Bruselas

La posible dimisión de Sánchez le colocaría en la carrera para la renovación de la cúpula comunitaria

Podría convertirse en el contrincante del portugués Antonio Costa para sustituir a Michel al frente del Consejo

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, interviene en una rueda de prensa en la segunda y última jornada de la Cumbre de la OTAN 2022 en el Recinto Ferial IFEMA MADRID, a 30 de junio de 2022, en Madrid (España). La Cumbre de la OTAN 2022 comenzó oficialmente ayer, 29 de junio, y termina hoy. La celebración coincide con el 40 aniversario de la adhesión de España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte. La invasión rusa de Ucrania, las tensiones entre Moscú y la Alianza y la adhesión de Finlandia y Suecia marcan la agenda de un evento en el que participan delegaciones de 40 países y que convierte a Madrid en el epicentro de la política mundial durante su celebración. 30 JUNIO 2022;OTAN;IFEMA;MADRID;CLAUSURA Eduardo Parra / Europa Press 30/06/2022
El presidente del Gobierno de España, Pedro SánchezEduardo ParraEuropa Press

La posible dimisión de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno abre muchos interrogantes y no exclusivamente en clave nacional, ya que vuelven a arreciar los rumores sobre un posible puesto en la cúpula comunitaria. En política pocas cosas hay tan importantes como encontrar el momento oportuno y si Sánchez acaricia esta posibilidad debe dimitir ahora justo cuando, tras las elecciones europeas del mes del 9 de junio, comienza el baile de sillas y la carrera para la renovación de los denominados en la jerga comunitaria, top Jobs.

No es la primera vez que suena el nombre de Sánchez, pero hasta ahora el mayor inconveniente era su puesto como Presidente del Gobierno y su apuesta por la política nacional, a pesar de que la organización en España de la cumbre del OTAN y la presidencia española – bastante atípica por haber transcurrido durante periodo electoral- se convirtieron en la mejor carta de presentación para una posible carrera internacional. Tal y como recuerda hoy el digital Político, Sánchez es más querido fuera que dentro de su propio país.

Dentro de los puestos de la cúpula comunitaria, el que se ajusta mejor al de Pedro Sánchez es el del presidente del Consejo en sustitución del belga Charles Michel. Siempre se ha barajado que este cargo lo ostente un socialista y el ex primer ministro socialista portugués, Antonio Costa, parecía la opción más probable después de que se hayan desinflado sus vínculos con el caso de corrupción responsable de la convocatoria de elecciones anticipadas en el país.

Si Sánchez dimite, puede convertirse en el principal rival de Costa y esto le permitiría colocar a Teresa Ribera al frente de una cartera importante dentro de la Comisión Europea en el ámbito de la energía y el cambio climático, ya que los dos puestos no son incompatibles. Hasta ahora, uno de los mayores inconvenientes de Sánchez era la posible oposición del Partido Popular, si Alberto Nuñez Feijoo se hubiese convertido tras las pasada elecciones en presidente del Gobierno, ya que los saltos a la esfera internacional suelen contar con el respaldo del Gobierno del país en cuestión. Aunque Sánchez anuncie su dimisión el próximo lunes, no podrá disolver las cortes hasta el próximo 29 de mayo y unos hipotéticos comicios nacionales serían convocados después de las elecciones europeos del 9 de junio. Las negociaciones de los cargos de la cúpula comunitaria coincidirían con un periodo en funciones del Presidente que podría aprovechar para postularse a un nuevo cargo internacional, tal y como ha hecho el primer ministro holandés, Mark Rutte, como secretario general de la OTAN.

En el pasado también sonó el nombre de Sánchez como sucesor Jens Stontenberg, pero fue descartado después de un nueva extensión en el cargo del político noruego, que ahora toca su fin. La candidatura de Rutte parecía prácticamente hecha tras contar con el respaldo de EEUU, pero en el último momento el apoyo de Hungría al aspirante rumano ha abierto nuevos interrogantes. La administración Biden quería cerrar lo antes posible el proceso para que todo estuviera solucionado, antes de la cumbre que tendrá lugar en Washington en el mes de julio y que conmemorará el 75º aniversario de la Alianza. Se daba por supuesto que el político holandés iba a ser proclamado en la reunión de los ministros de Exteriores a finales del mes de mayo en Praga (República Checa), pero el veto húngaro amenaza con complicar las cosas. De momento, Rutte sigue siendo la opción favorita y no han salido nuevos nombres a la palestra en caso de que sea necesario un nuevo candidato de consenso, si Budapest se enroca. Sánchez como sucesor de Stoltenberg parece una pirueta muchas más improbable que como presidente del Consejo, pero no totalmente imposible. Sánchez ha despejado su agenda para reflexionar durante cinco días. Puede que también utilice este periodo para calibrar sus opciones en la política europea.