Quién es quién en el clan Martos Figueroa: separados pero unidos

Máxima expectación por la salud de uno de los cantantes más queridos de nuestro país, que sigue a día de hoy llenando estadios, a sus 81 años. Todos los ojos siguen puestos en Raphael después de que fuera ingresado de urgencia en el hospital tras sufrir un accidente cerebrovascular mientras grababa el especial de Navidad de «La Revuelta». Tras ser sometido a diferentes pruebas, se descartó el ictus como causante de esos «problemas en el habla» que se le detectaron durante su intervención en el programa, y aunque la familia es optimista, el artista permanece bajo atención médica en el hospital universitario12 de octubre de Madrid, donde hace años se sometió a un trasplante y cuentan con su historial completo.

Más allá del comunicado compartido el pasado miércoles, son sus familiares quienes informan sobre la última hora del estado de salud del cantante, y sus declaraciones invitan al optimismo. Tanto su mujer, Natalia Figueroa, como sus hijos, Jacobo, Alejandra y Manuel, insisten en que está bien, tranquilo y con ganas de volver a casa cuanto antes. Sin embargo, de momento se desconoce la fecha exacta en la que el intérprete de «Mi gran noche» recibirá el alta, aunque sus allegados esperan que sea más pronto que tarde. «Depende de los médicos porque quedan algunas pruebas que hacer, pero saldrá mañana o pasado», comentó este pasado jueves su primogénito, Jacobo.Por razones evidentes, Raphael ha tenido que cancelar los dos conciertos previstos para losdías 20 y 21 de diciembre en el WiZink Center de Madrid, una decisión que tomó «por prescripción médica» pero que le duele profundamente. «Anular un concierto para mi padre es como perder una pierna», lamenta Jacobo.

La familia Martos Figueroa es un clan muy unido. Sus tres hijos y sus exparejas tienen una relación estrecha. Ninguno ha conseguido la estabilidad del matrimonio de Raphael y Natalia Figueroa, que se casaron en 1972 en la Iglesia de San Zacarías, de la plaza de San Marcos de Venecia. Natalia, hija del marqués de Santo Floro, bisnieta de Alonso Martínez y una brillante periodista que nunca pudo destacar con todo su potencial, encontró la estabilidad junto al cantante de moda con voz de tenor. La también escritora siempre ha defendido su papel con elegancia manteniéndose fuera del foco mediático. Su marido era el que llenaba (y llena) los estadios. Ella, no.

Esta fina discrección la han heredado sus tres hijos, que han roto las relaciones, con sus intermitencias, sin hacer ruido. Y si lo ha habido, todo se ha lavado en casa. Al fin y al cabo, habían estudiado todos en América y nunca ejercieron de hijos de famosos sin oficio ni beneficio. Jacobo es director de cine, Alejandra es restauradora para el Grupo Thyssen y Manuel es productor musical.

Jacobo Martos conoció a la actriz canaria Toni Acosta en un set de rodaje. Ambos son padres de dos hijos y se divorciaron en 2015. Siempre han sido muy celosos de su vida privada, pero en «Planeta Calleja» la actriz desveló los motivos de sus distanciamiento y cómo lucharon para que sus hijos no se enteraran por la prensa de la ruptura. «Jacobo y yo somos una familia muy unida, una unidad con los niños, él y yo. Pero no éramos una buena pareja», detalló. Por su parte, la restauradora Alejandra Martos se casó en junio de 2001 con el noble Álvaro de Arenzana, en una boda religiosa que ofició el mismo sacerdote que unió a sus padres. Tan discreto fue su divorcio que la prensa se enteró en 2020 gracias a Carmen Jara, en la «Crónica Rosa», después de un año de ser efectiva la separación. La relación es excelente y son padres de Manuela y Carlos, mayores de edad.

El más mediático es Manuel Martos, tal vez por su boda con la influencer Amelia Bono, hija del exministro socialista Pepe Bono. Sus idas y venidas matrimoniales están por encima del amor a sus cuatro hijos, menores de edad.

Nicolás, Manuela y Carlos, la generación que viene

La belleza de Manuela, la hija de Alejandra Martos y el aristócrata Álvaro de Arenzana no ha pasado desapercibida. La joven dio recientemente un premio a su abuelo y ya se ha paseado por photocalls con su madre. Con las redes sociales totalmente privadas, Manuela vivió con sus padres en México durante años pero regresó a España junto a ellos en 2021 para estudiar Psicología. «Mi hija fue un poco más guerrera en su época de adolescencia temprana. No rebelde, pero sí guerrera. Es una chica disciplinada en la universidad. Es muy ordenada en algunas cosas, y más caótica en otras. Es muy distinta a mí», dijo Alejandra sobre su hija en «¡Hola!». Su hermano Carlos estrena mayoría de edad con un perfil creativo, como lo es Nicolás Martos, que destaca por sus sorprendentes dibujos y escritos que muestra en su cuenta de IG y alaban a su madre, Toni Acosta.