Starmer advierte a Trump: Reino Unido no se pondrá al lado de EE UU contra la UE

Si Winston Churchill no eligió y tampoco lo hizo Clement Attlee, el actual inquilino de Downing Street, Keir Starmer, no está dispuesto a tener que ser el primero. Así lo ha dejado claro el líder laborista al recalcar que su ejecutivo seguirá buscando vínculos más estrechos tanto con un Estados Unidos liderado por Donald Trump como con las capitales europeas, sin que una cosa sea incompatible con la otra. El premier protagonizó el lunes por la noche su primer discurso en el banquete anual ante la City de Londres desde que ganó las elecciones en julio poniendo fin a la era tory. Tradicionalmente, se trata de una gran oportunidad donde el responsable del Gobierno habla sobre política exterior. Y estaba claro que la velada iba a estar marcada por el regreso de Trump a la Casa Blanca y su promesa de imponer aranceles a sus aliados.

Reino Unido lleva buscando desde hace tiempo un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, una de las grandes promesas del Brexit. Sin embargo, las posibles demandas de Washington podrían chocar con la regulación comunitaria. Por lo que Starmer podría verse obligado a elegir. En este y otras cuestiones claves, como la guerra de Ucrania. Históricamente el Reino Unido ha presumido de su “relación especial” con los americanos. Pero la llegada de Trump, un político completamente impredecible, podría poner en aprietos al actual inquilino de Downing Street, cuya rectitud como antiguo fiscal general del estado no puede chocar más con la del presidente electo.

“La idea de que debemos elegir entre nuestros aliados, de que de alguna manera estamos con Estados Unidos o con Europa, es simplemente errónea”, dijo Starmer durante su esperada intervención. “La rechazo por completo”, añadió.

El primer ministro - que se esforzó por hablar de la cena amistosa que tuvo con Trump antes de las elecciones estadounidense de noviembre— trató de poner los vínculos del Reino Unido con Estados Unidos en un contexto histórico. Enumeró a los primeros ministros anteriores que habían trabajado tanto con Estados Unidos como con Europa en tiempos de agitación, y señaló el “sacrificio compartido” de dos guerras mundiales.

“[Clement] Attlee no eligió entre aliados”, dijo. “[Winston] Churchill no eligió. El interés nacional exige que trabajemos con ambos”, recalcó. Starmer agregó: “Nuestra relación con los Estados Unidos ha sido la piedra angular de nuestra seguridad y nuestra prosperidad durante más de un siglo. Nunca nos apartaremos de eso. La llamamos relación especial por una razón. No está escrita en un tratado seco y polvoriento, sino en la tinta del sacrificio compartido”.

La victoria de Trump ha causado conmoción en las capitales europeas. El presidente entrante de los Estados Unidos ha pedido repetidamente a los miembros de la OTAN que hagan más para pagar su propia defensa, mientras la amenaza de los aranceles se cierne sobre ellos.

“No se trata de sentimentalismo, se trata de realismo práctico”, dijo Starmer sobre la alianza del Reino Unido con los Estados Unidos. “Una y otra vez, la mejor esperanza para el mundo y la forma más segura de servir a nuestro interés nacional mutuo ha surgido de que nuestras dos naciones trabajen juntas. Y todavía lo hacen”, matizó.

Al mismo tiempo, el gobierno de Starmer está intentando restablecer las relaciones con la Unión Europea después del Brexit, después de años de malos tratos, incluyendo una relajación de las fricciones comerciales con el bloque.

Por otro lado, Starmer mencionó explícitamente la posibilidad de conversaciones de paz con Ucrania, un cambio significativo desde la operación Downing Street de su predecesor Rishi Sunak este año, que negó que el gobierno británico estuviera explorando cómo las negociaciones entre Rusia y Ucrania podrían poner fin a la guerra.

La insistencia reiterada de Trump en que pondrá fin al conflicto al comienzo de su segunda presidencia, sin decir que quiere que Ucrania gane en su lucha contra la invasión a gran escala de Rusia, ha provocado preocupación entre los aliados de Ucrania en el Viejo Continente.

En este sentido, el premier recalcó que hay que seguir respaldando a Ucrania y "hacer lo que sea necesario para apoyar su autodefensa durante el tiempo que sea necesario". "Para poner a Ucrania en la posición más fuerte posible para las negociaciones, de modo que pueda asegurar una paz justa y duradera en sus términos que garantice su seguridad, independencia y derecho a elegir su propio futuro", concluyó.