Cultura

Ni la Alhambra de Granada ni la Sagrada Familia: Esta espectacular catedral es el primer Monumento Nacional de España

Esta declaración posibilitó su rehabilitación y evitó su destrucción

Turistas en la Catedral de León
Turistas en la Catedral de LeónCampilloIcal

España es país de monumentos. Cada rincón de nuestro país está salpicado por alguno de ellos, lo que hace que los españoles y visitantes se queden sorprendidos de su belleza. Tal es así que en la actualidad cuenta con más de 30.000 Bienes de Interés Cultural. Pero en esta ocasión vamos a hablar del del primero que obtuvo la distinción de Monumento Nacional, que frente a los que otros creen no es ni la Alhambra de Granada ni la Sagrada Familia de Barcelona, a pesar de ser las dos “joyas” arquitectónicas más visitadas de nuestro país.

Un monumento nacional es el elemento, la construcción o el lugar que representa un gran valor histórico, patrimonial o arquitectónico para un país o una comunidad, y que es protegido por leyes de ese país o comunidad. En España, la catalogación de Monumento Nacional fue sustituida en el año 1985 por la figura de Bien de Interés Cultural. Bien de interés cultural (también conocido por sus siglas BIC) es una figura jurídica de reconocimiento y protección del patrimonio histórico español, tanto mueble como inmueble. A fecha de 2017 había 30.400 bienes declarados en el registro, de los cuales aproximadamente la mitad eran bienes inmuebles (mayoritariamente monumentos) y la otra mitad bienes muebles (mayoritariamente pinturas y dibujos).

Monumento es, en el contexto del patrimonio histórico de España, un tipo de realización arquitectónica, de ingeniería o escultural que por su interés y valor goza de una protección jurídica específica recogida en la Ley 16/1985, del 25 de junio de 1985, del Patrimonio Histórico Español para su preservación, enriquecimiento y exhibición. Los monumentos son una categoría dentro de la declaración más amplia de bienes de interés cultural.

El catálogo de monumentos es gestionado por la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales a través de la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico mediante el Registro General de Bienes de Interés Cultural en el que también participan las distintas comunidades autónomas españolas.

Por su parte, el Instituto del Patrimonio Cultural de España tiene la misión y funciones de restauración, investigación, documentación, formación y asesoría en la conservación del patrimonio histórico.

Pues hay que retroceder hasta el siglo XIX para ver como se creaba la figura de Monumento Nacional con el fin de reconocer un determinado tipo de realización arquitectónica, de ingeniería o escultural que por su interés goza de la pertinente protección jurídica.

Catedral de León

Fue el 28 de agosto de 1844 cuando se produjo este hito histórico, durante el reinado de Isabel II. El honor de ser el primer Monumento Nacional recayó en la Catedral de León, debido a su perfecto trazado, su conjunto de vidrieras y por ser unos de los grandes ejemplos del estilo gótico, no solo en España sino en toda Europa.

La “Pulchra Leonina” -La Bella Leonesa-, como se la denomina, vio como la declaración de Monumento Nacional impulsó su rehabilitación y evitó su destrucción. Los orígenes de la Catedral de León se remontan al siglo X cuando durante la época de la reconquista cristiana parte de las antiguas termas romanas del siglo II sirvieron como base del nuevo Palacio Real. Años más tarde se inició la construcción de la catedral románica promovida por la princesa Urraca, hermana del difunto rey Ordoño II, para que se convirtiera en un templo acorde a las aspiraciones de la cristiandad románica.

El levantamiento de la actual catedral, que presenta un depurado estilo gótico francés, comenzó en el año 1205. Aunque los problemas económicos que se atravesaban por aquel entonces obligaron a paralizar las obras, finalmente en 1255 se reanudaron bajo el patrocinio del obispo Martín Fernández, con el apoyo del rey Alfonso X el Sabio.

Los datos de los maestros arquitectos que erigieron la catedral gótica no son totalmente concluyentes, pero se habla principalmente de tres. El primer constructor del que se tiene constancia es el maestro Simón, nombrado en los registros de 1261, con orígenes en la Champaña francesa.

