Las palabras del príncipe Guillermo que han generado malestar

Antes o después el príncipe William será rey. Eso ocurrirá cuando su padre, el rey Carlos III deje sus funciones, sea obligado a abdicar o a causa de su fallecimiento. En él recaerá el peso de una de las Monarquías más antiguas del mundo. El futuro rey tiene claro que cuando llegue ese momento modernizará la Institución y la hará más "humana".

Quienes no comulgan con el papel de la monarquía dentro de la realidad de un Estado democrático e igualitario no han recibido bien las palabras del príncipe de Gales, provocando una lluvia de críticas. Fue durante uno de sus últimos eventos cuando el heredero aseguró a "Sky News" que el enfoque de la corona debe redirigirse a uno centrado en "la filantropía de impacto, la colaboración, la convocatoria y la ayuda a la gente", con especial énfasis en la "empatía".

Aunque es cierto que el príncipe goza del respaldo mayoritario de la opinión pública, sin embargo Graham Smith, un conocido miembro del grupo activista antimonárquico Republic, no ha dudado en señalar esta visión de "falsa cercanía" que quiere impulsar el heredero y, a su entender, "sus esfuerzos por humillar y humanizar a la monarquía utilizando simbólicamente una r minúscula en la realeza".

"Para ser sincero, su 'r' de realeza no podría ser más pequeña. Apenas hace nada. Es un hombre increíblemente perezoso que se las arregla para conseguir muy pocos compromisos para que parezca que está ocupado", ha asegurado Smith al canal de noticia "NBC News". "El país no necesita una monarquía en absoluto", de ahí que para él, la figura del príncipe Harry, quien abandonó sus funciones reales en 2020, es quien mejor representa el giro que debe adoptar la Institución.

"Lo que ha hecho Harry es demostrar que los miembros de la realeza pueden hacer lo correcto por sí solos. Pueden financiar su propio estilo de vida y conseguir el apoyo de celebridades y hacerlo bien. Por lo tanto, creo que la figura de Harry solo pone de relieve por qué su hermano siente que necesita aferrarse a los títulos, el estatus y el dinero público", alega Graham Smith.