La plaza de toros más cercana al mar de todo el mundo está aquí

Todas las regiones tienen sus curiosidades y Cantabria no se queda fuera de esta lista. De hecho en uno de sus pueblos más famosos se encuentra la plaza de toros que más cerca está del mar de todo el mundo. Exactamente a siete metros de las olas del Cantábrico.

Esta plaza es histórica y fue inaugurada en el año 1907. Los sillares son de piedra caliza y cuenta con un muro levantado, precisamente, para protegerla de las inclemencias del mar.

Este coso, con un aforo de seis mil localidades, fue diseñado por el arquitecto Mario Camiño y el encargado de la obra Leoncio Alonso. La plaza se levantó en sustitución a otra, de madera, que era la que albergaba las corridas de toros de Santoña.

La tradición taurina de esta localidad, conocida mundialmente por sus anchoas, se remonta al año 1880, que es cuando se sabe que se torearon las primeras reses. Concretamente, las corridas se hicieron en el patio de armas del Fuerte. Fueron los vecinos los que impulsaron la necesidad de construir una plaza de toros nueva, con capacidad para albergar tanto a los toreros como a los aficionados. Y lo lograron.

Además, en el año 2009 se llevó a cabo un rehabilitación integral de la misma, dentro del programa de "Patrimonio de protección Singular del Plan General de Ordenación Urbana en Santoña". Concretamente, se hicieron obras de mejora en los balconcillos originales.

La plaza de toros de Santoña, desde la que se puede escuchar el mar, cuando con un tendido distribuido en quince filas y tiene ocho tendidos de los cuales, cuatro son de sol y cuatro de sombra.

Los días 7 y 8 de septiembre esta localidad celebra las fiestas en honor a la Virgen del Puerto y es tradición que haya corrida de toros. Precisamente fue en esas fechas, pero del año 1907 cuando se dio por inaugurada la plaza de toros más cercana al mar de todo el mundo. El cartel esos días anunciaba las faenas de los toreros Antonio Guerrero Román Guerrerito y Castor Jaureguibeitia “Cocherito de Bilbao”, frente a reses de la ganadería sevillana de Eduardo Olea (el primer día) y el segundo día, con los toros de Vicente Martínez. También actuó esos días el novillero vasco Luciano Bilbao Lunares.

No solo de anchoas puede presumir Santoña, que también; pocas plazas de toros habrá en el mundo desde las que se pueda escuchar el mar. Pero desde la de Santoña sí, hasta casi tocarlo. La única plaza de toros que es puerto de mar.