Le sigue el maestro Enrique, que se dice que también tenía orígenes franceses y que dirigió las obras hasta el año de su muerte en 1277. Enrique también participó en la construcción de la catedral de Burgos. Tras su muerte fue remplazado por el maestro Juan Pérez, de origen español.

El origen francés de los dos primeros constructores la dieron ese aspecto gótico francés que tanto caracteriza a esta catedral, cuyos rasgos recuerdan a la Catedral de Notre Dame, a la Catedral de Reims y a la Basílica de Saint Denis, todas ellas localizadas en Francia. Debido a los añadidos que la catedral ha experimentado a lo largo de los siglos ha perdido en cierto modo la pureza gótica que presentaba en 1302, año en el que la estructura fundamental de la catedral ya estaba finalizada.

La extrema fragilidad del edificio dio problemas muy pronto. En el año 1631 se derrumbó parte de la bóveda central del crucero. El cabildo recurrió a Juan de Naveda, arquitecto de Felipe IV de España, quien cubrió el crucero con una gran cúpula, rompiendo los contrarrestos del sistema gótico, tan distintos de los del barroco. El excesivo peso provocaría el desplazamiento de las cargas radiales hacia el hastial sur ante la debilidad de los arcos torales y al fallar también los cimientos.

A principios del siglo XVIII, quiso poner remedio a estos desastres Joaquín de Churriguera levantando cuatro grandes pináculos alrededor de la cúpula y sobre los pilares del crucero, pero las consecuencias de esta intervención serían nefastas. En el año 1830 aumentaron los desprendimientos de piedras en el hastial sur y, para salvarlo, Fernando Sánchez Pertejo tuvo que reforzar los contrafuertes de toda la fachada.

En el año 1844, el mal estado del edificio hizo que el Estado tuviera que acudir a su reparación, fecha en que la catedral de León fue declarada Monumento Nacional, el primero del patrimonio español, lo que cambió su suerte. Los trabajos que se han venido realizando en los últimos años han hecho que se haya convertido en un referente gótico de toda Europa y uno de los monumentos más visitados de nuestro país.

La planta de la Catedral de León es casi una réplica de la catedral de Reims, aunque en formato algo menor. Tiene unas dimensiones de 90 metros de longitud, 30 de alto y 29 de ancho. Dividida en tres naves, de la entrada al transepto, y cinco naves del transepto al Altar Mayor.

Las naves de la catedral de León se cubren con bóveda de crucería cuatripartita en tramos rectangulares. El crucero lo hace con una bóveda cuatripartita, que sustituyó a la cúpula barroca del siglo XVII en las obras acometidas a finales del siglo XIX con el fin de guardar coherencia con el resto de la construcción.

Exterior

Lo más llamativo del exterior de la Catedral de León es su fachada occidental con sus dos torres góticas de 65 y 68 metros respectivamente, diferentes entre sí. Esto se debe a que se construyeron en siglos distintos. La torre norte o Torre de las Campanas fue la primera en ser terminada, mientras que la torre sur o Torre del Reloj se terminó casi cien años después.

Entre la parte inferior de las dos torres se encuentra el tiple pórtico principal del siglo XIII que da acceso al templo. Los dos pórticos de los extremos están dedicados a San Francisco y San Juan Bautista, mientras que el central y más importante está dedicado al Juicio Final. Todos ellos conservan tallados muy cuidados con pasajes bíblicos, esculturas de apóstoles y reyes, figuras que han sobrevivido en buen estado al paso de los años. En la parte superior del pórtico se puede observar el gran rosetón central con vidrieras de finales del siglo XIII.

La fachada sur es visible a lo largo de toda la Calle Ancha y al igual que la fachada principal también cuenta con tres pórticos importantes. La portada izquierda es conocida como Pórtico de la Muerte debido a la representación de un esqueleto con alas en una de las ménsulas. También muestra decoraciones heráldicas.

