
Historia
El espectacular pueblo que vio nacer a un famoso emperador romano y cuenta con uno de los castillos más bonitos
Se trata del mejor ejemplo de edificio gótico-mudejar de España

Los romanos permanecieron en España más de seis siglos. Por este motivo, no es de extrañar que alguno de sus hombres más representantivos nacieran en la Península Ibérica, que en ese momento se denominaba Hispania. Pues uno de sus emperadores más famosos fue así. Y fue en una espectacular villa que cuenta con un impresionante castillo que fue construido en el siglo XV y está considerado una de las mejores obras arquitectónicas del gótico-mudéjar español.
Se trata del Emperador Romano Teodosio I el Grande, que nació el 11 de enero de 347, en “Cauca”, un asentamiento vacceo de la península ibérica dentro de la Hispania Citerior. En el siglo III aparece relacionada como ciudad en el Itinerario de Antonino XXIV de Mérida a Zaragoza, entre las plazas de Nivaria y Segovia. Actualmente corresponde con la villa segoviana de Coca.
Teodosio I el Grande fue emperador romano desde el 19 de enero de 3791 hasta su muerte, el 17 de enero de 395. Durante su reinado afrontó y superó una guerra contra los godos y dos guerras civiles, y fue clave para establecer el credo niceno como la ortodoxia del cristianismo. También fue el último emperador en gobernar todo el Imperio Romano desde 394 hasta su muerte, cuando la administración del estado romano se dividió permanentemente entre dos cortes separadas, una occidental y la otra oriental, informa Wikipedia.
Nacido en Hispania, Teodosio era hijo de un general de alto rango, bajo cuya dirección ascendió en las filas del ejército. En 374, ya ostentaba un mando independiente en Mesia, donde tuvo cierto éxito contra los invasores sármatas. No mucho después, se vio obligado a retirarse y su padre fue ejecutado en circunstancias oscuras, pero Teodosio pronto recuperó su posición tras algunas intrigas y ejecuciones en la corte del emperador Graciano. En 379, después de que el emperador romano oriental Valente pereciera en la batalla de Adrianópolis contra los godos, Graciano lo nombró para sucederlo y hacerse cargo del ejército en un momento peligroso.
Los insuficientes recursos del nuevo emperador y sus ejércitos ya agotados no fueron suficientes para expulsar a los invasores y, en 382, a los godos se les permitió establecerse al sur del río Danubio como aliados autónomos del Imperio. En 386, Teodosio firmó un tratado con el Imperio sasánida, que dividió el largamente disputado Reino de Armenia y aseguró una paz duradera entre las dos potencias.
Teodosio era un firme partidario de la doctrina cristiana de la consubstancialidad y un oponente del arrianismo. Convocó un concilio de obispos en Constantinopla en 381 que confirmó la primera como ortodoxia y la segunda como herejía. Aunque interfirió poco en el funcionamiento de los cultos paganos tradicionales y nombró a no cristianos para altos cargos, no fue capaz de prevenir ni tampoco castigó los daños causados a varios templos helenísticos de la antigüedad clásica, como el Serapeum de Alejandría, destruido en enfrentamientos entre cristianos y paganos a raíz de la aplicación de la legislación teodosiana antipagana por el obispo Macellus.
Durante los primeros años de su reinado, gobernó las provincias orientales, mientras que el oeste fue supervisado por los emperadores Graciano y Valentiniano II, con cuya hermana Gala se casó. Teodosio patrocinó varias medidas para embellecer su capital y residencia principal, Constantinopla, sobre todo la ampliación del Foro Tauri, que se convirtió en la plaza pública más grande conocida en la antigüedad.
Emprendió dos campañas militares hacia el oeste, en 388 y 394, después de que Graciano y Valentiniano fueran asesinados, para derrotar a los dos pretendientes, Magno Máximo y Eugenio, que se alzaron para reemplazarlos. La victoria final de Teodosio en septiembre de 394 lo convirtió en emperador único del Imperio, pero murió unos meses después y fue sucedido por sus dos hijos, Arcadio en la mitad oriental del imperio y Honorio en el oeste. Había sido investido como Dominus Noster Flavius Theodosius Augustus al acceder a la dignidad imperial y fue deificado tras su muerte como Divus Theodosius.
