Oriente Medio

Siria exige a Rusia la extradición de Asad

El hombre fuerte sirio condiciona la presencia de bases militares rusas a la entrega del dictador huido a Moscú

Dos han sido las exigencias principales de las nuevas autoridades sirias al viceministro ruso de Exteriores, Mijail Bogdanov, en la primera visita oficial de un cargo del Gobierno de Putin en Damasco desde la caída de la dictadura: la extradición del expresidente Bachar al Asad y y compensaciones económicas a cambio del restablecimiento de relaciones. Por su parte, Moscú ha trasladado al nuevo mando sirio, liderado por la organización yihadista Hayat Tahrir al Sham -y, al frente de esta, Ahmed Husein al Sharaa-, su deseo indisimulado: mantener sus dos bases en suelo sirio, la aérea de Hmeimim y la naval de Tartús, dos infraestructuras estratégicas para Rusia en el espacio mediterráneo.

Hasta el inesperado desmoronamiento del régimen baazista, la Rusia de Putin había sido su más sólido apoyo internacional: no en vano, la intervención de la aviación rusa en la guerra civil a mediados de la década pasada, cuando la dictadura de Asad se encontraba en su situación más precaria, fue fundamental para su supervivencia durante casi diez años más.

“La nueva administración ha enfatizado que el restablecimiento de las relaciones debe abordar los errores del pasado y respetar la voluntad del pueblo sirio y servir a sus intereses”, rezaba el comunicado emitido tras el encuentro por el Mando General de Siria. Según el citado viceministro de Exteriores ruso la delegación que él presidió se reunió durante tres horas con Al Sharaa, hombre fuerte del nuevo régimen, y el jefe de la diplomacia siria, Asaad al Shaibani.

En la misma nota, las autoridades rebeldes sirias han pedido “medidas concretas como la indemnización, la reconstrucción y la recuperación”. En este sentido, el comunicado del Mando General sirio dio ayer cuenta de que “las dos partes han entablado conversaciones sobre los mecanismos de justicia transicional destinados a garantizar la rendición de cuentas y la justicia para las víctimas de la brutal guerra del régimen de Assad”.

La escenificación del encuentro, el primero de una autoridad rusa al nuevo régimen sirio, también a un país árabe, desde el colapso de la dictadura de Bachar al Asad, con apretón de manos entre el nuevo hombre fuerte y el ministro Bogdanov avala la voluntad de Damasco de no romper relaciones con Moscú.

En declaraciones posteriores, las autoridades sirias han sido más explícitas sobre sus deseos en relación con Moscú. “Entregar a (Bashar al) Assad y a todos los oficiales superiores que

escaparon a Rusia era lo primero de la lista”, aseguró un miembro del nuevo personal político del Gobierno sirio de transición al diario emiratí The National.

La misma fuente no identificada exigió que se enviaran unos 2.000 millones de dólares en activos líquidos de la familia del depuesto dictador en bancos rusos. Otra fuente siria informada de la reunión dijo al citado medio emiratí que Al Sharaa dejó claro que Rusia es “la principal responsable de las tragedias que han asolado al pueblo sirio” en los últimos trece años y medio.

Por su parte, el representante ruso aseguró ayer desde Damasco que el futuro de las bases militares del país en territorio sirio “requiere negociaciones adicionales” y admitió que “nada ha cambiado” en torno a ellas. “Acordamos continuar las consultas detalladas sobre cada tema de nuestra cooperación”, añadió en declaraciones recogidas por la agencia de noticias rusa TASS.

Por otra parte, Bogdanov trasladó a las autoridades sirias su “gratitud por el hecho de que nuestros ciudadanos e instalaciones no resultaron dañados durante los últimos eventos”. “Expresamos nuestra esperanza de que esta política continúe y que nuestros intereses en Siria no se vean afectados”, zanjó.

Posteriormente, el Ministerio de Exteriores ruso ha señalado en un comunicado publicado en su cuenta en Telegram que las conversaciones con las autoridades sirias fueron “francas” y que abordaron “todo el abanico de asuntos en las relaciones ruso-sirias en este momento de inflexión”. “Rusia ha confirmado su continuado apoyo a la unidad, integridad territorial y soberanía de Siria, así como su disposición a entregar al pueblo sirio la asistencia necesaria en el proceso de recuperación en el país tras la crisis”, aseveraba la nota de la Cancillería rusa.

Por último, desde el Ministerio ruso de Exteriores se aseguró la continuidad de los “contactos bilaterales con el objetivo de alcanzar acuerdos relevantes en un intento de reforzar los lazos multifacéticos y los entendimientos mutuos entre Moscú y Damasco, también en asuntos de política exterior”.