
Ártico
Trump insiste en la anexión de Groenlandia antes del viaje de Vance
El vicepresidente de EE UU visita con su mujer el viernes la isla en medio de las críticas locales y de Dinamarca
EE UU sigue lanzando mensajes sobre lo prioritario que es hacerse con el control de Groenlandia. En las últimas horas, el vicepresidente JD Vance anunció que acompañará a su esposa, Usha Vance, en un viaje al territorio danés el viernes. El viaje se produce mientras Trump continúa reflexionando sobre la posibilidad de que Washington se anexione la isla ártica.
El magnate manifestó ayer que el objetivo de esta visita es «hacerles saber» a los groenlandeses que EE UU necesita la isla para garantizar la seguridad internacional. «La necesitamos, tenemos que tenerla. Es una isla que, desde una postura defensiva e incluso ofensiva, necesitamos», dijo el presidente. Trump reconoció que esta maniobra seguramente no encuentre aprobación entre los groenlandeses, pero es algo que Washington debe hacer. «Tenemos que convencerles, tenemos que tener esa tierra», zanjó.
Tanto Groenlandia como Dinamarca han enfatizado repetidamente que el territorio ártico, la isla más grande del mundo, no está en venta.
Los Vance visitarán a miembros del servicio estadounidense en la Base Espacial Pituffik mañana y recibirán un informe sobre cuestiones de seguridad en el Ártico, según informó la Casa Blanca. Vance dijo en un vídeo publicado en redes sociales que quería «ver qué está pasando con la seguridad allí». «Muchos otros países han amenazado a Groenlandia, han amenazado con usar sus territorios y vías navegables para amenazar a EE UU, a Canadá, y por supuesto, al pueblo de Groenlandia, así que vamos a ver cómo están las cosas allí», aseguró.
La renovada atención sobre Groenlandia comenzó el domingo. Usha Vance anunció que ella y uno de sus hijos pequeños visitarían el territorio para conocer sitios culturales e históricos y asistir a la carrera nacional de trineos tirados por perros. La Casa Blanca también había dicho que el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, visitaría una base militar estadounidense en la isla. La esposa del vicepresidente recibió «múltiples invitaciones» para asistir a la carrera –y el jefe de una asociación de trineos le pidió que ondeara la bandera para abrir la competencia, dijo su directora de comunicaciones, Nikki Reeves, citando conversaciones entre el consulado de EE UU y los organizadores.
Sin embargo, algunos líderes groenlandeses expresaron su preocupación. El primer ministro en funciones, Mute Egede, aseguró en una publicación en Facebook que no habría encuentros entre funcionarios estadounidenses y autoridades gubernamentales de Groenlandia durante la visita.
En una reunión de Gabinete el lunes, Trump rechazó la idea de que las visitas planeadas tuvieran un carácter confrontativo. «Esto es cordialidad, no provocación. Estamos tratando con mucha gente de Groenlandia que quiere ver que se haga algo para que estén debidamente protegidos y cuidados. Ellos nos están llamando. Nosotros no los estamos llamando a ellos», dijo el líder republicano.
Más tarde, la oficina del vicepresidente aseguró en un comunicado que Trump está «corrigiendo el rumbo acertadamente» en lo que respecta a la seguridad de Groenlandia, y criticó a Dinamarca y a presidentes estadounidenses anteriores por no haber prestado más atención. «La asociación estratégica entre Estados Unidos y Groenlandia ha desempeñado durante mucho tiempo un papel vital en nuestra seguridad nacional y económica. Durante la Segunda Guerra Mundial, EE UU estableció más de una docena de bases militares en Groenlandia para defender el Atlántico Norte de una incursión nazi. Durante la Guerra Fría, Estados Unidos destinó recursos adicionales a Groenlandia para defenderse de ataques con misiles soviéticos», explicaba el comunicado.
Recientemente, durante una visita del secretario general de la OTAN, Mark Rutte a la Casa Blanca, Trump ratificó su posición diciendo que el control estadounidense de Groenlandia es necesario para mejorar la seguridad internacional, intensificando su campaña para anexar la estratégica isla ártica. «Sabes, Mark, necesitamos eso por la seguridad internacional. Tenemos a muchos de nuestros jugadores favoritos navegando por la costa, y tenemos que tener cuidado», dijo Trump a Rutte.
Incluso antes de comenzar su segundo mandato como presidente, Trump dijo que esperaba hacer de Groenlandia parte de Estados Unidos, a pesar de que Dinamarca, aliada de la OTAN, afirma que no está en venta.
La ubicación estratégica de Groenlandia y sus ricos recursos minerales podrían beneficiar a Estados Unidos. La isla se encuentra en la ruta más corta entre Europa y América del Norte, lo cual es vital para el sistema de alerta de misiles balísticos de EE UU.
Mientras tanto, a nivel interno en el territorio las encuestas de opinión sugieren que la mayoría de los groenlandeses se oponen a unirse a Estados Unidos, aunque una mayoría está a favor de lograr eventualmente la independencia de Dinamarca, un camino que deberá recorrerse antes que cualquier pretensión de Trump.
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