La historiografía tradicional ha considerado a Teodosio un administrador diligente, austero en sus hábitos, misericordioso y un cristiano devoto. En los siglos posteriores a su muerte, fue considerado un firme defensor de la ortodoxia cristiana que derrotó decisivamente el paganismo. Los estudiosos modernos de su figura, sin embargo, consideran esto como una interpretación de la historia de los escritores cristianos más que como una representación precisa de la verdad histórica.
Sus descendientes gobernaron el mundo romano durante las siguientes seis décadas, y la división este-oeste duró hasta la caída del Imperio romano de Occidente a finales del siglo V.
Coca
Pues el Emperador Teodosio I El Grande nació en la villa segoviana de Coca. Pero antes de llegar los romanos, grupos humanos se instalan esporádicamente en sus tierras en el período postneolítico (aproximadamente 3500 años a.C.), pero es desde el Bronce Antiguo (2400 a.C.) hasta la Primera Edad del Hierro cuando se puede hablar de grupos más o menos numerosos afincados en puntos de los alrededores de Coca.
Surge como un núcleo de población estable entre el 750 y el 550 a.C., como una pequeña aldea situada en lo que es hoy la zona de los Azafranales. Los restos arqueológicos hablan de una aldea de unas dos hectáreas de extensión con viviendas redondeadas, con paredes de adobe y techumbres de madera cubiertas de ramas y paja. La base económica de esta Cauca era la agricultura cerealista, estando la ganadería en un segundo plano. Su población sería de unos 300 ó 400 habitantes.
Posteriormente esta aldea daría lugar a la Cauca vaccea, a partir del 550 a. C., que sería asediada varias veces por los ejércitos romanos en su conquista de Hispania. Esta Cauca vaccea, tendría una extensión de aproximadamente 20 hectáreas y no menos de 6.000 habitantes. Sus casas estaban fabricadas de adobe y tapial, con cimientos en algunos casos, cubiertas de materia vegetal y sus plantas son cuadrangulares. Una muralla protege la zona más vulnerable de la población. Era una ciudad independiente en su gobierno y estaba dirigida por un senado o consejo de ancianos. Su economía estaba basada en el cereal y se hablaba un idioma céltico aún poco conocido, pese a que su escritura se realizaba con caracteres ibéricos.
En el año 151 a.C. el cónsul romano Lúculo atacó Cauca, sin motivo aparente, logrando tras una breve resistencia la rendición de la ciudad, bajo garantías de un rescate en plata de cien talentos (2.216 kilos). Lúculo traicionó las condiciones de rendición y ordenó asesinar a todos los pobladores en edad de luchar. Años más tarde Escipión, volvió a la ciudad de Cauca, tal vez influido por sus recuerdos como lugarteniente de Lúculo. En el año 131 a.C. hizo acopio de víveres en Cauca antes de dirigirse a Numancia donde invernó.
En el año 74 a.C. el general Gneo Pompeyo por medio de un engaño (envió soldados que fingieron estar heridos, para tomar las puertas de la ciudad) tomo la ciudad en represalia al apoyo que ésta había prestado a la causa de Sertorio. Durante esta época Cauca es una de las principales ciudades de los vacceos y en el año 134 a.C. renovó un pacto de hospitalidad con la comunidad amallobrigense de los Magilancos. Durante el Bajo Imperio, nace en Cauca el que más tarde será Teodosio I el Grande, último emperador del oriente y el occidente.
Tras la invasión árabe, es posible que los caucenses vivieran pacíficamente entre moros y judíos hasta que diversas circunstancias provocaron las masacres de sarracenos por las tropas de Alfonso I de Asturias. En el año 939 fue arrasada en la campaña de Abd Al-Rahman III contra Simancas, siendo colonizada nuevamente a partir de 1085, fechas en las que se levantaron las murallas medievales utilizando los restos romanos y visigodos que existían.
Ya en la Edad Media la villa de Coca siempre fue tenida por un paraíso por los monarcas españoles. El mismo Alfonso VIII compró una heredad en la villa por 500 maravedís. Bajo su reinado la Comunidad de Coca participó activamente en la Reconquista, especialmente en la batalla de las Navas de Tolosa.
