La CUP pide ayuda a la extrema derecha independentista para saber cómo gestionar el padrón municipal

Un sorprendente giro en la política municipal catalana ha salido a la luz tras un tuit de la alcaldesa de Ripoll y líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, conocida por reivindicar su islamofobia. Según ha afirmado en su cuenta de X, muchos ayuntamientos catalanes la han llamado para saber cómo festiona el padrón municipal y, de ese modo, poder imitarlo. Sin embargo, la sorpresa ha llegado cuando ha dicho que algunos de esos ayuntamientos son de la CUP, la extrema izquierda independentista y antisistema.

"Os hago saber que numerosos ayuntamientos de Catalunya han llamado a donde gobierna "la extrema derecha independentista" para saber cómo gestiono el padrón y poder imitarlo. Alguno de estos ayuntamientos, gobernado por la CUP... ¡Qué necesarios que éramos!", expresaba Orriols en su cuenta,

La CUP ha sido históricamente uno de los partidos más favorables a las políticas de puertas abiertas y ha sido un firme opositor a cualquier propuesta que implique un mayor control de la inmigración. Sus dirigentes han sido los más rápidos en calificar de "racistas", "xenófobos" y "fascistas" a aquellos que plantean un debate sobre el impacto de la inmigración en Cataluña o España. Sin embargo, según la versión de Orriols, ahora buscan asesoramiento precisamente en quienes defienden un enfoque diametralmente opuesto al suyo.

Crecimiento de la preocupación por la inmigración

Cataluña es la región de España con mayor porcentaje de población inmigrante, y en los últimos años ha aumentado el debate sobre un posible riesgo de islamización en algunos municipios. En este contexto, formaciones como Vox y Aliança Catalana han experimentado un crecimiento electoral, con discursos duros contra la inmigración masiva y el avance del islamismo en Cataluña, ante la evidencia de que, en los municipios donde más inmigrantes hay, más disturbios hay.

Por el contrario, la CUP se ha mantenido fiel a un discurso de izquierdas basado en el "buenismo" y la inclusión sin restricciones. Sin embargo, las palabras de Orriols sugieren que incluso algunos de sus alcaldes están reconociendo la necesidad de endurecer ciertos criterios en la gestión del padrón municipal.

Un cambio de postura o una contradicción interna

La noticia plantea interrogantes sobre si la CUP está cambiando su postura respecto a la inmigración o si se trata simplemente de una estrategia pragmática de algunos de sus dirigentes locales, incapaces de gestionar los problemas derivados de su propia política migratoria.

Lo que queda claro es que la tensión sobre la gestión de la inmigración en Cataluña sigue creciendo, y que el debate que hasta hace poco era monopolizado por la izquierda empieza a adquirir nuevos matices con la irrupción de fuerzas políticas que desafían el consenso progresista.