
Nueva etapa
Juanma Moreno exige a la UE más poder para las regiones
El jefe del Ejecutivo andaluz inicia su mandato como copresidente del Comité de las Regiones mientras la Comisión estudia primar la transferencia de fondos con planes nacionales
El presidente de Andalucía, Juanma Moreno, fue elegido ayer vicepresidente del Comité Europeo de las Regiones y ocupará la presidencia en 2027, gracias a un acuerdo con los socialistas europeos. Por ahora, la presidenta será Kata Tutto, concejal del Ayuntamiento de Budapest y perteneciente a la familia socialdemócrata. Aunque no es la primera vez que las dos principales familias políticas se reparten la presidencia de este organismo y de otras instituciones europeas, los dos políticos se plantean de facto este pacto como una «co-presidencia», en aras de que haya una estrategia común durante los próximos cinco años. «Juntos formamos un equipo para estos cinco años que está basado en la comunicación sincera, confianza, cooperación y nuestra pasión por Europa», aseguró Tutto.
Aunque en un principio Moreno debía ser quien ostentara el cargo durante los dos primeros años y medio, se ha decidido cambiar el turno para no interferir en las elecciones a la Junta.
El comité de las regiones es un organismo que representa a todas los entes regionales europeos, lo que en el caso de España incluye a las comunidades autónomas y sus presidentes. Aunque elabora dictámenes de manera periódica, éstos no tienen carácter vinculante. A pesar de esto, es el único foro europeo que permite escuchar la voz de las regiones europeas en un momento especialmente crítico.
En el mes de julio, se espera que la Comisión Europea presente sus propuesta para el próximo periodo presupuestario plurianual que comenzará en el año 2028. Aunque todavía se desconocen los detalles, la Comisión Europea quiere llevar a cabo una revolución en el reparto de las ayudas. El nuevo enfoque plantea primar la transferencia de fondos a través de planes de reformas nacionales y la fusión de algunos programas como la Política Agrícola Común (PAC) y los fondos de cohesión (las partidas que reciben las comunidades autónomas). Además, algunas regiones europeas han comenzado a pedir que estas últimas ayudas puedan dedicarse también a la política de Defensa, una de las grandes prioridades del próximo periodo presupuestario tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca quien ha pedido que el gasto de los países europeos en este ámbito ascienda hasta el 5% del PIB.
Este planteamiento de centralizar la distribución de los fondos a partir de 2028 no gusta a las regiones europeas, que temen perder poder y que sean las autoridades nacionales las que tengan la última palabra. En un país tan descentralizado como España, la oposición es manifiesta. Además, existe el temor de que priorizar otras políticas y fusionar programas acabe suponiendo un recorte de las subvenciones agrícolas. Moreno aseguró que las regiones deben tener un «papel central» en la «gestión de los fondos de cohesión» por lo que deben estar «muy alerta» ante las «señales» que apuntan a estos cambios.
Por su parte, Tutto también incidió en que un control «en exceso» de la política de cohesión a través de la centralización puede abocar al fracaso ya que se «vuelve rígida», lo que no permite reaccionar con la suficiente rapidez ante los acontecimientos.
Abundando en ello, Moreno, en el Pleno del Comité de las Regiones Europeas, trasladó al vicepresidente ejecutivo y comisario europeo de Cohesión y Reformas, el italiano Raffaele Fitto, este posicionamiento y recordó que los miembros del Comité de las Regiones han adoptado varios dictámenes y resoluciones sobre la Política de Cohesión, en los que manifiestan una «posición clara sobre la necesidad de reducir las diferencias estructurales entre las regiones y fomentar el desarrollo equilibrado del territorio comunitario y la igualdad de oportunidades entre las personas».
También esgrimió la posición común del CDR para que la política de cohesión «siga siendo la principal política de inversión descentralizada» y que ello inspire el Marco Financiero Plurianual posterior a 2027, de manera que se aseguren recursos a las regiones y ciudades para el ejercicio de las políticas comunitarias a nivel local. Por ese motivo, la aspiración es que el presupuesto de la UE sea, al menos, equivalente al del período 2021-2027, porque es fundamental para reforzar la «resiliencia de nuestros pueblos, ciudades y regiones y mejorar la competitividad de la UE en su conjunto y, por ende, su autonomía estratégica».
Asimismo, el presidente de la Junta de Andalucía defendió la protección de las ayudas a los agricultores europeos para garantizar la «soberanía alimentaria» y la necesidad de que la Unión Europea aborde la necesidad de garantizar el acceso al agua, un problema que afecta sobre todo a Andalucía pero que puede extenderse a otros territorios europeos, debido al cambio climático.
Relacionado con este ámbito, se mostró partidario de que la Comisión Europea estudie «periodos transitorios más amplios para no asfixiar a la agricultura y a la ganadería, no perder nuestra soberanía alimentaria y, además, financiar esa transición» hacia las políticas verdes y energías renovables.
Por último, el presidente andaluz tomó la palabra en el debate sobre la crisis de la vivienda para pedir más implicación de las instituciones europeas, con motivo de la intervención del comisario europeo de Energía y Vivienda, Dan Jorgensen. Trasladó que es un deber de los responsables políticos tomar medidas ante las grandes dificultades de los ciudadanos para acceder a una vivienda en todos los sectores de edad, aunque son «especialmente alarmantes las cifras en el sector joven».
Señaló que el CDR tiene intención de trabajar de forma estrecha con el grupo de trabajo constituido a nivel político y técnico para dar una visión transversal al problema de la vivienda y de colaborar con la Comisión Europea para que el futuro Plan europeo de vivienda asequible, «desde un enfoque local y regional, ofrezca soluciones en cuanto a la financiación y la inversión en el sector de la vivienda, y que permita abordar los desafíos que tienen nuestras zonas urbanas, periurbanas y rurales en materia de vivienda».
Moreno, que se ha estrenado en el cargo prometiendo diálogo y búsqueda de consensos, también lamentó que ahora mismo en España no pueda producirse un acuerdo entre populares y socialistas como el que ha tenido lugar en el comité de las regiones. «Yo aspiro y deseo que en un futuro sí se den esas condiciones para acuerdos importantes de Estado entre PSOE y PP, eso ya dependerá de la actitud del que dirige el país, en este caso, que es el que decide dónde pone el límite y la posibilidad de acordar».
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