Un oasis paradisiaco alejado del bullicio: así es la cala más secreta de Canarias

Descubrir rincones apartados del bullicio se ha convertido en una tarea cada vez más difícil. Aquellos que buscan refugio en la serenidad y la calma se ven atrapados, a menudo, en una encrucijada emocional: ¿ceder a la tentación de las playas cercanas, cómodas pero llenas de gente, o embarcarse en la búsqueda de un paraíso escondido que ofrezca verdadera paz? En las temporadas altas de turismo en Canarias, la lucha por un espacio en la arena se convierte en una auténtica carrera de fondo, una especie de desafío que solo quienes se levantan al alba logran superar. Ante esta constante competencia, no son pocos los que optan por escapar del tumulto playero y se adentran en calas secretas, lejos de los ojos curiosos.

Si eres de los que disfruta de su propio rincón en la orilla y te gusta caminar a tu ritmo, sin la invasión de toallas ajenas, este lugar oculto será tu refugio ideal.

Con una extensión de apenas 50 metros, esta cala permanece intacta, alejada del bullicio turístico… al menos por ahora. En San Miguel de Abona, Tenerife, se encuentra la Playa Montaña Amarilla, un impresionante rincón declarado Monumento Natural que se presenta como un oasis en medio de la conocida Costa del Silencio.

Sus aguas tranquilas y cristalinas, su silencio absoluto y un entorno natural privilegiado la convierten en un lugar mágico, perfecto para desconectar del ajetreo de playas más populares como Las Américas o El Médano. Un refugio secreto, donde la paz es la única compañía.

Los colores que reinan en la montaña son sorprendentes, una bella colina costera que se formó hace miles de años fruto de la lava volcánica y que es es de color amarillo.

Actividades que se pueden realizar

Si decides visitar este rincón sin tus gafas y tubo, habrás dejado escapar una de las mejores experiencias para explorar el fascinante fondo marino de Canarias haciendo snorkel.

El snorkel es una práctica que permite explorar la superficie del agua, utilizando gafas, tubo o máscara y aletas para observar el mundo subacuático sin necesidad de sumergirse completamente, ni mucho menos usar bombonas de oxígeno. Se trata de una forma relajada y accesible de adentrarse en el océano, ideal para quienes desean disfrutar de su belleza sin la necesidad de un equipo complejo.

Gracias a la ausencia de fuertes corrientes, esta actividad resulta perfecta tanto para principiantes como para buceadores más experimentados. La playa tiene una profundidad media de 15 metros, alcanzando los 25 metros en su punto más profundo. Bajo sus aguas, descubrirás un ecosistema fascinante, con cuevas, arrecifes y una variada fauna marina, como catalufas, morenas, anguilas jardineras, tapaculos y angelotes. Una auténtica maravilla que te invita a sumergirte en el silencio y la magia del océano.

Una gastronomía peculiar

Para vivir la experiencia completa en la cala secreta es imprescindible acudir al Mana Nui restaurante, situado junto al mar.

Este rincón es perfecto para disfruta de una bebida o comida relajante escuchando las olas del mar con su tono azul turquesa. Sin duda, una parada obligatoria que te permitirá disfrutar al máximo la esencia paradisiaca de este enclave alejado del bullicio.

Cómo llegar

Para llegar a esta cala es sencillo hacerlo a pie dada su fácil accesibilidad. Sin embargo, ten en cuenta que la zona tiene solo 50 plazas de aparcamiento, localizadas en la calle Enea 2, en San Miguel de Abona.

Si prefieres utilizar el transporte público, puede hacerlo en bus aunque el trayecto es algo largo y tedioso de cerca de dos horas desde Santa Cruz de Tenerife. Debes tomar la línea 112 desde en la capital tinerfeña y una vez llegues a tu destino hacer trasbordo con la 467.