La franquicia del Estado Islámico en el Congo, la más sanguinaria

No hay una semana en la que no se dé cuenta del asesinato de cristianos en África, en especial en el Congo por parte del Estado Islámico (Daesh, Isis). Según estudios internacionales, es la franquicia más sanguinaria de la banda yihadista, lo que resta peligro a las restantes, en especial a la afgana-pakistaní del ISPK que intenta “exportar” el terrorismo a occidente y esta misma semana hemos tenido un ejemplo en Alemania.

Y las que actúan en el Sahel, con ataques cada día más cercanos a las capitales de los países de la zona, lo que confirma el objetivo estratégico de los yihadistas de hacerse con el control de una de estas ciudades como un paso de gigante en el camino de lograr un nuevo “califato”.

En los últimos seis años, el ISIS-RDC que opera en el Congo ha cometido más de 8.000 asesinatos. Los datos del Centro de Análisis y Tendencias del Terrorismo Global ( GTTAC ) brindan información detallada sobre las actividades de ISIS en la República Democrática del Congo, a la vez que las alinean con los objetivos globales de ISIS. En los últimos seis años, el ISIS-RDC que opera en el Congo ha cometido más de 8.000 asesinatos. Los datos del Centro de Análisis y Tendencias del Terrorismo Global ( GTTAC ) brindan información detallada sobre las actividades de ISIS en la República Democrática del Congo, a la vez que las alinean con los objetivos globales de ISIS.

Entre 2018 y agosto de 2024, grupos armados no estatales como el M23, el CODECO, las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y los combatientes de Wazalendo han intensificado sus operaciones armadas, informa HsToday.

Cada grupo persigue agendas distintas, que van desde la lucha por los derechos étnicos hasta la explotación económica. Sin embargo, el ISIS-RDC se distingue por ser el único grupo armado con vínculos profundos con una red terrorista transnacional. Su capacidad para desenvolverse en contextos políticos, étnicos y económicos cambiantes y, al mismo tiempo, adaptar sus estrategias pone de relieve los desafíos de la guerra asimétrica en el este de la República Democrática del Congo, donde los actores estatales y no estatales forman alianzas fluidas.

Desde 2018, ISIS-RDC ha empleado métodos cada vez más sofisticados, pasando de tácticas de guerrilla al uso de artefactos explosivos improvisados (IED), atentados suicidas, ejecuciones masivas y secuestros, entre otros tipos. El líder del grupo, Seka Musa Baluku, renovó su lealtad el Estado Islámico y su compromiso con la estrategia yihadista global. Las actividades y operaciones financieras y de tipo estatal del ISIS en la República Democrática del Congo se llevan a cabo a través de una sólida red de comercio ilícito, que incluye el contrabando de café, madera y oro.

El grupo aprovecha la propaganda para ampliar su influencia, utilizando el semanario Al-Naba del ISIS para celebrar conquistas territoriales y reivindicar ataques terroristas con gran número de víctimas. En ediciones recientes, se hizo hincapié en su expansión geográfica en el territorio de Lubero, en la provincia de Kivu del Norte, y en su lealtad a los objetivos yihadistas globales del ISIS.

Para hacer frente a la creciente amenaza que representa el ISIS-RDC será necesaria una estrategia antiterrorista multifacética.

Las lecciones extraídas de la lucha contra otros afiliados del ISIS subrayan la necesidad de la cooperación regional, el intercambio de información y la difusión de mensajes estratégicos para contrarrestar la radicalización y el reclutamiento. No se puede exagerar la importancia de esta amenaza emergente: si no se controla, el ISIS-RDC corre el riesgo de desestabilizar aún más una región ya de por sí frágil. Un enfoque integrado, que combine operaciones de seguridad con reformas de gobernanza y desarrollo económico, es esencial para desbaratar la influencia del ISIS-RDC y garantizar la estabilidad a largo plazo, subraya el informe.