen más propensa la separación

El divorcio es un evento de gran impacto en la vida de cualquier persona. No sólo afecta a la pareja involucrada, sino que también transforma familias, altera la estabilidad financiera y conlleva repercusiones sociales y culturales. Un reciente estudio publicado en Communications Psychology en enero de 2025 analizó la probabilidad del divorcio en personas de 55 países, revelando que existen dos factores clave que pueden predecir si alguien considerará la separación como opción: los factores culturales y los valores personales.
1. Factores culturales: el impacto de la sociedad en la percepción del divorcio
La cultura en la que una persona crece juega un papel crucial en su actitud hacia el divorcio. En algunas sociedades, la estabilidad familiar es prioritaria, y terminar un matrimonio puede verse como un acto que desafía el orden social. En otras, la autonomía individual y la felicidad personal son valores fundamentales, lo que hace que el divorcio sea más aceptado y, en muchos casos, considerado una decisión responsable y necesaria.
Según el estudio, las sociedades que promueven la autonomía individual tienden a tener tasas de divorcio más altas, ya que el bienestar personal se prioriza sobre la permanencia en una relación insatisfactoria. Por el contrario, las culturas que enfatizan la integración social desalientan el divorcio, fomentando la estabilidad familiar incluso cuando esta puede afectar la felicidad individual.
Por ejemplo, en sociedades donde la familia es vista como una institución central, las personas pueden sentir una presión intensa para permanecer casadas, aun si su relación es infeliz. En cambio, en culturas donde el crecimiento personal y la autodeterminación son fundamentales, el divorcio se considera una opción válida para quienes buscan un cambio positivo en sus vidas.
Los investigadores del estudio concluyeron que la percepción del divorcio depende de si la sociedad lo ve como un medio para lograr la realización personal o como una amenaza a la estructura familiar tradicional.
2. Factores personales: valores individuales que influyen en la decisión de divorciarse
Más allá de los factores culturales, los valores personales también juegan un papel determinante en la probabilidad de divorcio. El estudio identificó dos conjuntos de valores que influyen en la actitud hacia el matrimonio y la separación: los valores de conservación y los valores de apertura al cambio.
Las personas que priorizan los valores de conservación son menos propensas a considerar el divorcio. Estos valores incluyen:
- Conformidad: Aquellos que siguen estrictamente las normas sociales y buscan evitar el juicio externo tienden a permanecer en matrimonios infelices para cumplir con las expectativas de su entorno.
- Tradición: Para quienes ven el matrimonio como un compromiso moral o religioso inquebrantable, el divorcio es una opción menos viable.
- Seguridad: Si la estabilidad financiera o emocional es prioritaria, algunos pueden optar por permanecer en un matrimonio a pesar de la insatisfacción. Más, en ciertas situaciones de vulnerabilidad económica en el hogar.
Por otro lado, las personas que valoran la apertura al cambio tienen una mayor probabilidad de optar por el divorcio cuando su relación ya no satisface sus necesidades. Entre estos valores se encuentran:
- Autodirección: Quienes buscan independencia y crecimiento personal consideran el divorcio una forma de recuperar el control sobre sus vidas.
- Estimulación: Aquellos que buscan novedad y emoción pueden ver el divorcio como una oportunidad para explorar nuevas experiencias.
- Hedonismo: Si el disfrute personal y la felicidad son prioridades, las personas pueden estar menos dispuestas a permanecer en matrimonios infelices.
Comprender la influencia de la cultura y los valores individuales en la probabilidad de divorcio puede ayudar a las parejas a construir relaciones más conscientes y alineadas con sus creencias. Según los autores del estudio, cuando las parejas comparten valores similares, tienen más probabilidades de mantener una relación estable. Sin embargo, si existen diferencias fundamentales en la forma en que ven la autonomía, la tradición o la felicidad personal, es más probable que surjan conflictos irreconciliables.
Al final, el amor es importante, pero los valores compartidos son los que determinan si un matrimonio puede resistir la prueba del tiempo. Reflexionar sobre nuestras creencias y expectativas en el matrimonio es esencial para tomar decisiones conscientes sobre nuestra vida en pareja.
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