Nuevo Futuro
La sentida respuesta de la Infanta Elena cuando le preguntan por Don Juan Carlos: "No está conmigo"
La duquesa de Lugo ha inaugurado este jueves el tradicional rastrillo solidario de Nuevo Futuro
Un año más, la asociación Nuevo Futuro ha organizado su tradicional rastrillo benéfico con el objetivo de recaudar fondos para atender y acompañar a los niños, niñas y jóvenes que han sufrido situaciones adversas dentro de su núcleo familiar y viven en sus hogares de acogida y pisos de emancipación de Madrid.
Por segundo año consecutivo, los puestos se han levantado en la Galería de Cristal del Palacio Cibeles, un espacio más reducido que Casa de Campo –donde antaño se celebraba el rastrillo– pero que atrae a más público. «Aquí hay menos puestos, pero al ser en el centro, viene más gente. Aquí se recauda mucho más, que es el objetivo, así que perfecto», cuenta a LA RAZÓN una de las voluntarias del Bar Puerta del Sol, que cuenta con una barra en el mercadillo, para que los visitantes puedan reponer fuerzas entre puesto y puesto.
La Infanta Elena ha sido la encargada de inaugurar el rastrillo este año, un honor que en ocasiones anteriores recayó sobre su madre la Reina Sofía, aunque se espera que Su Majestad también lo visite este fin de semana. Su Alteza Real ha llegado puntual, a las 12:00 horas de la mañana, acompañada del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y Josefina Sánchez-Errázuriz, Pina para los más allegados, la presidenta nacional de Nuevo Futuro. A ellos se ha unido también Simoneta Gómez-Acebo, prima de la Infanta Elena que desde hace años colabora de forma muy estrecha con el rastrillo solidario. Juntos han ojeado todos y cada uno de los puestos del Palacio de Cristal, atentos y cercanos con los curiosos que se han acercado para hablar con ellos o pedirles una fotografía.
El espíritu solidario del mercadillo se palpaba en el ambiente, aunque la Infanta no ha podido comprar nada en su primera vuelta a consecuencia del alboroto que ha generado su visita. «Nos ha dicho que cuando haya menos gente y esté más tranquila se pasará de nuevo y nos comprará algo», dice a este diario una de las hermanas de las Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús, a las que el año pasado la Reina Sofía sí compró miel, mermelada, pastas, delicias de mazapán y galletas.
La Infanta Elena se prepara para Navidad
Aunque lamenta ante LA RAZÓN que «con tanta gente no se puede mirar con detalle», la Infanta Elena asegura que ha echado el ojo «a muchas cosas», especialmente de cara a la Navidad. Eso sí, ha dejado claro que todavía no ha montado el tradicional árbol porque le parece demasiado pronto: «Yo lo pongo en el puente de diciembre».
Como su madre, disfruta mucho de esta época del año porque le permite pasar más tiempo con la familia, especialmente con su padre, al que más echa de menos por la distancia física que les separa. «No... porque no está conmigo», respondió con cierta pena cuando le preguntaron si Don Juan Carlos I le había ayudado a elegir qué ropa donar al rastrillo de Nuevo Futuro. Ya cuenta los días para volver a reunirse con él, ya sea en España o Abu Dabi
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