Suceso
La misteriosa muerte de Sandra Mozarowsky
Murió estampada contra la acera con 18 años y embarazada. Su nombre se asocia al de Don Juan Carlos. La pequeña pantalla recuerda hoy su cruel historial
En los anales literarios y cinematográficos, el nombre de Sandra Mozarowsky se ha esculpido como la crónica de una reina rota. La historia de esta joven actriz española, vinculada al conocido «cine de destape» ha estado rodeada de misterio desde su fallecimiento a los 18 años en circunstancias poco claras, en el año 1977, dos años después de morir Franco. A pesar de que no existen pruebas concluyentes, son muchas las informaciones que en estos años han saltado apuntando que la joven podría haber tenido una relación amorosa con el Rey Juan Carlos I, al poco tiempo de ser Monarca. La intérprete era hija del diplomático ruso Boris Mozarowsky y la española María del Rosario Ruiz de Frías, fallecida en 2008 en Marbella.
El interés tanto narrativo como en el mundo del celuloide ha sido una constante desde que este suceso acaeció. En este último año vieron la luz diferentes formatos de esta historia, que han resucitado las sombras de un caso, que nunca se esclareció con transparencia. Así surge el documental estrenado en el festival de cine de Málaga, «La última noche de Sandra M», del director Borja de la Vega, que rodó íntegramente en un apartamento. Una aproximación en la ficción de lo que podrían haber sido las últimas horas de la vida de la actriz Sandra Mozarowsky en la cuarta planta del portal tres de la madrileña calle Álvarez de Baena. «Esta no es una biografía de Sandra», argumenta el director del documental, «ni mucho menos un relato fidedigno de los acontecimientos tal cual sucedieron, ya que nadie sabe bien qué pasó. Este es solo un modesto homenaje a una joven de 18 años que quería ser actriz». En la película sale la actriz que interpreta a Sandra con frases como: «Mi amigo, el importante, está muerto de miedo». Frases de Sandra llorando por teléfono diciéndole al que estaba al otro lado: «Ven conmigo y que estemos la niña, tú y yo que eres su padre. Me dijiste que no eras feliz (...) también, me puse muy celosa cuando de vi con mi amiga, la actriz la de las piernas largas (por Bárbara Rey)». La actriz, en la vida real, antes de morir reconoció que había terminado una relación con un importante ídolo mexicano.
Paralelo a este documental, este mes de noviembre, «Documentos TEN», la nueva producción de Fabricantes Studio, ha arrancado con el especial: «La misteriosa muerte de Sandra Mozarowsky» mostrando los primeros documentos oficiales sobre la muerte de la casi adolescente actriz del cine español de los años setenta. En él se ha narrado la extraña manera de la caída de la joven actriz desde la terraza de su piso de Madrid, al asfalto, cuando Sandra estaba embarazada de cinco meses. Hoy la actriz tendría 65 años y muchos ahora se preguntan: «¿Por qué cobra actualidad este presunto romance, nunca demostradodo, de Sandra Mozarowsky con el Rey Juan Carlos?
Hoy tras casi cinco décadas de su muerte, el caso de Sandra Mozarowsky sigue rodeado de incógnitas. Uno de los primeros en levantar las alfombras en este increíble suceso fue el periodista Andrew Morton en su libro «Ladies of Spain», en 2013. El que fue biógrafo de Lady Di, también se suma a quienes creen en la veracidad del romance de Don Juan Carlos y Sandra, sin pruebas tangibles que lo respalden, pero él se atreve a precisar en su libro que existió una relación entre el monarca y la actriz justo antes de su trágico deceso. También en el relato que suscribe abunda en la extrañeza de cómo esta actriz pudo perder la vida al caerse de una altura cuando la barandilla de la terraza era alta. Y otra de sus precisiones era subrayar las palabras de su epitafio en la tumba: (Quiero dormir un rato. Un rato, un minuto, un siglo. Pero que todos sepan que no he muerto).
