Presidenciales

El empate técnico en las elecciones de EEUU hace temer lo peor a los demócratas

Harris radicaliza el tono de sus intervenciones para movilizar al voto indeciso, mientras Trump sigue viento en popa en los sondeos a pesar de sus escándalos

A menos de diez días de la celebración de las elecciones, los candidatos afrontan la recta final de la que se presenta como una de las carreras presidenciales más ajustadas de la historia del país. El expresidente republicano Donald Trump sigue ganando terreno en los estados bisagra, mientras el revulsivo y la distancia porcentual que los demócratas habían conseguido con el cambio de candidato parece haberse esfumado y está generando cierto pesimismo entre sus filas a pesar de que las encuestas, contradictorias en muchos casos, sugieren que ambos tienen posibilidades.

«Un número cada vez mayor de líderes demócratas nos dice en privado que sienten que la vicepresidenta perderá», según Mike Allen y Jim VandeHei, fundadores del medio Axios. Esto explicaría por qué Kamala Harris ha aumentado la agresividad y polarización de sus intervenciones, algo que muchos analistas creen que será el tono de su campaña para los últimos días de mítines y eventos electorales, instalándose así en una narrativa de confrontación directa muy parecida a la de su contrincante, a quien recientemente ha descrito como un fascista, o que, si gana, «el país estaría en una dictadura en ciernes».

Como ya sucedió en 2016 y 2020, confiar en las encuestas es una temeridad para ambos candidatos porque estas elecciones se han convertido en una constante guerra de datos, sobre todo en lo que concierne a los siete estados bisagra que decidirán quién alcanzará los 270 votos electorales necesarios para la victoria. La batalla de los sondeos está servida. «En Arizona Trump lidera con un 48,6%, mientras que Harris se sitúa en el 46,7%; en Georgia, el expresidente vencería por un escaso margen con un 48,5%; y, en Michigan, se observa casi un empate técnico con Harris obteniendo el 47,4% y Trump un 47,2%», según datos de la revista Forbes.

El empate también es aplicable a Nevada, estado en el que los demócratas ganaron las últimas cuatro elecciones presidenciales, donde Harris tiene «el 47,3%, justo por delante del 47,2% de Trump». Por otro lado, en Wisconsin la vicepresidenta lidera por un estrechísimo margen, «un 47,8% frente al 47,4% del expresidente», al contrario que en Carolina del Norte donde el republicano tiene «una ventaja del 48,1% sobre Harris, con un 47,2%». Finalmente, en el decisivo estado de Pensilvania la brecha es tan estrecha, Trump obtendría el 47,8% y Harris el 47,5%, por lo que hacer pronósticos electorales es como jugar a la ruleta rusa.

A nivel nacional, los sondeos también son un quebradero de cabeza. Harris aventaja a Trump por cuatro puntos, 51% frente al 47%, según la realizada por ABC/Ipsos, mientras que en la de la CBS/YouGov la vicepresidenta estaría en cabeza con un pírrico 50% a 49%. Por su parte, la encuesta de Emerson College Polling del sábado tiene a los dos candidatos empatados en un 49%. Una situación similar, pero con un 47%, aparece en la publicada el pasado viernes por la CNN/SSRS. Ese día la encuesta del Times/Siena pronosticaba «unos resultados no alentadores para Harris». Además, el candidato republicano también está por delante según el estudio de la CNBC, con un 48%, y también lidera la encuesta realizada por el Wall Street Journal. La más optimista es la de la revista Forbes que pone al expresidente dos puntos por delante. La carrera es tan ajustada que incluso los márgenes de error que se asumen en todas las encuestas podrían marcar la diferencia entre la victoria y derrota de ambos candidatos.

Una forma alternativa a los datos oficiales, a menudo viciados por el favorecimiento de las empresas de estadística hacia uno u otro aspirante, es observar el análisis que hacen las principales casas de apuestas sobre las elecciones. Por ejemplo, la empresa Star Sports indica que Trump tiene «una probabilidad del 60% para ganar el próximo 5 de noviembre, mientras Harris presenta un 42,1%. Esta ha sido otra semana en la que Trump es el favorito del mercado acaparando el 95% de todas las apuestas realizadas», explicó a Newsweek el analista de la empresa, William Kedjanyi.

Star Sports también tiene al expresidente como ganador en todos los estados bisagra, e incluso contempla una probabilidad del 15/8 (34,8%) de que logre un barrido limpio en los siete territorios clave. Mientras, la campaña de Trump sigue pisando fuerte y, sorprendentemente, la constante polémica en la que está instalada no parece afectarle. Por su parte, Kamala busca revertir la intención poniéndose al mismo nivel de confrontación que su contrincante con declaraciones como que este está «desquiciado e inestable», o que, «es un hombre poco serio». Bajar al barro es una estrategia altamente peligrosa para Harris, acostumbrada a un tono más conciliador. En juego están dos visiones contradictorias de lo que Estados Unidos debería ser.