Gerard Depardieu es juzgado hoy por sus presuntas agresiones sexuales

Durante décadas, Gérard Depardieu encarnó el alma misma del cine francés. Monumental en todos los sentidos, de temperamento volcánico y talento desbordante, era el último gran monarca de una pantalla que lo veneraba. Pero su vida ha tomado un giro oscuro: el actor, de 76 años, se enfrenta al que quizás sea su papel más difícil y desagradable, el de acusado ante el tribunal correccional de París.

Hoy y mañana, Depardieu está llamado a declarar por las presuntas agresiones sexuales a dos mujeres, una ayudante de realización y una decoradora, durante el rodaje de "Les Volets Verts", en 2021. Sin embargo, la gran pregunta es: ¿se presentará? Ya en octubre logró esquivar la Justicia con un certificado médico que detallaba sus dolencias, desde su cuádruple bypass coronario hasta su diabetes. Nadie se sorprendería si volviera a recurrir a la misma estrategia.

Hombre de excesos

Desde la aparición del movimiento #MeToo, Francia ha visto desfilar una lista de personalidades caídas en desgracia, desde cineastas hasta periodistas, pero ninguna con el peso simbólico de Depardieu. Su imagen de mito del cine francés siempre fue de la mano con la de un hombre de excesos, pero la magnitud de las acusaciones ha dejado al país en estado de shock. No obstante, su círculo de leales sigue defendiéndolo. Incluso Emmanuel Macron, en uno de los momentos más álgidos del escándalo, lo definió como "un inmenso actor que enorgullece a Francia", comentario que desató una ola de críticas.

Las denuncias de las dos víctimas en este juicio detallan episodios de tocamientos forzados y propuestas soeces en pleno set de rodaje. En uno de los casos, la intervención de su propio guardaespaldas evitó que el incidente fuera a más. Su excusa pública, lejos de un arrepentimiento sincero, rozó la provocación.

Pero estas no son las únicas sombras que acechan al actor. En los últimos años, una veintena de mujeres ha presentado denuncias similares, dos de ellas por violación. Charlotte Arnould, actriz francesa, y Ruth Baza, periodista y actriz española, son algunas de las que han alzado la voz. Depardieu, por su parte, niega todas las acusaciones.

El declive de la estrella no se limita a los tribunales. La policía francesa ha registrado su domicilio por sospechas de fraude fiscal, desmantelando la farsa de su residencia en Bélgica mientras pasaba la mayor parte del tiempo en París. Tampoco se olvida su otrora sonado escándalo cuando, en protesta contra los impuestos franceses, adoptó la ciudadanía rusa. Su afinidad con regímenes autoritarios, desde la Rusia de Putin hasta Cuba y Corea del Norte, solo ha servido para agrandar su leyenda oscura.

Su gran apoyo, su pareja Magda Vavrusova

Según publicó ayer, domingo 23 de marzo, "La Tribune Dimanche", Depardieu atraviesa una crisis personal profunda. En su refugio emocional lo acompaña su pareja desde 2017, la actriz y productora checa Magda Vavrusova, de 40 años. En diciembre de 2023, ella escribió en redes sociales: "Me enamoré de un hombre único, humano, insolente, provocador, vulgar, excesivo, extraordinariamente culto, talentoso como nadie, pero sobre todo libre...". Para Vavrusova, Depardieu es un hombre sin autoestima que busca desesperadamente la atención y, a veces, se descarrila. Ahora Depardieu se enfrenta a una posible condena de hasta cinco años de prisión y una multa de 75.000 euros.

El ocaso de los dioses en el Olimpo del cine francés ha llegado. Y Gérard Depardieu, que lo tuvo todo, se encuentra solo ante el telón de su propio juicio final.