
Temporal
«Martinho» se va pero deja ríos desbordados
La borrasca que llega derretirá nieve y aumentará el caudal de unos ríos que ya no dan abasto

«Jana», «Laurence», «Martinho»... Desde finales de febrero asistimos ya aburridos al nombre de las borrascas que se han ido sucediendo y que han dejado uno de los meses más lluviosos de la historia pero, afortunadamente, esta semana parece que llega la tregua. Esta última, «Martinho», ha sido una de las más preocupantes y, aunque ayer ya daba sus últimos coletazos en el Golfo de Vizcaya para dejar en el norte peninsular precipitaciones en forma de nieve (hubo alerta naranja por vientos de hasta 70 kilómetros por hora en el litoral cantábrico), los estragos se siguieron notando en gran parte de la península. Uno de los más llamativos ha sido, sin duda, el derrumbe de parte del puente «romano» o «puente viejo» de Talavera de la Reina (Toledo), después de que el Tajo alcanzara los 1.400 m3 a su paso por la localidad.
Hasta el lugar se desplazó ayer el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que quiso comprobar de primera mano los estragos del temporal y aprovechó para pedir un Plan Nacional del Agua que contenga infraestructuras hídricas e hidráulicas. Por ello apeló a que se olviden los «planteamientos ideológicos maximalistas», pues la prioridad es «estar preparados con infraestructuras adecuadas para evitar daños, la pérdida de vidas e impactos patrimoniales muy importantes», dijo.
Y aunque muchos aplauden ya la llegada de un anticiclón esta semana, que dé un respiro y nos permita ver un rayo de sol, las autoridades están preocupadas porque ese sol precisamente puede ser ahora muy peligroso. Lo más probable es que derrita gran parte de la nieve y el hielo que se acumula en las montañas, lo que supondrá el aumento del caudal de unos ríos ya desbordados. Porque «Martinho» está de salida pero ayer se siguió notando y hubo avisos en nueve comunidades. Fue, sobre todo, una jornada en la que las miradas volvieron a posarse en los ríos de Madrid, Ávila y, sobre todo, Toledo.
Aunque el temporal de lluvias se estabiliza en Castilla-La Mancha, para la citada ciudad y la provincia de Toledo en general fue una jornada complicada. El Tajo siguió aumentando su caudal y los efectos de las inundaciones de la región mantienen viviendas desalojadas en Escalona y en Santa Cruz de Retamar.
La mayoría de las personas se encontraban ayer en casas de familiares, pero una veintena permanece aún en albergues, informan a Efe fuentes del 112.
Una buena noticia es que no se espera que el agua llegue finalmente al Hospital Nacional de Parapléjicos, ribereño al Tajo y donde la UME trabaja desde el jueves en colocar barreras para evitar una posible inundación.
Mientras, el Ayuntamiento de Toledo mantiene cerrados por precaución los puentes de San Martín y Alcántara, que pasan por encima del río Tajo.
Las previsiones de la Aemet indican que las lluvias, si se producen, serán más débiles en los próximos días, aunque se prevé que las presas sigan desembalsando. «La confederación nos dice que va a seguir desembalsando cantidades importantes, pero también nos dice que irán descendiendo poco a poco a lo largo de la próxima semana», señaló el consejero de Hacienda manchego, Juan Alfonso Ruiz Molina. Por su parte, el presidente de la comunidad, Emiliano García-Page, recordó que todavía quedan «bastantes personas» desalojadas de sus casas en los albergues públicos y celebró que la situación se vaya a estabilizar.
En Castilla y León también se ha sufrido bastante a «Martinho». El descenso del nivel de los ríos Adaja y Chico a su paso por Ávila comienza a dejar ver los primeros desperfectos en las infraestructuras y el mobiliario urbano de esta ciudad que aún vive las secuelas de las inundaciones sufridas en su zona sur el pasado viernes. No obstante, aún habrá que esperar para calibrar los daños causados.
A la espera de que los técnicos puedan evaluar la cuantía de las pérdidas, el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, avanzó que el consistorio solicitará al Gobierno la declaración de zona gravemente afectada por emergencia de Protección Civil, antigua zona catastrófica. Según explicó a Efe el alcalde, la estación de aforo marca actualmente un nivel de 2,30 metros, cuando el sábado tenía 2,80 y el viernes, cuando se produjo el nivel máximo de la emergencia, llegó a superar los 3,60 metros.
El alcalde sigue pendiente de la imagen que presentan las cumbres cercanas de las sierras de La Paramera y Serrota, así como de las temperaturas, para que el deshielo no vuelva a provocar una tercera crecida, tras la del viernes y la del pasado 8 de marzo. Si siguen siendo bajas, el deshielo será paulatino, pero si experimentan un ascenso notable, pueden volver los problemas.
Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Duero mantenía ayer el aviso rojo en los ríos Adaja, en Valdestillas (Valladolid), y Eresma, en Segovia.
Mientras, el caudal de los ríos de la Comunidad de Madrid va a mantenerse muy alto a pesar de que las lluvias hayan cesado en la región, y los embalses seguirán soltando agua ante el deshielo previsto, por lo que se sigue recomendando no acercarse a los cauces. Según Emergencias 112, aunque la situación meteorológica mejora, el deshielo previsto hace que siga siendo necesario desembalsar agua, por lo que el caudal de los ríos preocupa.
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