A raíz de que los Fonseca se establezcan en Coca, esta población se ve implicada en varios acontecimientos que marcaron la historia de España en la segunda mitad del siglo XV, siendo uno de los puntos estratégicos de la guerra entre Enrique IV y su hermano el príncipe Alfonso. Además durante la Guerra de las Comunidades (1520-1521), la villa de Coca tomó parte muy activa. Tras el fallido intento del Alcalde Ronquillo por tomar Segovia, éste se retiró a Coca, donde el señor de la villa, Antonio de Fonseca recibió la orden de reclutar tropas y junto con las de Ronquillo tomar la artillería de la ciudad de Medina del Campo. Tras el incendio de Medina del Campo, las tropas comuneras quisieron tomar Coca y su fortaleza, desistiendo dada la inexpugnabilidad de las mismas.
Durante todo el período de la Guerra de las Comunidades, la villa de Coca se mantuvo fiel al rey, enviando refuerzos contra los comuneros que sitiaban Torrelobatón. En el siglo XVI y siglos sucesivos, se produjo en la villa, como en el resto de España, una gran emigración a América. Prueba de esto son las varias poblaciones y zonas de América que llevan el nombre de Cauca.
A partir del siglo XVII se produce en la Comunidad de Villa y Tierra de Coca una gran decadencia económica y poblacional, al igual que en el resto de Castilla, siendo en el siglo XVIII cuando varios de los pueblos de la jurisdicción de la Comunidad ganan la exención de jurisdicción y pasan a ser Fuente de Santa Cruz, Nava de la Asunción, y Santiuste de San Juan Bautista.
El día 2 de diciembre de 1808 es ocupada la villa por una división de soldados franceses al mando del general Milhaud. Los habitantes huyen a los pinares, y las tropas francesas dueñas de la villa se dedican al pillaje, destruyendo el archivo municipal, prendiendo fuego a los documentos en la plaza. Estas tropas abandonan Coca el día 4 de diciembre, aunque otras tropas siguen pasando por la villa hasta que el día 28 de diciembre el "El Despeñadero", en un enfrentamiento con soldados franceses mueren tres piñeros.
A finales de enero de 1809 se aposenta en el castillo una guarnición de 25 soldados franceses, para proteger la marcha de los correos franceses, que eran hostigadosen su ruta entre Segovia y Valladolid a su paso por los pinares de Coca. Esta guarnición recibe la orden a primeros de 1810 de replegarse a Villeguillo, de donde también se replegaron dado el acoso de los guerrilleros.
Famosos guerrilleros como Juan Martín "El Empecinado" y Abuín, operaron en los pinares de Coca junto con los guerrilleros locales, y este acoso continuo a los correos y destacamentos ocasionó que a finales de 1811, se instalara de nuevo una guarnición francesa en el Castillo, donde permaneció hasta primeros de septiembre de 1812, fecha en que se desalojó definitivamente el castillo.
Durante el siglo XIX y principios del XX la localidad segoviana se fue repoblando con gentes del lugar, y se ha llegado hasta nuestros días en el que su principal riqueza se fundamenta en el sector turístico y servicios, por los numerosos atractivos monumentales con los que cuenta.
Principales monumentos
Son muchos los atractivos culturales y naturales con los que cuenta la villa Segovia, aunque el principal es su fortaleza.
Castillo de Coca
El Castillo de Coca fue construido en el siglo XV y está considerado una de las mejores obras arquitectónicas del gótico-mudéjar español. Propiedad de la casa de Alba, cedido al Ministerio de Agricultura de España desde el año 1954. La fortaleza se levanta sobre el meandro del río Voltoya, afluente del Eresma. Está declarado Monumento Nacional, y es una de las pocas fortalezas de España que no se asienta sobre un cerro, sino sobre unos escarpes del terreno. Rodea el edificio un ancho y profundo foso, asegura Wikipedia.
Su construcción se realizó principalmente en ladrillo, utilizado no sólo como material de obra, sino también como elemento decorativo; la piedra caliza aparece en las aspilleras, las columnas del patio de armas y otros elementos decorativos. El recinto inferior es de planta cuadrada, y se encuentra flanqueado en sus esquinas por cuatro torres, siendo la de mayor tamaño la torre del homenaje, recorrida en su interior por una angosta escalera de caracol realizada en ladrillo que permite el acceso a diversas plantas destinadas a capilla, sala de armas y otras estancias. La Sala de Armas se cubre con bóveda de nervaduras góticas adornada con mosaicos a base de motivos geométricos de varios colores. Desde lo alto de la torre se divisan los castillos de Cuéllar y de Íscar.
