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El gadget del sábado: Galaxy Watch Ultra, Samsung apuesta por una campanada

Un reloj con el apellido que ya usan otras marcas para señalar un reloj con prestaciones de alta gama y durabilidad.

Galaxy Watch Ultra
Uno de los Ultra con más personalidad del mercadoSamsungSamsung

El primero fue Apple, con su Ultra, luego llegó Huawei con su Fit 3… Relojes inteligentes que no solo utilizan materiales de alta gama, también ofrecen una gran resistencia, numerosas prestaciones vinculadas al deporte y una gran resistencia a los golpes, inmersiones y alturas. A estos dos smartwatches se le suma ahora Samsung con su Galaxy Watch Ultra.

Lo primero que llama la atención de este reloj de Samsung (y que lo separa de los ejemplos antes mencionados) es su diseño. Si el Huawei y el Apple seguían una estética muy similar, aquí estamos hablando de un reloj que sigue un perfil más clásico. De hecho, si no fuera por su botón giratorio en color naranja (una constante en todos los Ultra), pasaría por un reloj analógico.

También es ligeramente más grande que los otros dos, con una pantalla AMOLED de 1,5 pulgadas y 3.000 nits de resolución. Esto significa que, en los entornos más luminosos, la visibilidad mantiene su fidelidad y es sencillo buscar la información sin necesidad de perseguir la sombra. En este apartado, el de la pantalla, es uno de los mejores, tanto por resolución, como por tamaño y calidad.

El Galaxy Watch Ultra hace lo básico que hacen casi todos los relojes inteligentes de alta gama. Mantiene una obvia conexión con el móvil para registrar nuestras rutas, recibir llamadas (bien el altavoz), responder con mensajes predeterminados y controlar parámetros de nuestra salud (electrocardiograma, volumen de oxígeno en sangre…) y nuestro sueño.

A eso hay que sumarle la certificación militar SD MIL-STD-810H. Básicamente, esto confirma (según las principales agencias militares de Estados Unidos) que es resistente a alturas superiores a los 5.000 metros, a temperaturas extremas, a caídas cercanas a los 3 metros… Gran parte del reloj está construido en titanio y parte en policarbonato, lo que le aporta ligereza y durabilidad. La esfera está protegida con cristal de zafiro y se nota en los encuentros más desafortunados.

El reloj está disponible en blanco, titanio y gris/negro. Y vamos con los detalles menos afortunados. En el lateral, el botón rojo gira, pero no tiene ningún efecto este giro, solo si lo pulsamos da un resultado (que es programable). Hubiera sido interesante utilizarlo para navegar hacia arriba y abajo en el menú.

Otro detalle que eleva las cejas frecuentemente es que la carga inalámbrica Qi solo funciona en ciertos casos, básicamente solo con base Samsung… Algo que también afecta a la compatibilidad del reloj con otros móviles: si tienes un teléfono que no sea del fabricante coreano, hay prestaciones que no podrás usar. Otro problema se da con los sistemas de encaje de las correas: no son universales, hay opciones de otras marcas, pero no tantos al perder esa universalidad.

En el apartado positivo sumamos un GPS dual que aporta gran precisión, una batería enorme (aunque se necesita al menos una hora para cargarlo) y una durabilidad de al menos 4 días completos… dependiendo del uso y si tenemos la pantalla en funcionamiento las 24 horas. En síntesis, se trata de un reloj que por diseño se diferencia a sus semejantes y por prestaciones cumple con (casi) todos los requisitos para los deportistas más exigentes.

Veredicto:

En casi todos los apartados técnicos pasa del 9, el único obstáculo es su precio: casi 700 euros. ¿Los vale? Si lo comparamos con el Apple Watch Ultra sin duda, si lo comparamos con el Huawei Fit 3, puede que no tanto.