Sociedad

La droga cae del cielo en la cárcel de Almería

El «lanzamiento de estupefacientes» desde el exterior provoca graves disturbios entre los internos de «El Acebuche»

Los sindicatos señalan que llama la atención la «falta de médicos en El Acebuche» con «hasta siete vacantes que no se cubren»
Los sindicatos señalan que llama la atención la «falta de médicos en El Acebuche» con «hasta siete vacantes que no se cubren»La Razón

Dos internos del centro penitenciario de «El Acebuche», en Almería, fueron atendidos esta semana en la enfermería de la prisión tras una pelea multitudinaria en el patio en la que se vieron involucrados una quincena de presos. El altercado ocurrido en el módulo 7, uno de los más conflictivos de la cárcel, provocó la intervención de una docena de funcionarios y derivó en el cierre de toda la población reclusa para esclarecer los hechos, además del internamiento de cinco de ellos en celdas de aislamiento. «Parece que todo se había originado por el lanzamiento de drogas al patio», explicó Antonio Pérez, miembro de la junta de personal de Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM), pues «caen los estupefacientes y llega el conflicto, que bien pudo derivar de si alcanzó o no al receptor que en teoría la iba a vender (dentro del centro penitenciario» .

Desde el sindicato mayoritario en la penitenciaría almeriense «hemos hecho mucho hincapié en la necesidad de una mayor presencia de la Guardia Civil en funciones de vigilancia exterior, para mitigar estos envíos de droga que se están produciendo al interior del centro penitenciario». Una «lluvia» de estupefacientes contra la que también piden una «unidad canina que nos ayudaría en la localización de estos ilícitos en la prisión», así como a «intervenir cuando se producen intentos de introducir droga en los ‘vis a vis’ o situaciones similares».

Sin embargo, el lanzamiento de droga es solo la punta del iceberg de los problemas que aumentan los «riesgos» para los funcionarios de la cárcel almeriense, ya que «estamos en niveles de población reclusa altamente preocupantes», según el TAMPM, de forma que «alcanzamos el 100% de nuestra capacidad operativa y no tenemos huecos para meter a los internos». En este sentido, «no se puede llevar a cabo una clasificación correcta y no tenemos mucho margen de maniobra cuando hay que mover a los reclusos», incidió Pérez, considerando «necesario no sobrepasar una cifra óptima en torno a 800 internos, cuando estamos otra vez en los 880». Un exceso en la población reclusa que se ve afectado también por «las características de la prisión debido a donde estamos ubicados», ya que aumentan los «presos relacionados con tráfico de personas y de drogas», gente que «está ingresando de manera preventiva y cuyos traslados requieren más trámites y autorizaciones de los juzgados». «Si no movemos a los preventivos tendremos que hacerlo con los internos penados», afirmó el representante sindical, porque «si no la situación irá a peor».

Además, llama la atención la «falta de médicos en El Acebuche» con «hasta siete vacantes que no se cubren» y que provocaron que, en este último caso, «uno de los heridos con una brecha en la cabeza fuera atendido por videollamada» por un facultativo que «valoró y dio las instrucciones a una enfermera para llevar a cabo el tratamiento». El propio director del centro penitenciario, Nahum Álvarez, reconoció la ausencia de personal sanitario, porque «es un problema sistemático de todo el sistema penitenciario, pues no se cubren las vacantes ante la falta de demanda». «Estamos conectados en este caso a un servicio de telemedicina, que es el que funcionó esta vez» aclaró el responsable de «El Acebuche».

También el sindicato CSIF lamentó que exista una «superpoblación» de internos, hasta 87 en el citado módulo 7, por lo que solicitaron que se «minimice el número de presos en este área al menos en una veintena» para evitar el «peligro tanto a la población reclusa como a la plantilla de los trabajadores», apreció su responsable José Gallegos. No obstante, esta «dantesca pelea» para CSIF es un «hecho puntual» para el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín.

«Hace apenas 12 o 15 años teníamos un número muy superior al que ahora mismo hay», aseveró de nuevo ante los medios, defendiendo que «el nivel de cobertura de los puestos de trabajo en el centro penitenciario es bastante alto» y alejándose de los «máximos históricos de reclusos». Asimismo, manifestó que desde el Ministerio del Interior se trabaja en «la mejora constante y el incremento de plantilla», para poder «para dar la mejor atención posible» a los internos.

Unos esfuerzos que no comparten desde el Partido Popular, que ha pedido que comparezca el secretario general de Instituciones Penitenciarias en el Congreso de los Diputados para explicar este incidente y la «masificación» de internos. «Hoy ‘El Acebuche’ es el caldo de cultivo perfecto para que se den incidentes tan graves como el vivido el pasado lunes», estimó la diputada almeriense Maribel Sánchez Torregrosa, para quien también es preciso «aumentar los medios materiales para que los funcionarios y el resto de los trabajadores penitenciarios puedan realizar su trabajo en mejores condiciones».

En lo que sí coinciden todos es en valorar la «excelente labor» y el «compromiso» de los trabajadores de la cárcel de «El Acebuche» para pacificar un centro penitenciario donde el pasado año sufrieron hasta ocho agresiones por parte de internos.