Patrimonio

El colosal castillo español que dos norteamericanos quisieron desmontarlo piedra por piedra y llevárselo

Se encuentra situado en un enclave fronterizo con el Reino de Portugal

Castillo de San Felices de los Gallegos
Castillo de San Felices de los GallegosJosé Vicente/Ical

Son numerosos los pueblos de España que a lo largo de su historia han sufrido el expolio de sus bienes más preciados. Gran parte de las veces ha sido por "necesidad" y por el ofrecimiento cuantioso de dinero que ofrecían extranjeros de visita por tierras españolas que quedaban asombrados por los tesoros que veían sus ojos. También la desidia de los dueños y propietarios hacía que esas reliquias patrimoniales salieran de su lugar de origen para morar a cientos y cientos de kilómetros, donde en la actualidad reposan, en museos nacionales o lejos de nuestras fronteras, en especial en Estados Unidos.

El protagonista de este reportaje es un castillo de origen medieval, situado en la provincia de Salamanca que estuvo a punto de irse piedra por piedra en dirección a Estados Unidos. Situado en un enclave fronterizo con el Reino de Portugal nos estamos refiriendo al castillo de San Felices delos Gallegos, en la provincia de Salamanca, en la actualidad declarado Conjunto Histórico Artístico desde el año 1965.

Una fortaleza, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII, aunque su forma definitiva surgiría en el siglo XV y siempre ha sido un vestigio de las disputas entre los reinos de Castilla y Portugal, con disputas entre el Rey Dionisio y Fernando IV de Castilla. Finalmente retornaría a la Corona de Castilla, y gracias también al matrimonio entre María de Portugal y el nuevo rey castellano Alfonso XI.

En el año 1374 se instalaron en el castilla Beatriz de Portugal y Leonor, viuda e hija de Sancho de Castilla con toda su corte, y la fortaleza continuó en uso durante los siglos XVII y XVIII ya que allí se instalarían las tropas durante la guerra que sublevó a Portugal contra Felipe IV y 100 años después durante la Guerra de Sucesión.

Ya bien entrado en el siglo XIX entró en un estado de abandono y deterioro, aunque en la segunda mitad del siglo XX se reforma para conservar mejor su estructura. La fortificación perteneció a lo largo de los años a los Duques de Alba y en 1920 se vendió, y sus dueños aprovecharon las piedras del castillo para la construcción de casas. Pero dado el grosor de las piedras, incluso poniendo dinamita, desistieron de la idea.

Castillo de San Felices de los Gallegos
Castillo de San Felices de los GallegosJosé Vicente/Ical

Ya con nuevo dueño, a mediados del siglo XX dos norteamericanos que visitaron el lugar quedaron fascinados con el castillo y ofrecieron a su dueño 14 millones de pesetas de las entonces con la idea de desmontarlo, piedra por piedra, y llevarlo a Estados Unidos. El dueño se negó y les propuso venderlo a mitad de precio si lo restauraban pero dejándolo en su lugar. Años después los hijos del dueño lo donaron al pueblo para uso cultural y turístico.

Interior del castillo de San Felices de los Gallegos
Interior del castillo de San Felices de los GallegosJosé Vicente/Ical

Destaca la magnífica torre del Homenaje, que se puede observar desde numerosos puntos de los alrededores. Distribuida en tres plantas, su interior alberga el Aula Histórica de la villa y una exposición didáctica sobre las Fortificaciones de Frontera. Es recomendable la ascensión a lo más alto de la torre para contemplar la belleza del municipio y de las vecinas tierras portuguesas. Y de hecho, se ha convertido en uno de los principales atractivos de la zona.