Ortega Cano, y su lucrativo tesoro granadino

La tranquilidad es el «leit motiv» en la vida de José Ortega Cano. El diestro de Cartagena, que cumple 71 años este próximo lunes, vive en un momento de calma solo sobresaltado, de vez en cuando, por algún achaque de salud. Sufrió un aparatoso accidente en el Metro de Madrid, cuando una avalancha de gente le fracturó el húmero izquierdo en las escaleras mecánicas. Meses después, ya recuperado tras una convalecencia que le ha obligado a llevar el brazo en cabestrillo, la tranquilidad reina de nuevo en el chalet del diestro. Su día a día lo comparte con Marina, la mujer que le atiende en casa y su persona de confianza en todo lo que tiene que ver con las labores del hogar y la atención de su hijo, José María. El pequeño es la alegría de la casa cada 7 días, en virtud de la custodia compartida que disfruta con su ex, Ana María Aldón.

Ortega es un hombre de costumbres. Cada mañana sale temprano a dar su paseo de una hora en bicicleta eléctrica por la urbanización donde vive. Fue el consejo que le dieron los médicos tras renovarle dos stent en 2021, en reemplazo del cateterismo cardíaco-coronario que le había practicado su médico de confianza, el doctor Eulogio García cuatro años antes. Sus 71 años los celebrará, como siempre, con sus tres hijos, Gloria Camila, José Fernando y José María, su ojito derecho. Futbolero, José junior es hincha del Atlético de Madrid, como su padre, y llegó a militar en las categorías inferiores del club colchonero.

Al margen de su carrera en el albero, Ortega ha cultivado durante años su faceta como empresario en el mundo de los negocios. Algunos (los menos) exitosos y otros muchos bastante ruinosos. A esta segunda categoría pertenecen varios restaurantes, un concesionario de coches de segunda mano y, el último en malograrse, una escuela canina. Por uno de ellos, un restaurante llamado Velador, situado en Benidorm, tuvo incluso que sentarse en el banquillo del Juzgado de lo Mercantil para responder de una deuda de 20.000 euros que la propiedad del inmueble le reclamaba en 2016 tras el cierre del negocio. Pese a los tropiezos, el diestro murciano no ha dejado nunca de intentarlo. Ortega es dueño de varias sociedades a su nombre. Es socio único y administrador de Baserma SL, la sociedad que montó en 1988 en sus tiempos de torero en activo. Dedicada a las «actividades recreativas y de entretenimiento». También tiene a su nombre, Orteunión Espectáculos SL. Radicada en Alicante, la empresa dedicada a la organización de espectáculos taurinos no presenta cuentas desde 2017. El reguero de sociedades fantasma lo completa Inversiones Ortega Cano SL. En el lado de los números verdes está Estructuras Rocasur SL, dedicada a la parcelación solares y la edificación de naves industriales. Radicada en Motril (Granada), Ortega ocupa el cargo de apoderado solidario de la empresa junto a otro socio. La empresa acumula años de beneficios que en 2022 marcó récord, al facturar casi 620.000 euros. En 2023, pese a bajar hasta los 500.000 euros de facturación, se trata del emprendimiento más exitoso del diestro.