Pedro Sánchez viaja a Andalucía para pedir a Moreno que aplique la Ley de Vivienda

El barrio de Torreblanca, situado al este de la ciudad, en la periferia, es uno de los más pobres de España. Con una renta media de apenas 10.515 euros anuales, este barrio surge a principios del siglo XIX para abordar la problemática arraigada del chabolismo. En los años 60, el jefe técnico de Sanidad describió Torreblanca de los Caños como un grupo de casas a ambos lados de la Carretera de Alcalá, con una población de entre diez y doce mil habitantes que vivían en condiciones precarias.

Actualmente, en este barrio residen unos 30.000 vecinos, una población marcada por el paro, el mal estado de las viviendas y la falta de infraestructuras. En multitud de ocasiones los vecinos han manifestado sentirse abandonados. Para transformar esa realidad, desde el Gobierno andaluz y el Estado han acordado el impulso de vivienda social asequible en esta barriada, justo en un momento en el que la vivienda ocupa el centro político y se consuma ya como uno de los principales problemas de los ciudadanos.

Esta mañana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acompañado al jefe del Ejecutivo andaluz, Juanma Moreno, al acto de entrega de las 218 primeras llaves de estas viviendas asequibles construidas en Torreblanca para hacer frente a la crisis habitacional. Una promoción que ha supuesto una inversión de más de 27 millones de euros y que han contado con la aportación económica del Consistorio hispalense, la Junta de Andalucía y el Gobierno de España.

Juanma Moreno y Pedro Sánchez, que no se veían desde 8 de abril de 2024, cuando participaron juntos en la colocación de la primera piedra del primer subtramo de la línea 3 del metro de Sevilla, han exhibido acuerdo y cooperación para abordar el problema de la vivienda, pero el jefe del Ejecutivo andaluz ha pedido más esfuerzo.

"Esto tiene que pasar en más rincones", ha afirmado Moreno acerca de "la cooperación de todos, incluso la Unión Europea" en esta materiua , por cuanto ha esgrimido que "todos tenemos que empujar en la misma dirección". "Estamos ayudando a quitar burocracia, papeleo, a quitar impuestos", ha blandido como medidas de la Junta en este ámbito.

En concreto, Moreno ha esgrimido entre las iniciativas de la Junta de Andalucía el Decreto ley 1/2025, que convalidó hace quince días el Parlamento, y que contempla medidas como que los ayuntamientos faciliten la bolsa de suelo disponible para construir viviendas y la Junta habla de un objetivo de que se construyan 20.000 viviendas asequibles. También ha mostrado otros ingredientes de esa estrategia de la Administración autonómica, como sería el ámbito fiscal, para mostrarse aquí partidario de "quitar impuestos" y redundar así en facilitar "esta materia prima que es el suelo", al tiempo que ha recordado una deducción fiscal promovida por el Gobierno andaluz de 600 euros en el IRPF por alquiler de vivienda que ha tenido como destinatarios a menores de 35 años y mayores de 60 años.

"No hay varitas mágicas", ha advertido el presidente andaluz en este ámbito, convencido de que gobiernos y sociedades afrontan "un problema de Estado, muy serio, que tenemos que afrontar entre todos", así como de que el proyecto presentado encarna "un esfuerzo colectivo" de "distintas administraciones que cooperamos" y con ello "generemos objetivos más grandes, rápidos y reales".

El acto lo cerró el presidente del Gobierno, que también aludió a la cooperación entre administraciones para hacer frente al problema de la vivienda en España. El dirigente socialista aprovechó sus palabras para reclamar a todas las administraciones que «apliquen» la Ley de Vivienda en sus territorios para dar «soluciones» a las demandas de los ciudadanos, ya que, según ha asegurado, la normativa «funciona allí donde se desarrolla y ejecuta».

Sánchez defendido la Ley de Vivienda aprobada por su Gobierno (que en su día fue recurrida en varios puntos por el PP en el Tribunal Constitucional y las comunidades gobernadas por ese partido anunciaron que no la aplicarían), apuntando que tiene la "justicia social" es lo que la inspira, con una "filosofía intachable" de que la "vivienda sea un derecho y no un lujo". Ha indicado que se trata de una "buena" norma que está dando resultados donde se está aplicando, como demuestran "los datos".

Así, ha expuesto que en Cataluña, comunidad gobernada por el PSC, con la aplicación de la Ley de Vivienda, "los precios han bajado una media del 3,7 por ciento en las zonas tensionadas y un 6,4 por ciento en una ciudad altamente tensionada como es la ciudad de Barcelona", mientras que, en contra de lo que vaticinaron algunos, "no solo hay más pisos en alquiler, sino, y esto es lo importante, los contratos son más estables porque desaparecen los incentivos perversos para especular con el alquiler y también con la compra-venta de esas viviendas".

Por ello, el presidente ha expresado que le "gustaría instar a todas las administraciones públicas a que apliquen la Ley de vivienda", no "para darle la razón al Parlamento nacional y al Ejecutivo, sino simplemente para dar soluciones a los ciudadanos y ciudadanas que demandan de las administraciones esa colaboración y la aplicación de leyes que sean en su propio beneficio".