A esta hipótesis, se une la de otros escritores, como la literata Clara Usón con la obra «El asesino tímido», que publicó en 2018. En este libro pone en duda la versión oficial sobre la muerte de Mozarowsky. Las autoridades nunca hicieron público el resultado de la autopsia, pero la novelista sospecha de una muerte extraña e incluso siniestra. Afirma que antes de morir y estando embarazada, la joven artista se había declarado abiertamente antiabortista. Tendría previsto tirar el embarazo adelante. Pero aquella fatídica noche de agosto cayó por el balcón y perdió la vida cuando todavía le faltaban unos meses para ser madre. Usón, ahondando en la teoría de Morton, desmiente a los medios que hablaron de un accidente porque tras investigar el dosier fotográfico policial, «la barandilla le llegaba al codo y las macetas estaban en el suelo». Ella misma aclaró que se publicó que era un cuarto piso, pero en realidad era un segundo. Y nadie riega unas macetas que están en el suelo sacando la cabeza y el brazo por la ventana. Como fuera, su cuerpo cayó a la calle, quedó en coma, inconsciente, desangrándose, y nadie llamó a una ambulancia ni a la Policía. Un taxista la llevó al hospital. No hubo ninguna ambulancia. La autopsia no se hizo pública. El padre dijo que bajó, pero volvió a subir porque se había dejado las llaves. La madre, que se quedó viendo la televisión mientras él iba a buscar a su hija al hospital. Es inverosímil. Mi conclusión es que no estaban en casa». En este libro, Clara Uson hace añicos la trama oficial que se dio por buena en su día, argumentando que Sandra no se podría haber desvanecido por un mareo, porque la barandilla era demasiado alta. Y a los que aseguraron que se habría emborrachado antes de suicidarse, Usón les explica, que no le encontraron ni una gota de alcohol en sangre.
Operación aborto
El último libro escrito sobre este escabroso tema, ha sido el de Javier Breda, antiguo director del diario «Ya», que es autor de «Su majestad Sandra Mozarowsky: la reina del cine español». El periodista de investigación incide en reiterar como causa de la muerte, el hecho de que «Sandra no quisiera abortar». Breda explica que Sandra en un principio accedió a hacerlo. Sin embargo, con el paso de los meses, comenzó a sentir al bebé y decidió que quería tenerlo».
Breda sugiere que, antes de su muerte, se había puesto en marcha una operación para que Mozarowsky abortara un supuesto hijo del Rey Juan Carlos. Alega que se le ofreció dinero para interrumpir el embarazo y que, posteriormente, se desplegó «un operativo de gran magnitud». El periodista no deja de incidir en que «solo hacía dos años que había muerto el Generalísimo y este tema era un auténtico escándalo». Otro de los hechos que señala como muy sospecho, es el mutismo en su familia, que nunca ha querido hablar del tema de la muerte de Sandra, ni iniciar ninguna investigación. Siempre sobre la mesa la tesis del suicidio. Nos quedan en el recuerdo de esta extrañana muerte, la arrebatadora y erótica imagen que muestra en sus películas, que empezó haciendo siendo menor de edad con el consentimiento de sus padres.
La extraña reacción de la familia
Aún así, lo que más llama la atención del documental que emitió Ten no tiene que ver con el Rey Juan Carlos, sino con la misma familia Mozarowsky. En el momento del fallecimiento de Sandra, hubo declaraciones problemáticas de la familia, con la madre afirmando que estaba en el casa cuando ocurrió el fallecimiento (no fue así) y el padre atestiguando que vio a su hija muerta en la acera (cuando ya se la había llevado un taxi, ya que no hubo ambulancia alguna).
La familia Mozarowski se marchó de España tras el suceso y los padres de Sandra ya han fallecido. Su hermano, que en su momento trató de reabrir el caso, vive entre Argentina y Paraguay. La hermana de Sandra, que residía en Marbella con su familia, continúa negándose a hablar del caso. Este medio lo ha intentado sin éxito. ¿Por qué no existe aún testimonio fidedigno por parte de algún familiar? Un misterio más que rodea la muerte de Sandra y que parece que ella se llevó a su lecho de muerte.
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