El campo español, entre el alivio y la alarma por las lluvias de marzo: fin a la sequía a costa de pérdidas millonarias y retrasos en los cultivos

Marzo deja al sector agrícola español con un sabor agridulce. Las lluvias registradas durante 25 días consecutivos de marzo, un 143% por encima de lo habitual, han dejado un panorama de contrastes en el campo español, aliviando la sequía de gran parte del territorio, pero causando también importantes pérdidas en otras zonas. Mientras en regiones como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Galicia y la Comunidad de Madrid las precipitaciones han sido un respiro para los agricultores, revitalizando los cultivos y llenando embalses, en la Región de Murcia, Andalucía, Extremadura y algunas zonas de la Comunidad Valenciana las lluvias torrenciales han causado inundaciones y destrozado cosechas, poniendo en jaque la producción de hortalizas y cítricos.

Las organizaciones agrarias siguen haciendo balance del impacto de las lluvias en los cultivos ya que en algunas zonas no han cesado aún. Del lado positivo, COAG señala que las precipitaciones han aliviado la sequía, especialmente en el sur y el este peninsular, donde las reservas hídricas se han incrementado el 14%. Desde la organización agraria destacan que las lluvias han ayudado a recargar los acuíferos y rellenar los embalses, una situación clave para la campaña de regadío, que arranca en abril. Las reservas en las cuencas del Tajo y el Duero superan el 70% y rondan el 50% en las del Guadalquivir y en Cataluña. Esto es crucial porque si los embalses se encuentran por encima del 60% no hay restricciones al regadío. Además, en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Galicia y Comunidad de Madrid, la lluvia ha beneficiado los cultivos de secano, como los cereales, y los leñosos, como el viñedo, olivar y los frutos secos, al mejorar la humedad del suelo en pleno inicio del ciclo vegetativo. Asimismo, los pastos han mejorado de forma notable, especialmente en Galicia y la cornisa cantábrica, lo que supone un alivio para la ganadería extensiva, tras meses de escasez en un invierno más seco de lo habitual.

El impacto general del lluvioso mes de marzo en el campo español ha sido positivo, sobre todo porque en gran parte las precipitaciones no han sido de carácter torrencial. Sin embargo, hay regiones donde miles de hectáreas han quedado arrasadas y hay importantes retrasos en los cultivos. El presidente de Asaja, Pedro Barato, apunta en declaraciones a LA RAZÓN que en la Comunidad de Madrid se han producido problemas de encharcamiento en torno al Tajo. En concreto, más de un millar de hectáreas de terreno cultivado en la Vega madrileña del Tajo, especialmente entre Aranjuez y el pueblo toledano de Añover de Tajo, han quedado anegadas por las cuatro borrascas que han pasado desde principios de este mes por la región y el resto de España. Francisco José García, presidente de Asaja Madrid, explica que, las precipitaciones no han sido el problema, sino las inundaciones en explotaciones ganaderas y cultivos derivadas de las evacuaciones de agua en las presas del Tajo. Asimismo, Asaja denuncia que la gran problemática ha sido la limpieza del río.

No obstante, la peor parte se la han llevado la Región de Murcia y Andalucía. Según datos de COAG, en la Región de Murcia, las inundaciones han afectado a más de 5.000 hectáreas de lechuga, brócoli y coliflor, con pérdidas estimadas en 10 millones de euros. Asaja, por su parte, habla de 15 millones de euros y entre 4.500 y 6.000 hectáreas afectadas. Mientras, en Andalucía los daños se han concentrado en cultivos hortícolas y cereales en algunas provincias, y en caminos rurales de toda la comunidad. Desde COAG también explican que algunos cultivos de cebolla en la Comunidad Valenciana se han podrido por la excesiva humedad.

Asaja destaca que los cultivos hortícolas, de girasol y patata están sufriendo importantes retrasos. COAG habla de cómo en Sevilla los cultivos de secano como girasol o garbanzo aún no se han podido sembrar y cultivos de invierno como los cereales están sufriendo enfermedades fúngicas y asfixia radicular por el exceso de agua. "En el Bajo Guadalquivir son muchos los cultivos que se van a perder, o se han perdido ya, como es el caso de los guisantes que ahora mismo están teniendo problemas por las enfermedades radiculares que ocasionan la podredumbre de las raíces", señala COAG en un comunicado. El exceso de lluvias también está afectando a cultivos como las brásicas (coliflor, brócolis, repollo, grelo…) que tendrían que estar recolectándose ya, pero es que ni maquinaria ni trabajadores pueden entrar en el campo sin atascarse.

Asimismo, la lluvia ha afectado el cultivo de frutos rojos en Huelva, pues el exceso de humedad ha dañado muchas fresas y la subida de su precio no compensa las pérdidas, a lo que se unen los daños en más de 200 hectáreas de invernaderos por el fuerte viento. En Almería, las persistentes lluvias registradas durante el mes de marzo están causando daños en algunos cultivos hortícolas al aire libre y en invernadero, como brócoli, pepino, pimiento, sandía y melón, estos dos últimos en plena fase de polinización.

En Extremadura, las organizaciones agrarias han pedido al Gobierno declarar zonas catastróficas comarcas como Campiña Sur, La Serena o Jarandilla por las lluvias de estos días. En este sentido, el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, apunta que el Ejecutivo ya está contando con ayuntamientos extremeños afectados por la lluvia para que trasladen los daños. En las regiones más beneficiadas como Castilla y León, las lluvias también han retrasado ciertas tareas agrícolas. Así lo reconoce David Tejerina, presidente de COAG en Palencia, que apunta a que se han retrasado la aplicación de fitosanitarios o abono de cobertura. También se ha demorado la siembra de segunda sementera y de los cultivos de regadío, aún así los agricultores se muestran satisfechos pues se ha registrado un alivio significativo de la sequía.

Tanto COAG como Asaja continuarán monitorizando la situación en las próximas semanas, cuantificarán los daños causados por el exceso de agua y solicitarán apoyo urgente para los agricultores afectados por las inundaciones y el fuerte viento cuyas cosechas de primavera podrían retrasarse.