El pórtico central es conocido con el nombre del Sarmental con imágenes del Cristo con El Libro de la Ley, rodeado de iconos tetramorfos y evangelistas escribiendo sobre mesas. Entre las dos puertas, en el parteluz, se representa la imagen de San Froilán, patrón de la diócesis de León. La portada de San Froilán, situada en el extremo derecho, está enteramente dedicada a San Froilán, mostrando imágenes relativas a la vida del santo, su muerte y del traslado de sus reliquias a la Catedral de León.

Interior

El interior de la Pulchra Leonina es su parte interior

Vidrieras

La seña de identidad de la Catedral de León son sus vidrieras, ya que fue uno de los edificios que más metros cuadrados dedicó a la creación de vanos para vidrieras en proporción a su tamaño. En metros cuadrados se distribuyen de la siguiente manera: 464 metros en su parte baja, 282 en el triforio y 1018 en la zona superior, lo que hace un total de al menos 1764 metros cuadrados de superficie, según las mediciones de Demetrio de los Ríos. El conjunto cuenta con 134 ventanales y 3 grandes rosetones. Esta enorme superficie cobra mayor importancia debido a las dimensiones contenidas de la catedral.

No obstante, parece ser que entre los siglos XV y XVI fueron tapiados parte de los ventanales inferiores (de las que solo se conservaron las partes superiores y las rosas originales) y del triforio para dar mayor consistencia al edificio por sus problemas constructivos, si bien estas zonas acristaladas fueron recuperadas en las restauraciones de finales del siglo XIX por Demetrio de los Ríos y Juan Bautista Lázaro con la creación de otras nuevas, usando la técnica constructiva medieval.

Altar Mayor

En el Altar Mayor se alza el retablo obra de Nicolás Francés, elaborado a mitad del siglo XV, una mezcla de estilo gótico internacional y gótico flamenco donde se representa la vida de San Froilán, el traslado del cuerpo de Santiago mediante un carro de bueyes y la presentación de la Virgen María en el Templo. A los pies del retablo se puede ver un relicario de plata con las reliquias de San Froilán.

Capillas

La catedral cuenta con un gran número de capillas, destacando la Capilla de la Virgen Blanca que guarda desde 1954 la escultura original de la Virgen Blanca. Una escultura al más puro estilo gótico leonés que muestra a la Virgen inmaculada en un perfecto estado de conservación.

Trascoro

A modo de arco triunfal, construido en el siglo XVI. Temática: Nacimiento de la Virgen María, Anunciación, Adoración de los Reyes Magos (Esteban Jordán), San Pedro y San Pablo, San Marcelo y San Isidoro, imagen de la Anunciación en alabastro y del Cristo Crucificado, obra de Gaspar Becerra.

Coro

Se divide en dos partes:

-Coro del Rey,

-Coro del Obispo.

De estilo gótico, siglo XV. Trabajaron en él Jusquin van Utrech, Copin de Holanda y Juan de Malinas.

Claustro

Es un conjunto de estilo gótico y renacentista. El retablo de piedra es obra de Juan de Badajoz el Mozo; también podemos encontrar un relieve de Nuestra Señora del Foro y Oferta, tributo de las Cien Doncellas.

Horario de visitas

Verano: de lunes a sábado de 8:30h a 1:30h y de 16:00h a 20:00h. Domingos y festivos de 8:30h a 14:30h y de 17:00h a 20:00h.

Invierno: de lunes a sábado de 8:30h a 1:30h y de 16:00h a 19:00h. Domingos y festivos de 8:30h a 14:30h y de 17:00h a 19:00h.

Precio

Catedral:

- Entrada Normal 5€.

- Entrada jubilados, grupos y estudiantes 4€.

- Entrada escolar 2€. Menores de 12 años y poseedores de Tarjeta Catedral gratis.

Museo:

- Entrada Normal 5€.

- Grupos de más de 20 personas 3,5€.

- Entrada parcial 3€.

- Entrada claustro 2€.