La justicia apaga los altavoces de una iglesia de Pontevedra tras las quejas vecinales

La parroquia de San Martiño, en Verducido (Pontevedra), ha visto acallado el eco de su campanario tras la decisión judicial que confirma la orden del Ayuntamiento de Pontevedra de desactivar los altavoces instalados en la iglesia y el cementerio. La sentencia considera que las emisiones acústicas eran incompatibles con la normativa sobre contaminación acústica y que su uso debía contar con una autorización oficial de la que carecían.

El conflicto se remonta a 2022, cuando varios vecinos elevaron sus quejas por las constantes emisiones procedentes de la iglesia, que no solo replicaban el repique de las campanas, sino que también transmitían música a lo largo del día. Además, durante la pandemia de la COVID-19, la megafonía emitió canciones con el objetivo de animar a la población confinada.

Ante estas molestias, el Ayuntamiento ordenó el cese de las emisiones, pero la Comunidad de Montes de Verducido recurrió la decisión, argumentando que estos altavoces llevaban en funcionamiento desde 1989 y que su uso era parte de la tradición parroquial. Incluso llegaron a reunir más de 500 firmas en defensa de la megafonía.

Sin embargo, el tribunal ha rechazado estos argumentos, subrayando que cualquier instalación de este tipo necesita una autorización administrativa, y que el incremento progresivo de la potencia de los equipos generaba un impacto acústico perjudicial para algunos vecinos. En su resolución, el juez considera que la decisión municipal de prohibir la megafonía fue "proporcionada y acorde a derecho", ya que se estaba produciendo “una emisión acústica de elevada intensidad que ponía en riesgo el bienestar de los residentes”.

No obstante, la sentencia deja la puerta abierta a una solución pactada, sugiriendo que se recupere el toque manual de campanas en momentos señalados, como días festivos o funerales.