Entrevista

Arturo Valls: "Mi marca de arroz se va a llamar Roland Garroz"

A unos días de empezar a rodar con Joaquín Reyes, ya nos alegra el verano con la comedia «Mala persona»

Arturo Valls
Arturo VallsCristina Mariscal

Cuando encuestan sobre con qué famoso nos tomaríamos una caña, Arturo Valls (Valencia, 1975) siempre está entre los elegidos. Por eso, verle en las carteleras como protagonista de «Mala persona», la hilarante comedia de Fer García-Ruiz, epata así de primeras. Otra cosa es cuando te sientas en tu butaca y ves al hostelero al que interpreta el humorista y presentador en una de las mejores interpretaciones de su carrera. Además, en unos días, rueda con Joaquín Reyes y para septiembre, le esperan en RTVE, donde se ha mudado con «That´s my jam». Eso, de cocina para fuera. Para dentro, nos promete una marca propia de arroz. Que les aproveche...

Lo de ser gracioso, ¿le viene de casta o lo suyo es generación espontánea?

Ambas cosas. Vengo de familia que no se dedican al audiovisual, pero sí al entretenimiento digamos familiar. Mi padre era de ponerse una peluca, de disfrazarse, de animar una Nochebuena o cualquier reunión. Mi madre es tremendamente graciosa. Hay una generación de payasos en la familia, en el buen sentido, claro.

Arturo Valls
Arturo VallsMala Persona

En «Mala persona» pasa de ser un bonachón a un canalla tras diagnosticarle una grave enfermedad para que los suyos no sufran. Este hostelero al que da vida, ¿es un héroe o es un antihéroe?

Diría que un héroe porque semejante idea no se le puede ocurrir a un antihéroe, sobre todo a un tipo que está tremendamente enamorado de su mujer y que quiere hasta esos niveles a sus seres queridos.

En esta película trabaja con otros dos queridísimos: Malena Alterio y José Corbacho. Con colegas así, ¿va todo rodado?

Efectivamente, es gente que tiene ese timing de la comedia, que es muy cómplice a la hora de trabajar, son gente igual que Julián Villagrán lo hacen todo muy fácil y que son buenas personas y se nota.

Aterriza en septiembre en RTVE con «That ́s my jam», un formato que testó en Movistar Plus, que además de presentar, coproduce. ¿Invertir su patrimonio en entretenimiento es otra forma de retarse?

Lo veo como como una pasión, un deporte arriesgado desde luego. Son inversiones que te nutren y te aportan más allá de lo de lo económico. Algo más que me da felicidad.

Se ha mudado a la pública al tiempo que su amigo, David Broncano. ¿Confía en que sus formatos puedan competir frente a las privadas?

Hombre, claro. Si es cierto que es complicado, esa batalla por las audiencias y por conquistar a un público de Televisión Española que es un público más concreto. El caso de David sí que es un reto porque pasa de un lenguaje, de un tono, que se permite mejor en las privadas y pasar a un público más abierto.

Además, repite en Atresmedia con «El 1%». Ser el rey de los concursos de televisión, ¿también le ha hecho millonario en cultura general?

(Risas) Ojalá. Tengo muy mala memoria. Si todas las preguntas que he hecho las almacenara sería una Wikipedia, pero no, es imposible retener tanta cantidad de información.

A alguien que se reconoce gamberro y descarado, ¿qué le da vergüenza de lo que se lee ahora en titulares?

El tono que tiene la política, lo desvirtuada que está, el odio con el que que se tratan o que se tienen unos a otros, la falta de empatía...Esto es lo que más vergüenza me da, que se utilice el miedo y/o el odio para intereses políticos.

Como aficionado futbolero, ¿qué jugador de La Roja le ha levantado del asiento esta Eurocopa?

Tanto Lamine Yamal como Nico Williams han sido la alegría de esta Eurocopa. Esa energía, esa electricidad de la juventud, esa brillantez, esa velocidad….

En esta exitosa carrera de lustros, ¿ser chico Almodóvar es su mayor excentricidad, su gran logro o ése está todavía por llegar?

Fui un casi chico Almodóvar porque no pasé de varias lecturas de guion. Quizá esa sea la excentricidad. Fue una experiencia, aún así, muy divertida y muy curiosa. Me gustó trabajar con él durante unos días. Creo que está por llegar la mayor excentricidad. Es verdad que bailar dentro de una jaula disfrazado de Shakira está en el pódium (risas).

A punto de cumplir los 50, juega al tenis y hace running. ¿Más extraescolares para mantener ese corpore sano?

Me encanta considerarlo extraescolares. Hacerte una ruta en bici o echarte un partido rápido y jugarte un set con algún amigo es juntar deporte y placer. Lo que no quiero es abrir melones porque me plantean «oye el golf, no sé cuánto, el pádel» y yo no, no, por favor, más no, porque ya tengo mis hobbies y hacer paellas.

Además de estar en los cines de España con «Mala persona», ¿sabe qué va a hacer este largo y cálido verano?

Descansar y rodar, tengo una mezcla: vacaciones, pero luego ruedo una película a finales de julio. Una comedia familiar con mi amigo Joaquín Reyes, que me apetece un montón.

Vayamos al grano, para coronarse con la paella valenciana el principal secreto es....

Hacerla con amor y utilizar mi marca de arroz, que está a punto de salir, en la que he juntado mis dos pasiones: el tenis y las paellas. Mi marca de arroz se va a llamar Roland Garroz.