La vida de la familia real británica de puertas adentro no parece distar mucho de la de cualquier persona anónima. El príncipe William y Kate Middleton han desvelado que desde hace cuatro años comparten su cama con Orla, un cocker spaniel. Un detalle que revela cómo los príncipes de Gales no dudan en saltarse las reglas en su vida privada.

El primogénito de Carlos III ha hecho esta confesión por casualidad durante una visita al Duchy College en Cornwall. El príncipe estaba acariciando a otro perro llamado Jacks, cuando le reveló a su dueña, Louise Harland, que Orla también dormía con ellos. Louise recordaría más tarde en Hits Radio Cornwall cómo él "estaba absolutamente encantado" con su perro y que no había visto uno como aquel.

Orla, que en celta significa "princesa dorada", llegó a la familia en 2020. Fue un regalo de James Middleton a su hermana Kate, tras el nacimiento de seis cachorros de cocker. Los príncipes de Gales acogieron a Orla con los brazos abiertos, ya que poco tiempo antes habían perdido a Lupo, otro perro de la misma raza que vivió con ellos durante nueve años. En muchas ocasiones, el Heredero se ha mostrado partidario de ampliar su familia canina.