La torre de Pedro Mata sigue en tamaño a la del homenaje, seguramente porque junto a ella protege la puerta de acceso al patio de armas. Las dos restantes son la torre de la Muralla y la de los Peces. Dentro del recinto pueden encontrarse también otras salas con decoración de estuco y mural, así como una mazmorra.
Torre de San Nicolás
Fue construida en el siglo XII a imitación de un minarete islámico. Es lo que queda de la iglesia del mismo nombre derrumbada a finales el XVIII. Su construcción es de mampostería y ladrillo, con planta cuadrada. En su mitad inferior tiene cinco pisos de arquillos ciegos, mientras que en la parte superior podemos ver cuatro pisos de ventanas abiertas en el muro. Actualmente es un mirador desde el que puede observarse, tan sólo a unos metros del profundo tajo del Eresma, tanto el casco urbano como la densísima capa vegetal que rodea a Coca.
Murallas Medievales
Contiene una de las cuatro puertas que daban entrada a la ciudad. Hoy se conservan unos 200 metros de la muralla que llegó a rodear toda la ciudad medieval. Queda, con seguridad, la parte más elevada y de mayor grosor ya que protege la zona más vulnerable, la que no está flanqueada por las profundas cárcavas labradas por los ríos.
Construida en el siglo XII, la parte hoy visible está almenada y tiene tres torres. Contiene una de las puertas de entrada a la ciudad, la Puerta de la Villa, cuyo vano se cubre con unos arcos apuntados, abocinados y enmarcados por un alfiz, todo ello de ladrillo. El resto está construido por piedras de pizarra y cuarcitas, entre las que pueden verse materiales romanos y celtibéricos.
Iglesia de Santa María La Mayor
Es la única de las siete iglesias con que contara Coca en otros tiempos. Se termina de construir en 1520 sobre los cimientos de una iglesia románica de la que hoy sólo queda la parte inferior de la torre. Tiene una sola nave y es de planta de cruz latina. Está construida en ladrillo para los muros y parte de la torre, mientras que los contrafuertes, las columnas interiores, los nervios de la bóveda y las ventanas son de caliza. A pesar de la fecha de su construcción, posee escasos vanos, por lo que su aspecto exterior es bastante macizo.
La torre tiene tres partes diferenciadas: la inferior, de mampostería, es del siglo XII, al igual que la de S. Nicolás; la central, de ladrillo es contemporánea de la iglesia (siglo XVI); la superior contiene el reloj y un original remate, es de principios de este siglo.
En el interior destaca la bóveda gótica de cinco tramos en las que se adoptan diversas soluciones estructurales. También, el retablo mayor, de gusto clásico. Aunque las obras de mayor importancia artística son los sepulcros renacentistas de la familia Fonseca.
Verracos Ibéricos
Son tres esculturas zoomorfas las que se encuentran hoy en Coca.Dos de ellas se exponen en la parte exterior de la muralla, junto al Arco de la Villa. La otra se encuentra empotrada en uno de los muros del recinto exterior del castillo. Son verracos labrados en granito y supuestamente protectores del ganado. Uno de ellos contenía una inscripción en latín hoy prácticamente borrada.
Puentes
Cualquier acceso que se utilice para entrar en Coca atravesará necesariamente un puente. Las razones defensivas de su ubicación en época prerromana así lo determinan. Hoy existen tres puentes sobre el Voltoya, dos sobre el arroyo Balisa y uno más sobre el Eresma.
El puente más antiguo es el llamado "Puente Chico" sobre el río Voltoya. Es de época medieval, construido en mampostería y con dos ojos apuntados. Ha sufrido numerosas reconstrucciones pero aún se percibe su primitiva fisonomía.
Ermita de Santa Rosalia
Se encuentra en dirección a Navas de Oro, a escasa distancia del Puente Grande. Ha permanecido abandonada desde mediados del siglo pasado. Fue fundada en 1728 por D. Gaspar de Sarabia y estuvo autorizada para impartir culto. Construida en ladrillo, posee una galería abierta a las riberas del Eresma y una pequeña torre en uno de sus extremos.
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