Bruselas
Johnson propone elecciones el 12-D a cambio de aceptar la prórroga del Brexit
El primer ministro ofrece a cambio a los Comunes un periodo hasta el 6 de noviembre para discutir el acuerdo con la UE
El Boris Johnson se muestra ahora dispuesto a dar más tiempo a Westminster para poder tramitar con calma la ley del Brexit. Eso sí, solo si los diputados aceptan la propuesta que planteará el próximo lunes en la Cámara de los Comunes para celebrar elecciones anticipadas el próximo 12 de diciembre. «Si verdaderamente quieren más tiempo para estudiar el excelente acuerdo (el que cerró la semana pasada con la Unión Europea) pueden tenerlo, pero tienen que acceder a celebrar comicios. Esa es la manera de avanzar», anunció ayer en una inesperada entrevista concedida a la cadena BBC.
El «premier» pone de esta manera un nuevo órdago para intentar desbloquear la crisis institucional que se vive en el Parlamento, donde la situación con el complejo divorcio está ahora mismo en el «limbo» tras la intensa sesión que se vivió el pasado martes. Ese día, tras un largo debate, sus señorías aprobaron –por 329 votos a favor frente a 299 en contra– dar luz verde a la tramitación de la ley que debe implementar en el marco británico el acuerdo de retirada que el primer ministro cerró con Bruselas en la última cumbre europea. Se trató de una votación tremendamente significativa, ya que, por primera vez desde que comenzó el tortuoso proceso de divorcio en 2016, los diputados lograron aprobar un plan relativo al Brexit.
Sin embargo, la visión de un divorcio inminente se evaporó en cuestión de minutos, ya que, acto seguido, sus señorías rechazaron –por 308 votos a favor frente a 322 votos en contra– la moción que había presentado el Gobierno para realizar por la vía rápida todos los trámites. Johnson quería pasar todos los procedimientos en la Cámara de los Comunes en tan sólo tres días para cumplir como fuera con el calendario para garantizar el divorcio para el 31 de octubre. Sin embargo, sus señorías no estuvieron por la labor de ejecutar todo con prisas. Al no haber conseguido ratificar el acuerdo de salida, el líder «tory» se ha visto obligado a cumplir la ley y solicitar a la UE una nueva extensión del Brexit hasta el 31 de enero de 2020.
En una carta mandada ayer al líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, el primer ministro explica que su «opción preferida» sería sólo un breve aplazamiento de la salida, «digamos hasta el 15 o 30 de noviembre». «En este ese caso –especifica la misiva– acudiría de nuevo al Parlamento para intentar conseguir sacar adelante el acuerdo con el apoyo de los laboristas». Con todo, Johnson agrega que todo el mundo espera que los Veintisiete concederán la prórroga hasta la fecha demandada, el 31 de enero de 2020, por lo que, llegados hasta este punto, presentará una moción para que la Cámara Baja vote el próximo lunes si quiere celebrar elecciones anticipadas el 12 de diciembre.
El «premier» explica que si para el 6 de noviembre –cuando el Parlamento se tendría que disolver para comenzar la campaña electoral de cinco semanas– la crisis del Brexit no ha quedado zanjada, tendría que ser ya el Ejecutivo ganador en los comicios quien se encargara de la situación. «Si yo ganara, intentaría sacar adelante el acuerdo negociado», señala. «Francamente, ha llegado el momento de que la oposición reúna el valor para someterse al juicio de nuestro jefe colectivo, el pueblo», sostiene el premier. «Es nuestra obligación acabar con esta pesadilla y ofrecer al país una solución tan pronto como razonablemente
podamos», matiza.
El problema con el que se enfrenta ahora el inquilino de Downing Street es que no está en sus manos poder sacar las urnas cuando él quiere. Para poder celebrar elecciones anticipadas se necesita el respaldo de dos tercios de la Cámara Baja. En las dos veces anteriores que lo ha intentado ha fracasado. La oposición en bloque se negaba hasta que la posibilidad de un Brexit sin acuerdo para Halloween quedara completamente descartada.
Si la UE concede finalmente la extensión, la oposición podría quedarse ahora sin argumentos. Aunque, de nuevo, el «modus operandi» adoptado por Johnson no ha gustado. «Las elecciones deberían ser un ejercicio para permitir que los votantes decidan, no un dispositivo para que los charlatanes se salgan con la suya», señaló ayer en su cuenta de Twitter Nicola Sturgeon, líder de los escoceses independentistas del SNP. Por su parte, los laboristas se muestran sumamente divididos en estos momentos. Aunque hasta el momento también se antoja complicado que fueran a dar el lunes su respaldo al primer ministro. Valerie Vaz, líder de los laboristas en Westminster, se limitó a declarar en la tarde de ayer que su partido únicamente apoyaría unas elecciones una vez se descarte un Brexit desordenado y «si la extensión lo permite».
Como plan B, Johnson podría plantear un proyecto de ley para convocar comicios solo con mayoría simple, pero en la fase de enmiendas la oposición puede pedir el voto de jóvenes de 16 y 17 años para incrementar las posibilidades de un electorado, según las encuestas, pro-UE. Por último, técnicamente Johnson también podría presentar una moción de censura contra sí mismo. Pero si en plazo de 14 días la oposición logra formar un gobierno alternativo, estaría fuera de Downing Street.
Si algo ha quedado claro desde que Johnson se mudara al Número 10 el pasado mes de julio, es que el excéntrico político es totalmente impredecible. Por lo que nadie descarta ya a estas alturas ningún escenario.
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