De no haber ganado la presidencia, Trump habría sido condenado por interferencia electoral

El pasado 5 de noviembre, Estados Unidos no solamente selló su propio destino como país, sino que la victoria de Donald Trump aseguró también su supervivencia como hombre libre. Al menos así lo entiende el fiscal especial Jack Smith, quien defendió en un demoledor informe sus investigaciones sobre el hoy presidente electo, asegurando que el republicano habría sido condenado por interferencia electoral en los comicios de 2020, de seguir adelante su trabajo y si el magnate perdía las elecciones.

Smith explica en el documento de 174 páginas publicado la madrugada del martes que sus conclusiones estuvieron libres de interferencia política y que, de haber podido avanzar, sus casos probablemente habrían logrado una condena.

El fiscal especial hizo estas afirmaciones tanto en una carta dirigida al fiscal general Merrick Garland, quien lo contrató para el puesto, como en la muy esperada publicación del volumen sobre interferencia electoral de su informe final. En su carta a Garland, Smith rompió el silencio tras más de un año de ataques de Trump, quien lo acusó de estar al frente de un enjuiciamiento motivado políticamente.

La publicación del informe se produce después de una rápida batalla judicial iniciada por Trump, quien, junto con sus coacusados en el caso de Mar-a-Lago, intentó bloquear que ambos volúmenes del informe de Smith se compartieran con el público.

Finalmente, a pesar de esa resistencia, la jueza de distrito Aileen Cannon dio luz verde para que se publicara el volumen relacionado con el 6 de enero de 2021.

“La decisión final de presentar cargos contra el Sr. Trump fue mía. Es una decisión que respaldo por completo”, escribió Smith, agregando que ni Garland ni nadie más en el Departamento de Justicia lo presionaron para procesar a Trump.

“Para todos los que me conocen bien, la afirmación del Sr. Trump de que mis decisiones como fiscal fueron influenciadas o dirigidas por la administración Biden u otros actores políticos es, en una palabra, ridícula”.

La publicación entregada a los medios no incluye un segundo volumen que Smith escribió sobre el enjuiciamiento de Trump por el manejo de documentos clasificados. Garland ha indicado que no planea publicar esa sección, dado que el caso sigue pendiente para los excoacusados de Trump.

El informe lo que sí ofrece es un primer vistazo a los pensamientos internos de Smith sobre cómo abordó el caso, ya que anteriormente solo había hablado públicamente sobre el tema cuando fue nombrado por primera vez y cada vez que se presentaron cargos contra Trump.

Smith, quien renunció al Departamento de Justicia el viernes, detalló su decisión de pedir al tribunal que desestimara los cargos contra Trump después de que este ganara la reelección, escribiendo que creía que habría logrado una condena contra el presidente electo en este caso de alto riesgo.

“De hecho, si no fuera por la elección del Sr. Trump y su inminente regreso a la Presidencia, la Oficina evaluó que las pruebas admisibles eran suficientes para obtener y sostener una condena en el juicio”, escribió el funcionario de justicia.

Smith dijo además que se sentía seguro de esa conclusión incluso con la decisión de inmunidad de la Corte Suprema, ya que afirmó que todas las acciones de Trump estaban fuera del ámbito de sus deberes oficiales. No obstante, criticó la decisión del alto tribunal en varias ocasiones, diciendo que dejó muchos temas "sin resolver" y "sin definir".

El poder que Donald Trump acumulará una vez tome posesión de su cargo como presidente el próximo 20 de enero, no deja dudas de que probablemente todo su horizonte judicial quedará reducido a un recuerdo. La pregunta, creen muchos, es cuánto de ese capital político el republicano utilizará para zanjar las “venganzas” contra quienes ha dicho que lo persiguieron judicialmente. Algunos de sus nombramientos hasta ahora dan pistas de que ese podría ser el camino a seguir, aunque hasta este momento ninguna acción concreta ha sido anunciada.